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Capitulo 9

  - Valla pero miren que tenemos aquí, una linda damisela, hace tiempo no nos veíamos, Irasema.- Habló uno de los prisioneros.

- ¡Tu! - Lo mire con rabia.- Pensé que estabas muerto.

- Pues para que veas, la próxima vez que vallas a matar a alguien asegúrate de que quede bien muerto.- Su voz mostraba burla e ira. 

Mijaíl Barzaga Arguelles, es su verdadero nombre pero mejor conocido como "el doctor" por haber cursado la carrera de medicina, aunque la ejerció clandestinamente, involucrándose con una de las pandillas más peligrosas en las favelas de Rio de janeiro.

El participante número 57 solo nos miraba con cara de "¿qué carajos pasa aquí?" Querido, no querrás saber.

- Aja ¿y cual es la prueba?- Preguntó mi "compañero" para distensionar un poco el ambiente.

-Como ya oyeron nosotros estamos a cargo de este combate.- Habló el otro prisionero que no tengo ni idea de quien es.- Pelearan uno contra uno y las peleas serán a muerte.- Sonrió cínicamente y Mijail solo se ria.- El primero seré yo ¿quien se enfrentara a mi?

Yo no me iba a enfrentarme a él, por lo que me hice a un lado. El participante 57 me volteo a mirar a ver si yo me enfrentaba con ese grandulon pero le negué con la cabeza, este solo tragó saliva y se encaminó hacia su encuentro.

Ese prisionero se divirtió matando a golpes al aspirante 57. Ese tipo es un sanguinario con razón esta pagando 196 años de prisión por varias masacres, se caracterizó por matar a sus víctimas a golpes, esto lo sé porque él mismo lo dijo mientras golpeaba al otro.

Este se regresó a su sitio, mientras Mijaíl avanzaba al igual que yo.

- Pero cuanto has crecido, ya eres toda una mujer. Acaso esto no se te hace nostálgico.- Dice mientras recorre con la mirada el lugar.- Se parece mucho donde te entrenábamos.- Lo decía con fingido tono de melancolía.- Pero aún así después de todo lo que te enseñamos... porque lo que tu sabes, nos lo debes, en especial a mí.- Se levantó la camisa de la prisión y me señaló su pecho, donde tenía una gran cicatriz.- Pero aún con todo, nos pagaste matándolos a todos y a mi dejándome casi muerto. Aunque reconozco que fuiste demasiado astuta atacándonos con la guardia baja, después de haberte ganado nuestra confianza, por que nosotros creímos en ti. Eres toda una actriz.

- ¡Valla! no sabia que fueras alguien tan rencoroso.- Si las miradas matarán ya estaría tres metros bajo tierra.- Mi padre fue un apostador compulsivo y por culpa de ello le debía dinero a muchos, pero sobre todo a la pandilla más peligrosa de todo Rio de janeiro, la temida "Mungaki" y que hizo este hombre, pagar su deuda con su hija de no más de ocho años de edad, entregándola a la pandilla Mungaki, donde la convirtieron en su esclava y esa niña para sobrevivir fingió estar de acuerdo y colaborar en todo para ganar confianza y después apuñalar por la espalda, esa niña que ahora es una mujer esta al frente del único sobreviviente a su ataque.- Finalice con una sonrisa de oreja a oreja. 

- Eres una maldita juro que te matare juro que te...- No lo había dejado terminar cuando me había posicionado detrás de él para poder torcer su cuello. Lo solté y su cuerpo se desplomó en el suelo.

- Es una mala maña que tengo, jamás dejo que terminen sus comentarios, tal vez deba corregir eso... o tal vez no.

- Haz sido la única en pasar esta parte de la prueba, puedes continuar.- Decía la voz a través del parlante mientras se abría una puerta a mi derecha en la cual me encaminé. 

...

Voy por un pasillo muy oscuro, no veo casi, y de la nada se abre una puerta cegandome por la cantidad de luz que entran en mis ojos.

- Irasema Rodríguez, aspirante número 398, es la cuarta en pasar. Tiempo 12 horas y 13 minutos.- Habló otra voz por un parlante pero esta parecía la de un robot. 

Entré al salón que era iluminado por antorchas, veo a Hisoka jugando cartas con Gittarackur, y al participante 204 que si no mal recuerdo su nombre es Hanzo, está recostado contra la pared. 

Me senté retirada de ellos, descargue mi maleta en el suelo y me eché a descansar dándoles la espalda bajo la atenta mirada de todos.

Ya había pasado un buen rato y estaba muy, pero muy aburrida, ya estaba cansada de ver como Hisoka y Gittarackur se entretenían jugando aún con las cartas, me levanté y me acerque a ellos.

- Hola ¿me puedo unir a su juego? es que estoy aburrida.- Estos me voltearon a ver.

- Claro.- Me contesto Hisoka analizándome de pies a cabeza. 

- Gracias.- Le sonreí e Hisoka me miró pervertidamente. Hago de cuenta que no me he dado cuenta y me siento junto a ellos.- Veo que han estado jugando solo poker y que tal si, jugamos poker indio de dos cartas.- Los dos me miraron interesados.

- Dinos las reglas del juego.- No sé porque Hisoka me pide eso si se nota que es una persona que sabe del tema, este solo me mira divertido.

- Bueno las reglas son simples, se usará una baraja sin comodines y sin cartas con caras.- Comencé a sacar las que había mencionado para dejarlas aun lado.- Cada uno tendrá una carta que podemos mirar, la segunda carta no la podremos mirar, solo la ponemos en la frente, para que los demás la vean. En otras palabras, se tiene una visible y una escondida, con esas dos cartas es con lo que se juega. 

La mano mas fuerte siempre será un par, en el cual ambos números coincidan o que las dos cartas sean del mismo palo (mismo símbolo). 

La mano más débil es un "cerdo" donde ni los números ni los palos (símbolo) coinciden. 

Si todos tenemos la misma mano, el número más alto gana. ¿Que les parece? - Estos asienten con la cabeza.- Listo, necesitaremos un repartidor, ¿Qué tal tú?.- Le pregunté a Gittarackur y él solo coge el mazo de cartas.

- ¿Por que él? yo podía hacerlo.- Se quejaba Hisoka como si fuera un niño ¡que horror!

- No, prefiero que sea él, tu tienes cara de hacer trampa en todo.- Le dije seria pero con tono divertido, este solo bufo.