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Llevaba más de una hora manejando y aún no podía sacarse de la cabeza las palabras de Patrick, no era un te amo, pero era un te quiero, palabras significativas para alguien en las fuerzas, los sentimientos estaban presentes como de jóvenes, pero no la misma valentía para decirlas después de tantos años, literalmente salio corriendo  en cuanto escucho eso, hubiera quedado como tonta si Mike y Lizzie no le hubieran llamado para encargarle algo, fue en el momento preciso, así que fue la justificación perfecta para irse, aún no olvidaba la cara de Patrick al decirlo, sus ojos reflejándola, su sonrisa y la forma de pronunciar ambas palabras, era como si nada hubiera cambiado entre ellos, aún que la verdad era que habían pasado tantas cosas. Respiro profundo dando la vuelta y entrando a la privada, ahí vivían primero ella y Mike, unas cuantas cuadras después Robín, la casa de Marcelo estaba más alejada y no en esa parte de la ciudad, Lizzie vivía en el centro, donde era un caos, Jeremy por su parte vivía en otra privada, su casa estaba en esa calle principal, solo que hasta el final, las casas eran las mismas, pero la suya era la mejor, al menos para ella, su tejado negro resaltaba entre las casas, el blanco con tonos grises hacía buena combinación, el césped verde con flores a los costados y arbustos haciendo de barda entre el camino de grava era perfecto, la barda era en color blanco con barandales negros, abrió el portón eléctrico y entro despacio estacionando donde comenzaba el techo, no tenía cochera cerrada solo era un techo a lado de la casa la única pared era la de la casa en ventanales corredizos, dos muros  del otro lado y después un pequeño espacio donde tenía su invernadero, detrás como jardín era grande, tenía variedad de plantas, flores y vegetales, una alberca en el fondo con una barra, un árbol enorme dando sombra del otro lado y la puerta que separaba el jardín de ella y de Mike, bajo de la camioneta aliviada, su espalda le dolía por estar así, bajo las mochilas y entero, si ellos estaban con Mike quería decir que su casa estaba abierta, la sala y el comedor era un concepto abierto, paredes grises claro, piso blanco y brillante, alfombra debajo de la mesa de la sala, sofás de cuero y una mesa de cristal, un televisor colgando de la pared, dos floreros enormes a cada lado y una mesa con reproductor de música, en el comedor, una mesa de cristal con sillas blancas a juego, dos ventanas al frente mirando al jardín delantero y otras al jardín lateral, pero solo era una fuente de luz pues el espacio de ese lado era de dos metros, tres arañas a lo largo de la sala y comedor, la cocina del lado del comedor, mesa de madera, isla en el medio con la estufa, barras en las paredes y alacenas arriba, un ventanal corredizo al jardín, un cuarto de juegos para los chicos y ella, las escaleras encima del baño y un cuarto de limpieza, en la segunda planta solo estaba habitación y dos de visitas, era cómoda y muy pequeña para ella, dejo las cosas en su habitación y se cambio de ropa, después bajo con las cosas que encargaron y salio de la casa.

—Cuantas veces haz quemado la carne.— dijo cuando entro a la casa de Mike, todos la miraron rápidamente, se miraba algo lastimada, pero bien, su rostro aun tenía las cicatrices pero no de la misma manera.

—Pues no muchas, pero creo que esta bien.— dijo él dejando de lado el tenedor y la cerveza, la abrazo mientras los demás se ponían de pie.

—No.— dijo antes de que la abrazara— Tengo más de una semana sin poder recargarme en mi espalda y así quiero seguir hasta que me cure.— aclaró ella.

—¿Pues que paso?— pregunto volviendo a su lugar, Siena vio a todos sentarse de nuevo y camino a tomar una cerveza, suspiro pensando en todo.

—Resultó que el Capitán a cargo, un hombre perfecto y correcto, no era tan correcto...— dijo sentándose frente a Jeremy, chocó puños con él y poso sus codos en la mesa— Era quien se encargaba de rodear el área donde estaba la venta de armas, así que era la cuartada perfecta, controlaba todo.— dijo ella.

—Entonces era desde adentro... —comento Lizzie tumbada literal en la mesa.

—Si, no me di cuenta hasta que...— se quedo callada, estaba por decirles lo de Patrick y ella, pero no supo si decirlo o no, después de todo ellos sabían cada cosa que paso con Patrick y con los demás, le tenían algo de rencor y la apoyaban en todo pero eso era una cosa muy diferente— Digamos que paso algo... Algo muy privado, me tomaron por sorpresa y me golpearon, quede inconsciente y desperté en una habitación...— comenzó a contarles todo lo que había pasado después de eso, ninguno hizo comentario mientras ella explicaba, estaban atentos a todo y de una manera muy cómica.

Fuerzas Especiales: Siena [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora