14. AgoNieves

1K 101 154
                                    


La ruleta se detuvo de nuevo y todos nos acercamos a ver qué coño tocaba ahora...

¿Blancanieves? ¿Enserio?

Otro huracán profesional se formó ante nosotros y nos llevó con él hasta caer en un bosque.

- "Joder con los huracanes" – Dije – "No pueden pará el aira?

Me miré. Llevaba un vestido azul, tenía la piel blanquísima y tenía tetas. Genial. Era blancanieves.

- "Agoneeeeey" – Escuché que me llamaban. Los otros 7 estaban corriendo hacia mi, convertidos como no, en los 7 enanitos.

- "Eh Agoney" – Se rió Raoul – "Que te han puesto tetas"

- "Y tú sigues con la misma estatura"

- "Imbécil"

- "Idiota"

- "Vale, estamos en el cuento de Blancanieves" – Dijo Nerea – "Así que para salir de aquí, hay que evitar que Blancanieves se coma la manzana envenenada"

- "No soy yo mucho de manzanas" – Dije con aires de superioridad – "Así que no habrá problema"

- "Bueno, tú ve a la casita y espéranos allí. Nosotros tenemos que ir a trabajar a la mina y al volver hacernos los sorprendidos."

Los enanitos emprendieron el camino al trabajo felices y contentos, entonando una canción que se habían inventado Alfred y la chica castaña:

- "Y ahora nos vaaaaamos, y juntos trabajaaaamos, que aquí todoooos estaaamos, bajo el mismo sooool"

Llegaron a la mina y se pusieron a trabajar. Todos menos Amaieta, que miraba al horizonte empanada perdida.

- "Amaieta" – Dijo Alfred acercándose – "Qué miras así de empanada?"

- "Bua, lo siento. Es que me encanta... bua, me encanta mirar a los aspersores"

- "Sí, echan agua a veces"

Y después de esta emotiva conversación, volvieron al trabajo.

La noche cayó y los enanitos terminaron el trabajo. Emprendieron el camino a casa felices y contentos, pero en silencio porque tenían que hacer bondad vocal.

Llegaron a la casita y les recibí mientras varios pajaritos me peinaban.

- "Raoul, eh Raoul" – Dije riendo – "¿Qué BAJO has caído, no?"

- "Mira Agoney, que te den"

- "Que es brometaaaa" – Dije

Pero Raoul se había enfadado de verdad y se había encerrado en el armarito de la cocina. Fui tras él y le dije:

- "Jamás pensé que tendría que decir esto en público pero... Raoul sal del armario por favor"

Mientras tanto, Eloise Sapeda charlaba con la chica castaña:

- "Qué bien se ve... Me trae loco su figura... Ese trajecito corto le queda bien... Combinado con su lipstick color café"

- "Cuando crees que me ves, cruzo la pareeeed" – Dijo Aitana huyendo de él y estampándose contra la pared, lógicamente.

- "¿Vicente?"

De repente, llamaron a la puerta.

- "Es la bruja seguro" – Susurró Nerea – "Ya sabes lo que NO tienes que hacer, Ago"

- "Ay por favor, Nerea. No voy a caer en una trampa tan tonta como una manzana envenenada" – Dije mientras abría la puerta.

Ante mi, había una bruja que me sonreía y que me ofrecía... Oh dios mío... Un jugoso y apetecible plátano...

- "Mierda" – Dijeron los enanitos – "No Agoney, noooo"

Pero no podía resistirme, ese plátano era demasiado apetecible. No podía resistir la tentación... Estaba... Estaba a punto de morderlo...

De repente, Raoul salió del armario (badum tsss) y con un triple salto mortal, se lanzó contra el plátano y se lo comió antes de que yo pudiera tocarlo.

-"No no no noooooo" – Canté

- "No pensarías..." – Dijo Raoul desde el suelo mientras iba cerrando los ojos – "Que iba a dejar que te enveneraran,  Agonías... No no no noooo"

Todos nos quedamos mirando en silencio. Raoul acababa de dejarse envenenar por mi. Me sentía triste y cachondo a la vez.

El cielo se abrió y oímos la carcajada de Rickoney: "Uno menos jajajaja no pensé que iba a caer alguien tan pronto"

El cielo se volvió a cerrar y otro huracán profesional nos devolvió a la puta habitación de siempre.

Nos sentamos todos alrededor del cuerpo de Raoul. Es difícil ponerse triste cuando eres un personaje de fanfic absurdo lleno de referencias y chistes malos, pero era nuestro amigo el que estaba ahí, inerte. En mi caso, el padre de mi hijo. Oh, mierda, mi hijo...

- "Ragoney!" – Grité

- "Queeeee" – Escuché en mi cabeza

- "¿Estás vivo? Cómo es posible?"

- "Sabía que en algún momento la ibais a cagar, así que reuní las 7 bolas de dragón por si hacía falta revivir a alguien, pero sólo puede usarse una vez. Así que no la caguéis más"

- "Vale, ¿qué tenemos que hacer?"

- "Tenéis que formar un círculo a su alrededor y empezar a gritar a la vez estas palabras que os he anotado en este papel" – Dijo mientras se materializaba un papel en mis manos.

Todos nos colocamos en círculo alrededor del cuerpo de Raoul, y empezamos a gritar las palabras:

-"¡¡¡RepescaRaoul... RepescaRaoul... RepescaRaoul!!!"

Raoul abrió los ojos y se levantó ante nuestras atónitas miradas.

Me dejé llevar por la emoción y me lancé a sus brazos dándole un morreo de 7 segundos y dos décimas, que obviamente él me devolvió porque nadie se resiste a mis besos.

- "Agoney, hemos tardado 14 capítulos en besarnos. En otros fanfics ya irían por el noveno polvo"

RAGONEY,  SOY TU PADREWhere stories live. Discover now