Capitulo 2

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He caminado más de dos horas y este sendero parece interminable, lo bueno es que el camino está en medio del bosque por lo que la sombra de los árboles me tapan de las luz del sol, ya que es medio día y el sol a esta hora es muy fuerte y a demás tengo hambre, menos mal que me dio por comprar comida para el viaje.

...

Ya he recargado energía y voy trotando para llegar a la cabaña, pero me he dado cuenta que hay muchos avisos con advertencias de bestias y criaturas mágicas.

- Que raro.

Estoy muy cerca de la cabaña y veo dos bestias mágicas atacando a una pareja y lo único que se me ocurrió en ese momento fue agarrar mi maleta de viaje y tirársela a la criatura que está atacando al hombre, este se va volando por causa del impacto de mi maleta junto a la otra bestia mágica que se lleva consigo a la mujer. Sin pensarlo dos veces creo unas criaturas de agua para que los sigan y saber hacia donde se dirigen. 

-Por favor salve a mi esposa.- Me dice el hombre con mucho desespero y con una mirada que me parte el alma. Me acerco a él y veo que tiene una herida en el brazo derecho, otra en el pecho en forma diagonal y unos cuantos rasguños por la cara.

- Tranquilo no se preocupe he enviado unas criaturas de agua para que los siguieran, ellas son como mis ojos, por ahora parare le hemorragia del brazo y del pecho.- Esto se lo digo mientras le saco la ropa de la parte superior y después ir por mi maleta y sacar un pequeño botiquín.

- No, yo no importo, por favor mi esposa... salvela.- Se le dificultaba hablar y estaba a punto de llorar.

- Confíe en mí, la salvare, además no me voy a demorar solo desinfectare y vendare, así que por favor le pido que pueda guardar la calma.- cuando terminé de decir esto ya estaba empezando a vendar, no podía hacerlo con calma tenia que apurarme, al menos me alegro tener experiencia en vendar rápido.

- Listo, prometo salvarla así que quédese ahí.- Se lo dije en forma de orden, pero es que no calculo como hablo cuando estoy en una situación así.

Cuando él me iba a decir algo yo ya me había ido, el tiempo es oro y no puedo desperdiciarlo. En mi mano creo una pequeña esfera de agua y enseguida veo a las dos bestias mágicas, que ya no van volando sino saltando de árbol en árbol. 

Perfecto solo debo saber en donde están mis criaturas de agua aunque es muy sencillo para mi saber eso ya que estas criaturas son parte de mí como si fueran otra extensión de mi cuerpo.

Me dirijo hacia ellos, debo tener cuidado estas bestias pueden tomar forma humana y son muy inteligentes, o eso decía uno de los letreros. Ya puedo verlas estoy justo detrás de ellas, pero se dan cuenta de mi presencia y la bestia que atacó al hombre viene hacia mi, mientras la otra se va.

- Nunca creí que nos pudieras alcanzar.- ¡Wow! también hablan eso no me lo esperaba.

Este se lanza de frente a mi para darme un golpe directo que yo esquivo saltando y dándole un puñetazo en toda su cabeza para así dejarlo un poco aturdido e irme corriendo en dirección donde se fue el otro.

Debo apurarme, puedo verlo a través de mi esfera de agua, aún tiene a la mujer pero en el lugar que están no hay tantos árboles y me será difícil atacarlo y rescatarla al mismo tiempo.

Estaba detrás de unos arbustos observando el panorama no quería salir aún, me tocaba tantear el terreno pero hay algo aquí que no me cuadra, la actitud de la mujer es demasiado tranquila y en su rostro intenta demostrar miedo pero no le sale, en cambio la bestia mágica solo está observando todo como esperando algo ¿Será que esta esperando a la otra bestia? menos mal que cuando llegue acá envié a mis criaturas de agua hacia la otra bestia mágica para poder observarla.

Estoy mirando a través de la esfera y no puedo creer lo que estoy viendo, me levanto y salgo de mi pequeño escondite y los dos me voltean a mirar.

- ¿Quiero que me digan que son?- Declaré con firmeza.

- Mmmm ¿Pero que dices?- Me preguntó bastante desconcertado. 

-  La señora que me envió, me dijo que había una pareja viviendo en una cabaña debajo del cedro y que esa pareja serían mis navegantes si cumplía sus estándares. En otras palabras me harían una prueba, y que conveniente que tan pronto llegué estaban dos bestias mágicas atacando a una pareja. Cuando ustedes se fueron volando, el hombre estaba herido y fui a desinfectar sus heridas pero estas ya estaban empezando a sanar y en un ser humano eso es imposible, ademas...- Cree otra vez la esfera de agua y en ella se podía apreciar al hombre y a la otra bestia conversando. Deshice la esfera y mire a la bestia mágica que se reía y la muchacha se tapaba la boca intentando no reír.

- ¿Se puede saber que es tan gracioso?- Pregunte irritada por su comportamiento.

- Jajajaja ven síguenos y te responderé tus inquietudes.- Me respondió mientras cogía en brazos a la mujer y se iba saltando de árbol en árbol.

Estaba de pie en frente de las dos bestias mágicas y la supuesta pareja que en realidad son hermanos, hijos de las dos bestias mágicas y son los navegantes, ellos proveen apoyo para el examen de cazador, como este examen cambia cada año, ellos son los únicos que saben el lugar exacto, guiando a los aspirantes hacia el lugar, siempre y cuando estos estén calificados para el examen del cazador. 

- Irasema-dono, fuiste capaz de darte cuenta que esto era una prueba y que nosotros no somos humanos.- Me decía el hijo.- Demostraste que eres una persona muy observadora a tu entorno, ademas de que ya sabes manejar el Nen, así que pasas.- Me decía con una gran sonrisa y los demás asentían a todo lo que él dijo.

- Muchas gracias.- Estaba muy asombrada pero a la vez feliz. 

¡Examen de cazador aquí voy! 

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