RAGONEY, SOY TU PADRE

19. Bienvenidos al infierno

Una música de concurso de televisión a todo volumen nos despertó de nuestra siesta.

- "A jugaaaaaaaaaaaaaaaaar" – Decía Rickoney

- "¿Qué coño quieres ahora, Rickoney?"

- "Se acabaron ya las tonterías, hoy os traigo una prueba de fuego. Hoy vais a ir... Al infierno. Pero no un infierno cualquiera, noooo... Hoy vais a conocer... el infierno de los fandoms!!"

- "¿De los qué?"

No le dio tiempo a respondernos, un huracán profesional ya se estaba formando y nos llevó a un pasillo muy similar al de los fanfics de la otra vez.

- "¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora?"

- "¡Papá!" – Dijo Ragoney en mi cabeza – "Tenéis que pasar al otro lado. Pero mucho cuidado con las puertas laterales. Son la de los fandoms. Pero algunos no son fans cualquiera. Algunos son la parte más radical, los más peligrosos, los más dramáticos... Que dios os pille confesaos..."

No entendíamos ni una puta palabra, pero bueno, ya que estábamos, pues empezamos a caminar.

De repente, me fijé en algo que había en el suelo.

- "¡Anda! ¡Es una peineta de esas que lleva mi tía en las bodas!"

- "¡No papá! ¡No toques eso!"

- "Y qué va a pasar si la cojo?" – Dije recogiéndola del suelo.

De repente, varias personas me rodearon. Llevaban un brazo recostado sobre la cabeza. Me miraron y empezaron a gritarme:

- "¡Peineta de Agoney! ¡Peineta de Agoney!"

No entendía qué coño pasaba y del susto que me pegué, la dejé caer al suelo. A lo que empezaron a gritarme:

- "¡Que la ha tirado! ¡Maleducado! ¡Niñato!"

Raoul me sacó de allí tapándome con su chaqueta. Ya que estaba, pues me la puse, que hacía frío.

En ese momento, miles de gritos retumbaron a nuestro alrededor:

- "¡Que lleva su chaqueta! ¡Que son novios! ¡Que son tontísimos!"

Una Pqña figura apareció, nos tiraba del brazo mientras nos decía: "¡Que sois primos! ¡Que sois primooooos!"

- "Agoney, ¿de qué va todo esto?" – Preguntó Raoul mientras avanzaba escondido detrás de mi.

- "No lo sé, Raoul, pero cada vez que nos acercamos, los gritos aumentan, aléjate que no tengo ya más tímpanos..."

Raoul me hizo caso y se hizo un poco para la derecha. Pero eso fue mucho peor...

- "¡QUE RAOUL SE HA QUITADO DE DETRÁS! ¡QUE YA NO LE SIGUE! AHHHHHHHHHHHHHHHH"

- "Dios mío, Raoul, no avancemos más"

- "QUE LE HA BLOQUEADO... EL PASO! ALARMA MÁXIMAAAAAA"

Empezaron a sonar sirenas y los gritos aumentaron. Aquello era realmente un puto infierno, pero nuestros compañeros no lo estaban pasando mejor.

- "Miriam,  ¿Quienes son esas personas que están pintando en la pared a tu paso?"

- "No sé, se ponen a pintar serpientes. No sé qué las pasa"

Eloise Sapeda le pasó un brazo por el hombro en señal de apoyo. Cuando las personas que pintaban vieron eso, no pudieron asimilarlo y les explotó la cabeza, desapareciendo en el acto.