Capítulo 35

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Ya estaba amaneciendo y aún no había rastro de Andrew, estaba sentada mirando un punto fijo de la habitación, hundida en mis pensamientos y sintiéndome patética, Andrew quizás no quería estar conmigo y por eso se fue sin decirme nada. Ya han pasado cuatro horas y me siento horrible, desesperada, porque hay una pequeña posibilidad de que  ah Andrew le haya pasado algo grave y estoy más preocupada que nunca.

Me levanté de la cama y agarré mi celular, me miré en el espejo que estaba colgado en la pared y me arregle un poco el cabello. Mi rostro es un desastre, tengo unas ojeras enormes, apenas dormí.

Baje corriendo las escaleras y abrí la puerta, el viento golpeo violentamente mí cara, cerré la puerta con llave y caminé hacía afuera. 

Tendría que ir donde mí padre y hablar con él, realmente me siento horrible. Mi madre se está quedando allá, por fin solucionaron sus problemas y mi padre le conto porque se tuvo que ir y todo eso, ahora están bien y ella está viviendo en su casa un tiempo.

Al menos la casa de mi padre no quedaba tan lejos y eso me daba tiempo de irme caminando. Hacia tanto frio y no había nadie en la calle, a veces me daba miedo caminar sola por la calle ya que mi mente me hacía imaginarme muchas cosas. Cuándo llegue a la casa de mi padre, entre a paso apresurado, todo estaba en silencio  estaban durmiendo.

 — ¡Mamá! —grité mientras subía las escaleras para ver si me escuchaba. — ¡Luck! , ¡Papá! —seguí gritando.

Se abrió una puerta y por ella salió Luck totalmente despeinado, con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido.

— ¿Qué sucede Ann? —preguntó.

— ¿sabes algo de Andrew? Anoche estuvo conmigo y desperté en la madrugada y no estaba, aún no regresa, nosé donde habrá ido.

— ¿Enserio? pero quizás salió a comprar ¿no lo crees?

— ¿a las 3 de la mañana crees que hay algo abierto? —dije incrédula.

—Bueno... no. Pero ¿lo llamaste?

 —más de cien veces lo eh llamado. —Suspiré y se me formó un nudo en la garganta. —Estoy desesperada. —mi voz sonó quebrada y Luck me abrazó.

—Tranquila Ann, ya aparecerá, quizá te está jugando una broma, no losé. Solo espera. —me acarició el cabello y en eso salió mí padre de su habitación.

— ¿Que ha pasado?—preguntó mientras se abrochaba la bata blanca. — ¿Ann? —me llamó.

—Es Andrew, no está. —dijo Luck rápidamente. —Ann me dijo que desapareció en la madrugada, que estaba en su casa en la noche y que ella se levantó y no estaba, no ha llegado hasta ahora. 

—Bueno... es raro. —Dijo mí padre, me separé de Luck y me quedé al lado de él observando a mí padre. — ¿no tienes una idea de dónde pueda estar? —preguntó.

—no, lo eh llamado y su móvil suena apagado, nosé nada de él.

—Podrías esperar un rato más... quizás aparezca después. —Mi padre me miro preocupado y yo asentí. —Me iré a cambiar ¿Sí? le diré a tú madre todo.

Cerró su puerta y yo miré a Luck quién parecía estar hundido en sus pensamientos.

— ¿Que pasa Luck? —le pregunté.

Me miro y pareció como sí una idea hubiera pasado por su mente.

— ¿Qué sucedió con los matones, esos los que el padre de Andrew tenía? 

—supongo... que muertos. Cuándo te secuestraron a ti y a jude, cuándo bajamos todos estaban tirados en el piso, no vi ni uno vivo. —Dije.

— ¿Éstas segura? —parecía confundido.

Mi profesor de Inglés. | Colton haynes | ©Where stories live. Discover now