VII. Apuestas

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Nota IMPORTANTE De La Autora. Solo quería avisaros de que este capítulo puede ser bastante LEMON, lo que viene a ser P O R N O. AUNQUE EN REALIDAD SE ME DA FATAL ESCRIBIRLO Y lo digo para que esteis avisados, luego no me vengáis "es que me has creado un trauma" IS QII MI IS CRIIDI IN TRIIMI QUE OS HE AVISADO.

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"No need to imagine
'cause I know it's true.
They say "all good boys
go to heaven"
but bad boys
bring heaven to you"
- Heaven, Julia Michaels

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Las Amigas salen de la universidad al mediodía, y, como todos los viernes, se juntan para ir a comer los cinco a algún lado.

-¿Y Mireya?-Raoul es el primero en hablar cuando se juntan.

Agoney se repite mentalmente que es normal que se preocupe por saber donde está su amiga, y, de todas formas, ni siquiera son novios, no tiene ningún posible motivo para sentir celos.

-No viene.-Dice Miriam.-Tenía algo de un concurso de belleza o algo así. Un casting creo.

Raoul asiente y los cuatro empiezan a andar sin rumbo, hablando, buscando un sitio donde comer, hasta que llegan al primer McDonalds que ven y deciden comer allí. Cuando acaban de comer, siguiendo la rutina de los viernes, se despiden para irse cada uno por su lado hasta, más o menos, las ocho, la hora en la que quedan para ir a un pub cualquiera y pasar allí la noche.

-Vaya mierda de sitio.-Dice Nerea, una hora o dos después de llegar, poniendo en común lo que todos llevan un rato pensando.-No hay nadie interesante con quien ligar y la música que ponen es horrible.
-Canta tú.-Bromea la gallega, sabiendo que la catalana es demasiado tímida para hacerlo, aunque tenga una voz preciosa.
-¿Juegan una partida al billar?

Las chicas y Raoul admiten que se les da bastante mal el billar, pero también le dan la razón al canario en que no tienen nada mejor que hacer.

-Será más divertido si apostamos algo.-Añade el castaño, pasando un brazo por encima de los hombros de Nerea, su compañera de equipo, y poniendo 5€ sobre el tapete.-5€ por persona.
-Y una mierda.-Se queja el catalán.-Yo no apuesto.
-Eso es porque sabes que vas a perder.-Le pica el otro chico.

Eso hace que algo prenda en el interior de Raoul. No piensa dejar que ese chico con delirios de grandeza le menosprecie.

-Acepto.-Dce dando un golpe en la mesa de billar.-Pero no vamos a apostar dinero. El equipo que pierda se convierte en esclavo del otro. 24 horas.

Agoney sonríe satisfecho y las chicas se excusan de la apuesta, pero a los chicos no les importa, están ya demasiado sumidos en la apuesta como para preocuparse por ellas. El chico que gane tendrá control absoluto sobre el otro durante 24 horas. Es una oportunidad que ningunoo de los dos piensa desaprovechar.

Un rato más tarde, Raoul logra meter la bola negra, la última, donde debía, más por suerte que por estrategia, aunque el diga lo contrario, y se convierte en el ganador. Aunque lo que Agoney nunca aceptará en voz alta es que ha hecho todo lo posible para hacer que el otro ganase sin que se notase. Quiere esa situación. Quiere que Raoul tenga el control sobre toda su voluntad.

Quiere ser completamente suyo.

-¿Nos vamos a casa?-Pregunta Nerea.
-Agoney se viene conmigo.-Exige Raoul, con tono seco, casi cortante.

Los otros tres le miran perplejos, no acostumbrados a esa agresividad en la voz del catalán.

-Le tengo durante 24 horas como esclavo, no pienso desaprovecharlo, ¿no?

Ragoney | OneShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora