Capítulo 8

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Yamaguchi, con sus piernas cruzadas y sus codos apoyados sobre ellas, revisaba uno de los muchos anillos de juguete que Bokuto le había hecho comprar. Era una linda mañana de viernes, nublada pero no demasiado fría. La señorita Saeko, según le había contado Tanaka, había festejado bastante anoche y no había amanecido con ganas de existir. Tampoco tenía trabajo en Black B en la tarde, ni clase en la noche. Un día totalmente libre para Yamaguchi, y ya que Bokuto siempre, siempre le estaba exigiendo salidas por ahí, hoy era un buen día para prestarle toda la atención a su amigo.

 Estaban sentados en la azotea del almacén de Bokuto, sobre una banca junto al muro que daba vista a la calle y en parte al jardín. El lugar quedaba a las afueras de la ciudad y el vecindario era de casas y calles amplias con poca gente y muchos árboles, uno con flores rosas daba sombra sobre el lugar en el que estaban. Bokuto tenía un montón de anillos puestos, de todos los colores y en todos sus dedos, Yamaguchi ahora apreciaba uno rojo con un diseño de rosas, que le había parecido el más bonito de todos y le encajaba en su dedo anular.

El lugar era tranquilo y calmado, Bokuto era un caos, a veces complicado. Pero Yamaguchi escuchaba con atención, se sentía bien estar al lado de alguien con tanta energía y humor. De hecho veía muchas cosas ejemplares en Bokuto; como su buen estado físico o su lealtad a las personas que le rodeaban, aunque a veces sus abrazos llegaban a doler un poco. Y a veces entre la eterna corrida de Bokuto, Yamaguchi no podía evitar fijarse en los profundos ojos de Akaashi, que calmados parecían entregarle su vida entera al chico imparable frente a él. Y Yamaguchi se estremecía, sonreía, y  sentía una extraña nostalgia.

“¿Sabes lo que te digo? ¿A quien se le ocurre encargar la tarea de  llevar los almuerzos a Yukie? Es decir la amo ¡Pero, ah! Creo que cada uno de nosotros comió solo un cuarto de lo que nos tocaba, y créeme  al regreso apenas tenía las decentes fuerzas para pedalear” Bokuto caminaba de aquí para allá, con cada frase moviendo sus manos de manera diferente, dándole más  intensidad a su relato.

Acostumbraban él, Akaashi y varios amigos a salir a pasear, y hacer deporte de paso, al menos dos veces al mes, y esta vez habían salido a un parque natural para hacer ciclismo. Yamaguchi se les había unido un par de veces, pero a veces, como ahora, no se sentía con la suficiente determinación para pasar todo un día en medio de un montón de personas que apenas conocía pero que si se conocían muy bien entre ellas. Era incómodo, incluso cuando Bokuto y Akaashi procuraban estar pendiente de él. Aunque eso mismo hacia sentir aún más extraño a Yamaguchi.

   Era ya medio día, ambos estaban dentro del local conversando, Bokuto sobretodo. Habían entrado varios clientes y con destreza Bokuto les atendía gentilmente y luego regresaba a la conversación con un tema totalmente diferente al que venían tratando, pero con toda la confianza de alguien que nunca olvida lo que dice. El lugar era una tienda de implementos deportivos, desde sacos de boxeo hasta calentadores de piernas, y con decoraciones en las paredes desde unos zapatos autografiados hasta una muy cómica figura de un gato que Bokuto había hecho en porcelana. No parecía asustar a los clientes al menos, y en alguna ocasión que Bokuto la había retirado, Akaashi le había exigido devolverla a su lugar.

Yamaguchi estaba frente a un estante leyendo un catálogo de equipo de patinaje, y Bokuto del otro lado organizando el mismo estante “Así que Yamaguchi… tu no tienes clases en Date hoy ¿cierto?”  No era una pregunta especial, pero la había dicho con esa voz que terminaba todo en una mala idea. Yamaguchi levantó la mirada del catálogo, ya un poco inquieto “No, no tengo nada hoy ¿Por qué?”

“Bueno de hecho vas a ir hoy. Vamos a ir hoy, te necesito para un favor” Bokuto básicamente no tenía mayor relación con Date, así que era nuevo que dijera algo así “¿Qué? ¿Por qué, qué pasa?” El interés y sospecha creciendo en la voz de Yamaguchi “Pues, algún compañero tuyo me debe algo desde hace mucho y es hora de recuperarlo” si, era una de esas geniales ideas de Bokuto que ya tenía un plan estilo Bokuto.

Adorables Puntos Plateados (Lovely Silver Dots)Where stories live. Discover now