79

12.8K 766 195
                                    

Estaba comiendo palomitas mientras veía la televisión con Sabrina como vaga. Pasábamos las vacaciones en casa, no queríamos salir. Nos daba mucha pereza salir afuera con el frío que hacía.

-Tengo piss -dijo Sabrina de la nada.

-Vete al baño -respondí con obviedad.

-Vale pero no te comas todas las palomitas.

-Si, si.

Mientras veía la televisión, sentí algo vibrar en mi trasero. Me levanté y vi que era mi móvil. Lo cogí y encendí la pantalla. El nombre de Zack aparecía en la pantalla.

-Hola Zack.

-Hola Rebecca.

-¿Qué tal estás amor? -hubo un pequeño silencio entre nosotros-. ¿Zack?

-Quiero que vengas a mi casa ahora mismo -tenía la voz muy nerviosa.

-Vale -fruncí el ceño-. ¿Pasa algo?

-Cuando llegues, te lo contaré todo.

-Zack, me preocupas. ¿Qué pasa? -rápidamente, él colgó la llamada-. ¿Zack? ¿Hola?

Suspiré. No se porque pero estaba preocupada. Me levanté del sofá y me puse los zapatos lista para salir.

-¿A donde vas? -escuché la voz de Sabrina detrás mía.

-Me voy a la casa de Zack, ahora vengo -abrí la puerta.

-¿Me vas a dejar sola?

-Están mis hermanos, puedes jugar con ellos.

-No quiero -negó como una niña-. Quiero que tu estés conmigo.

Rodé los ojos. Sabía lo que Sabrina quería. Solo quería ir conmigo.

-Puedes acompañarme -suspiré cansada.

-Que buena amiga eres.

Rápidamente puso los zapatos y salimos de casa. Mientras íbamos hacia la casa de Zack, Sabrina empezó a molestarme preguntando porque iba a la casa de Zack. No podía aguantar más y se lo conté todo.

-A sí que, quiere hablar contigo.

-Si -dije-. Creo que será importante lo que me va a decir.

-¿Por qué lo dices?

-La manera cuando me dijo que viniera a su casa... No se, parecía que estaba nervioso.

-Que extraño.

-Esto me preocupa mucho.

Ya habíamos llegado la puerta de su casa. Toqué el timbre y él abrió la puerta. Al abrir la puerta, tenía la cara serio y a la vez nervioso.

-Hola Zack, querías hablar conmigo -dije preocupada.

-Si. Veo que vienes acompañada -dijo mirando a Sabrina-. Quería que vinieras tu sola sin nadie.

-Tranquilo, no molesto -intervino Sabrina.

-Si que molestas -dijo él.

-Sabrina, espérame afuera ¿si?

-Si anda, con el frío que hace -se quejó.

-Por favor -suplique-. Haz lo por mi.

-Vale -suspiró enojada-. Pero no tardes tanto.

-Lo que tu digas -respondí con una sonrisa.

Entré en su casa, él cerró la puerta y se acercó rápidamente hacia mi.

-Bueno... ¿Qué es lo que más querías decir?

-Primero, no te enfades.

-Vale -fruncí el ceño.

-Mejor siéntate.

-No, prefiero estar levantada -dije-. ¿Qué pasa Zack?

-No se como decírtelo sin que te duela.

Mis preocupaciones se aumentaron aún más al escuchar eso.

-Me da igual, dime lo que me tienes que decir -dije con la voz temblorosa.

-Me voy a Inglaterra -soltó en seguida.

Me quedé con los ojos grandes. ¿¡Qué!? ¿¡Se iba a Inglaterra!?

-¿Qu-que? -dije con los ojos a punto de llorar.

-Lo siento mucho -dijo con la mirada baja.

-¿Cuanto tiempo llevabas escondiendo esto?

-Dos meses -murmuró.

-¿Por qué no me lo has dicho desde el principio?

-No sabia como decírtelo, no quería que sufrieras.

-¿Cuando volverás? -dije aguantando mis lagrimas.

-No lo se -en seguida se acercó hacia mi-. Lo siento muchísimo Rebecca, no sabes cuanto me duele verte así.

-No te acerques -dije dando pasos hacia atrás-. Me vas a dejar sola.

-Claro que no, te estaré hablando por Skype.

-Con eso no me basta -dije cubriendo mi cara con la palma de la mano.

-No te pongas así, volveré -me abrazo por la cintura.

-No me toques -dije quitandome las lágrimas.

No podía aguantar un minuto más, salí de su casa corriendo. Escuché como Zack me llamaba, hice la sorda. Corrí lo mas lejos posible.

-Sabrina -me acerqué hacia ella con los ojos rojos de tanto llorar.

-Rebecca, ¿qué te ha pasado? ¿por qué estas llorando?

-Zack, se va a ir a otro país.

-¿Qué? Pero... ¿por qué?

-No lo se -empecé a soltar lagrimas.

-Tenemos que hacer algo para que no se vaya.

-Es inútil, se irá igual. A saber si volverá -dije mirando al suelo mientras se me caían lágrimas-. No creo que vuelva.

-No digas eso.

-Es la verdad, me va a dejar sola.

No podía evitar de llorar. Me dolía mucho, no quería que fuera a otro país. Amaba con todo mi alma a Zack, la verdad no podía imaginar sin él.

Enamorada De Un AcosadorWhere stories live. Discover now