Estaba comiendo palomitas mientras veía la televisión con Sabrina como vaga. Pasábamos las vacaciones en casa, no queríamos salir. Nos daba mucha pereza salir afuera con el frío que hacía.
-Tengo piss -dijo Sabrina de la nada.
-Vete al baño -respondí con obviedad.
-Vale pero no te comas todas las palomitas.
-Si, si.
Mientras veía la televisión, sentí algo vibrar en mi trasero. Me levanté y vi que era mi móvil. Lo cogí y encendí la pantalla. El nombre de Zack aparecía en la pantalla.
-Hola Zack.
-Hola Rebecca.
-¿Qué tal estás amor? -hubo un pequeño silencio entre nosotros-. ¿Zack?
-Quiero que vengas a mi casa ahora mismo -tenía la voz muy nerviosa.
-Vale -fruncí el ceño-. ¿Pasa algo?
-Cuando llegues, te lo contaré todo.
-Zack, me preocupas. ¿Qué pasa? -rápidamente, él colgó la llamada-. ¿Zack? ¿Hola?
Suspiré. No se porque pero estaba preocupada. Me levanté del sofá y me puse los zapatos lista para salir.
-¿A donde vas? -escuché la voz de Sabrina detrás mía.
-Me voy a la casa de Zack, ahora vengo -abrí la puerta.
-¿Me vas a dejar sola?
-Están mis hermanos, puedes jugar con ellos.
-No quiero -negó como una niña-. Quiero que tu estés conmigo.
Rodé los ojos. Sabía lo que Sabrina quería. Solo quería ir conmigo.
-Puedes acompañarme -suspiré cansada.
-Que buena amiga eres.
Rápidamente puso los zapatos y salimos de casa. Mientras íbamos hacia la casa de Zack, Sabrina empezó a molestarme preguntando porque iba a la casa de Zack. No podía aguantar más y se lo conté todo.
-A sí que, quiere hablar contigo.
-Si -dije-. Creo que será importante lo que me va a decir.
-¿Por qué lo dices?
-La manera cuando me dijo que viniera a su casa... No se, parecía que estaba nervioso.
-Que extraño.
-Esto me preocupa mucho.
Ya habíamos llegado la puerta de su casa. Toqué el timbre y él abrió la puerta. Al abrir la puerta, tenía la cara serio y a la vez nervioso.
-Hola Zack, querías hablar conmigo -dije preocupada.
-Si. Veo que vienes acompañada -dijo mirando a Sabrina-. Quería que vinieras tu sola sin nadie.
-Tranquilo, no molesto -intervino Sabrina.
-Si que molestas -dijo él.
-Sabrina, espérame afuera ¿si?
-Si anda, con el frío que hace -se quejó.
-Por favor -suplique-. Haz lo por mi.
-Vale -suspiró enojada-. Pero no tardes tanto.
-Lo que tu digas -respondí con una sonrisa.
Entré en su casa, él cerró la puerta y se acercó rápidamente hacia mi.
-Bueno... ¿Qué es lo que más querías decir?
-Primero, no te enfades.
-Vale -fruncí el ceño.
-Mejor siéntate.
-No, prefiero estar levantada -dije-. ¿Qué pasa Zack?
-No se como decírtelo sin que te duela.
Mis preocupaciones se aumentaron aún más al escuchar eso.
-Me da igual, dime lo que me tienes que decir -dije con la voz temblorosa.
-Me voy a Inglaterra -soltó en seguida.
Me quedé con los ojos grandes. ¿¡Qué!? ¿¡Se iba a Inglaterra!?
-¿Qu-que? -dije con los ojos a punto de llorar.
-Lo siento mucho -dijo con la mirada baja.
-¿Cuanto tiempo llevabas escondiendo esto?
-Dos meses -murmuró.
-¿Por qué no me lo has dicho desde el principio?
-No sabia como decírtelo, no quería que sufrieras.
-¿Cuando volverás? -dije aguantando mis lagrimas.
-No lo se -en seguida se acercó hacia mi-. Lo siento muchísimo Rebecca, no sabes cuanto me duele verte así.
-No te acerques -dije dando pasos hacia atrás-. Me vas a dejar sola.
-Claro que no, te estaré hablando por Skype.
-Con eso no me basta -dije cubriendo mi cara con la palma de la mano.
-No te pongas así, volveré -me abrazo por la cintura.
-No me toques -dije quitandome las lágrimas.
No podía aguantar un minuto más, salí de su casa corriendo. Escuché como Zack me llamaba, hice la sorda. Corrí lo mas lejos posible.
-Sabrina -me acerqué hacia ella con los ojos rojos de tanto llorar.
-Rebecca, ¿qué te ha pasado? ¿por qué estas llorando?
-Zack, se va a ir a otro país.
-¿Qué? Pero... ¿por qué?
-No lo se -empecé a soltar lagrimas.
-Tenemos que hacer algo para que no se vaya.
-Es inútil, se irá igual. A saber si volverá -dije mirando al suelo mientras se me caían lágrimas-. No creo que vuelva.
-No digas eso.
-Es la verdad, me va a dejar sola.
No podía evitar de llorar. Me dolía mucho, no quería que fuera a otro país. Amaba con todo mi alma a Zack, la verdad no podía imaginar sin él.
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Enamorada De Un Acosador
Short StoryCuando Rebecca comienza a ser acosada por whatsapp, el miedo invade su vida. Su único objetivo es descubrir quien es su acosador. Pero a medida que los acosos comienzan a intensificarse, Rebecca se da cuenta de que en su interior comienzan a alberga...