The Sound of Letting Go // Thorki

Capítulo 10 // Final

"La vaca de hielo también trajo vida. Mientras lamía y lamía, su lengua se calentó, porque tenía que lamer fuerte para hacer suficiente comida para Ymir y su cría."

"Debe haber sido leche muy salada." Thor arrugó la nariz otra vez.

"Entonces, bajo su cálida lengua, una cabeza llena de pelo brotó en el borde. Mientras ella seguía lamiendo, apareció una cara."

"¿Huh?"

"Hombros y el pecho salieron, luego piernas, y al final, salió una nueva criatura."

"¿La vaca lamió la sal hasta que brotó alguien?"

Loki se encogió de hombros.

"Parece que sí."

"¿De dónde salió?"

"Quién sabe. Quizás estuvo allí todo el tiempo."

"¿Haciendo qué?"

"¿Por qué asumes automáticamente que fue un 'él?'"

Thor pensó por un momento, luego se encogió de hombros.

"No lo sé. ¿Lo era?"

Loki soltó una risita.

"Sí, era un él. Aquí dice que era firme y bastante apuesto, no feo como los Jotuns y los trolls. Tenía un hijo que era aún más guapo, y el hijo se casó con una bella doncella Jotun, porque a veces sucedía que un feo gigante de hielo tenía una hija encantadora."

Thor tiró el tallo de hierba que masticaba.

"¡Ahora sé que lo estás inventando!"

"¡No lo hago!" Loki volteó el libro para mostrarlo, señalando. "¡Lo dice aquí mismo!"

"¿Qué están tramando, chicos?" La voz de su madre los llamó cerca de la entrada del jardín.

Loki cerró el libro rápidamente.

"Nada, madre," respondieron en unísono casi perfecto.

Frigga apareció, enmarcada debajo del arco de piedra. Hizo una pausa por un momento y los observó en silencio. Como si quisiera memorizarlos bajo la sombra de un manzano, riendo mientras sacaban hojas sueltas y pétalos de flores.

Ella sonrió.

"Entren," finalmente hizo un gesto. "Va a oscurecer pronto."

"Sí, Madre."

Se pusieron de pie para iniciar una carrera hacia el interior.

Loki dejó que Thor ganara, como solía hacerlo, más contento con ir despacio y llevar el libro bajo el brazo.

***

El barco de Lord Aegir no podía atravesar el hielo que cubría el mar. La tarea de llegar a su encuentro quedó en manos de Thor y Loki.

No tenía tripulación. El barco se movía bajo su propio poder.

Aegir estaba de pie cerca de la barandilla, con los ojos muy abiertos después de que advirtió la agonía de Lyngbakr, ahora conservada en hielo.

"Si el monstruo aún vive," dijo Thor mientras subía a bordo, "entonces es más fuerte que cualquiera de nosotros."

"Si todavía está vivo," resopló Aegir, "no lo sabremos."

Movió su mano en un gesto, y la niebla que rodeaba las rocas de la antigua guarida de Lyngbakr se cerró aún más densamente. Dejando nada a la vista.