Capitulo 3

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La hermana del hombre que yo curé se transformó en una bestia mágica para llevarme a el examen del cazador. Me agarré de sus patas y esta extendió sus brazos para poder volar. En el trayecto hablamos un poco y ella me contó que su raza se llama kiriko.

Estamos en ciudad Zaban, ella iba adelante de mí con un trozo de papel, que al parecer era la dirección para poder llegar al lugar del examen, en cambio yo, estaba maravillada con el lugar, estaba lleno de vendedores y todos vendían cosas exóticas o poco comunes, muy hermosas sobre todo las joyas pero muy caras, mi navegante le tocó llamarme para que me apurara y dejara de ver tales maravillas.

Voy entrando en un restaurante, ¿pero que diablos hago en un restaurante? ella habla con el chef y dicen algo que al parecer es una clave, este nos dice que sigamos a la habitación de atrás, al llegar ahí, ella me dice que espere aquí.

- Uno de cada diez mil es el número de aspirantes que llegan hasta aquí. Lo has hecho muy bien.- Me sonríe calidamente. 

- Muchas gracias, por todo.- Le sonreí de la misma manera y extendiendo mi mano para que ella la estrechara lo cual hizo. 

Al ella salir y cerrar la puerta, la habitación se empezó a mover, mis nervios y ansiedad están a toda. El ascensor se detuvo y se abrieron las puertas dejando ver a muchos participantes, pero estos no son como los que vi en el barco, el puerto o la ciudad, estos son expertos en una ciencia especial, cada uno es un maestro; pero si verse tétrico es parte del examen, todos van muy bien.

- Hola, aquí tienes,- Me dice una rana con smoking, entregándome una ficha con el numero 398,- Asegúrese de llevar esto en su pecho en todo momento, tenga cuidado de no perderla.- Y se va desapareciendo de mi vista. 

Caminé hacia ningún lugar en especial. Iba distraída mirando a todos y sobre todo a un tipo vestido de arlequín que no me di cuenta que al frente había alguien y choque con este, alce mi vista y vi a un tipo lleno de agujas, de solo verlo mi piel se erizó, entre todos los que hay aquí este me causa terror aunque en mi rostro no demostré nada, solo lo miré con cara seria, no debo mostrar ningún signo de debilidad. Este solo me miró.

- Lo lamento, no estaba prestando atención por donde caminaba, por lo que no te vi.- Me excusé.

- ..... No importa.- Me dijo después de una pausa. ¿Es un robot? su voz salio robótica.

Cada día pierdo más mi fé en la humanidad. 

- Bueno con permiso.- Él se hizo a un lado para que yo pueda pasar, al menos es alguien decente. Me fuí a paso tranquilo hacia unos tubos que visualicé para poder sentarme y descansar.

No me lo puedo sacar de la cabeza a ese hombre y no sé por que, pero de lo único que estoy segura es que no lo quiero ni cerca, él le da un nuevo significado a la palabra tétrico. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien estaba al frente mío.

- ¡Hey! eres una novata ¿No es así? bueno lo digo por que yo soy un veterano...- Este tipo tiene cara de puro hipócrita.- Veo que estas cansada, de seguro que es por el viaje y con esa gran maleta debes tener sed, así que ten esta soda para que te refresques.- Me dijo mientras acercaba la soda con una sonrisa estúpida en la cara.   

- No gracias, no la quiero.- Al parecer no le gustó mi respuesta, me iba a decir algo pero me adelante.- Detesto las personas que son tan amables y empalagosas, por que estas son las más hipócritas de todas, así que no gracias no la quiero.- Después de decir eso se perdió de mi vista, creo que ahora si podré descansar.

En la posición en la que me encuentro, estoy lo más de tranquila descansando hasta que un grito desgarrador me interrumpe de mi siesta, al parecer un hombre chocó con el arlequín y no se disculpó, y este ser de luz con toda la tranquilidad le va deshaciendo los brazos convirtiéndolos en pétalos de flores. Algo muy casual.

Otro sujeto con el cual no me debo involucrar.

Después de unos cinco minutos, apareció un hombre con cabello color lila, peinado con la raya en el medio y bigote, comenzó a darnos indicaciones y decirnos que el número de aspirantes en la primera etapa es de 404, para lo ultimo decir que solo teníamos que seguirlo. Este empezó a andar y todos le seguíamos el paso, esta prueba a simple vista se ve fácil pero la presión psicológica de no saber cuanto nos toca andar es impresionante.






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