Capítulo 14

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Cuando Yamaguchi abrió los ojos su habitación estaba fría y con poca luz del día. Yamaguchi pensó que aún era muy temprano para levantarse, sobretodo porque era sábado, pero al revisar su teléfono vio que eran poco más de las ocho de la mañana.

Estiró los brazos y los dejo así, a cada lado de la cama, sentía como el sueño dejaba su cuerpo, sin hacer nada para alejarlo. Lo primero que pensó después de ser plenamente consciente, fue primero que tenía hambre, mucha, y segundo, recordó el par de veces que había sido explícito de más con cuan feliz se sentía de estar cerca de Tsukishima, y como él no había respondido nada. Con suerte y Yamaguchi había sido muy enredado por lo que Tsukishima no le había prestado atención.

No se habían visto dos semanas, la de vacaciones y la siguiente. La primera de viaje, la segunda presentando pruebas de admisión. Y quizás eso había sido lo más sensato. Y lo más frustrante, aburrido, e injusto que habían podido haber hecho.

Por suerte, hablaron casi todos los días por teléfono. Tsukishima le contó algo sobre su madre, su antigua ciudad y la infancia de Akiteru. Yamaguchi igualmente compartió algo de sus padres, Nana, y amigos de infancia que no había vuelto a ver.

Un tema importante fueron los gatos por supuesto. A Kenma parecían haberle encantado, llamó Roko al naranja y Keku al negro. Aunque Yamaguchi aún no lo conocía en persona Kenma le caía cada vez mejor.

Yamaguchi bajó a la cocina, aún en su pijama: una camiseta extra grande, shorts de algodón y slippers de squirtle. Encendió la calefacción, se sirvió un tazón de cereal y se apoyó sobre la brillante encimera central para comer. Entre el nublado cielo se asomó un rayo de sol y finalmente la cocina se iluminó con la luz acostumbrada de la mañana. El cereal traía gomitas, que animaron a Yamaguchi.

Quería verlo. ¿Podía verlo? Quería hacerlo, a estas alturas tenía que.

Abrió su buzón y alegremente recibió los mensajes de Bokuto; muchas fotos de la presentación de Akaashi anoche y de otras noches más, que hacían la cadena de mensajes con Bokuto un álbum dedicado a su exitoso novio.

El último mensaje con Tsukishima había sido ayer a eso de las 8 de la noche. 'Dejé a Akiteru solo en la cocina'. Yamaguchi entendía bien que era otra forma de decir adiós, o hablamos luego, o hasta pronto. ¿Era especial? ¿Estaba más cerca? ¿O esa intimidad existía solo en la emocionada mente de Yamaguchi?

¿Podía ver a Tsukishima, hablarle, estar en el mismo lugar que él? ¿Podía ser hoy, ahora? ¿Podía Tsukishima venir hasta acá, hasta Yamaguchi?

Yo: Hola ¿Cómo estas?

En menos de un minuto llegó la respuesta, el desayuno pasó a segundo plano.

Tsukishima: Entonces ¿A penas despertaste o solo ahora decidiste escribirme?

Yo: Apenas desperté ¿Habría estado mal si hubiese despertado hace un rato?

Tsukishima: No realmente, supongo. Sé que no duermes antes de la media noche.

Yo: Eso es lo normal para mí, aunque espero cambiarlo. Dormiste bien?

Tsukishima: Algo así. No pude dormir hasta organizar la cocina que destrozó el chef.

Yamaguchi le sonrió a la pantalla.

Yo: Parece que esos pequeños detalles no son prioridad de tu hermano, jaja.

Tsukishima: No. De hecho en su cerebro Akiteru solo se pregunta si yo moriría de hambre si no fuera por él.

Yo: ¿Cocinaba para ti? Que dulce
.
Tsukishima: En parte. Lo que aspira comeré yo mientras él no está.

Adorables Puntos Plateados (Lovely Silver Dots)Where stories live. Discover now