Capitulo 7

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Algunos aspirantes se soltaron antes de tiempo yendo a una muerte segura, otros decidieron no hacer la prueba renunciando al examen.

Los chicos volvieron y solo faltaba poner a hervir los huevos pero estos no se cocinan como los de gallina tienen un tiempo diferente pero el problema es que ninguno de nosotros sabe cuanto es.

- Chicos ¿Ya es hora? - Preguntaba Leorio.

- No, un rato más.- Decía Kurapika.

- Ni siquiera sé cuanto tiempo se requiere para cocinar un huevo normal.- Contestó Killua.

- Pues yo te doy la razón.- Le dije.

Después de un minuto Buhara dijo ha-uh y todos sacamos los huevos al mismo tiempo, al parecer esto no le gusto a Menchi ya que le reclamaba a Buhara de que eso fue muy obvio. 

Estaba degustando el huevo cuando Menchi se me acerca.

- Hola, participante número 398 ¿Me puedes decir tu nombre? - Me pregunta Menchi.

- Irasema, Irasema Rodríguez. ¿Que pasa?

- Nada, solo quería decirte que tienes agallas, y que espero te conviertas en una gran cazadora, ojalá en una gourmet.- Me guiña el ojo y se va, yo solo le sonreí y seguí disfrutando de semejante manjar. Tal vez si me convierta en una cazadora Gourmet, bueno... ¿Quien sabe?

- Creo que iré por más, esto esta muy rico y tengo hambre.- Me disponía a ir pero Killua y Leorio no me dejaron, llevándome a rastras de nuevo hacia el dirigible mientras Gon y Kurapika se reían de la escena.

Estábamos dentro del dirigible donde este nos llevaría a la tercer fase. El señor Netero nos mandó a reunir a todos.

- Déjenme presentarme ante los 42 aspirantes restantes. Soy Netero, el presidente del comité de selección del examen de cazador de este año.

¿42 aspirantes?, hay más de lo que me imagine.

- Yo soy su secretario, Beans.- Dijo la rana con smoking que me entrego la ficha al inicio del examen.

Deje de prestar atención, tenía mucho sueño y me estaba durmiendo ahí de pie, Kurapika se dio cuenta de mi estado e hizo que me apoyara en ella, es una chica muy inteligente y dulce, pero he notado que no se le ve nada de senos, debe ser una chica plana.

Cuando el presidente terminó de hablar Kurapika me movió un poco para que volviera a la realidad y buscar un lugar donde descansar.

- Oigan, ¿Donde están Gon y Killua?.- Pregunté mientras los buscaba con la mirada pero no podía verlos.

- Tranquila, se fueron a explorar.- Me respondió Kurapika para que me relajara.

- No puedo creer que tengan tanta energía esos dos.- Dije soltando un bostezo.

- Lo mismo dije.- Me decía Leorio mientras volteaba a verme ya que estaba adelante de mí.

Nos fuimos a recostar contra una pared, yo me acosté en el suelo y puse mi maleta como almohada, cayendo a los brazos de morfeo.

- Margot, Margot, despierta. Abre los ojos por favor... MARGOT... No, no me dejes por favor, ábrelos, Margot....

Me levanté de golpe, estaba sudada y tenía la cara llena de lágrimas.

- Otra vez ese sueño.- Dije en un susurro, me volví a recostar intentando despejar mi mente y es que no lo entiendo cada vez que duermo, sueño lo mismo pero solo recuerdo ese fragmento, esa parte en la que ese hombre me llama tan desesperadamente y aunque no sea mi nombre siento que es a mí a quien llama, lo malo, es que en el sueño no veo nada, todo es oscuro y la voz de ese hombre suena cada vez más lejos hasta que despierto con una profunda tristeza y con ganas de llorar, hasta siento cansancio y un sentimiento como si estuviera perdiendo algo valioso.

Me levanté con cuidado ya que todos estaban dormidos pero me di cuenta que Gon y Killua no estaban, por lo que decidí ir a buscarlos. Caminaba por los pasillos y no había ni un alma. Después de dar vueltas me encontré con Killua.

- Killua, ¿que haces aquí? y ¿donde esta Gon, a caso no estaban juntos?

- Si, lo que pasa es que el viejo nos propuso un juego, que si los vencíamos nos dejaría convertirnos en cazadores.- Lo dijo con un poco de rabia y fastidio.

Miró un poco más abajo y noto que la mano que tiene metida en el bolsillo de su pantaloneta está un poco manchada de sangre y se nota que es fresca.

- Y por lo que veo no le ganaron. - Vuelvo a mirar su rostro.

- No, no le ganamos, aunque Gon se quedó intentando ganarle.- Hizo una pequeña pausa.- Oye Irasema, ¿se puede saber que tienes?

- ¿Huh? no se de que hablas.- Le dije haciéndome la desentendida.

- Te ves deprimida y en tu cara se nota que lloraste. ¿Que pasó?- Me hablo firme y muy serio.

- Tranquilo solo tuve una pesadilla que me asustó nada más, no necesitas preocuparte.- Intenté sacar mi mejor sonrisa mientras le decía severa mentira que no se creyó por la manera en la que me miraba.

- Si, lo que tu digas, y déjame aclararte que yo no me preocupo por ti.- Me lo dice con voz de superioridad.

- Eso es por que tu solo te preocupas por Gon.- Su cara era un poema pero no sabia si estaba rojo de rabia o de la vergüenza.

- Déjate de estupideces y no me molestes con eso.- Él se fue corriendo mientras yo me reía de lo que acababa de pasar.

- Él es un encanto.- Killua es un chico que de alguna manera me causa ternura, pero en su mirada se nota que a vivido cosas que no deben ser muy agradables. Recuerdo su mano manchada de sangre, en definitiva no ha tenido una buena niñez.

Seguí caminando pero esta vez buscando la cocina a ver si hay algo para comer, ya que se me despertó el hambre, andaba por un pasillo y otro participante caminaba en contra mío, éste me miraba de arriba abajo yo solo decidí ignorarlo pero cuando ya estaba al lado mío...

- ¿Que hace una ricura caminando a esta horas? - Lo dijo mientras me pegaba un pellizco en la nalga.

- ¡Que te importa malnacido!.- Iba con toda la furia y ganas de meterle una patada en toda su entre pierna, cuando alguien se me adelantó dándole un puño en la cara y dejándolo inconsciente, giré mi vista y veo a Gittarackur. Todavía me pregunto ¿como es que no puedo sentir su presencia?

- No era necesaria la ayuda pero muchas gracias.- Como siempre este solo me mira y se da media vuelta.- Oye Gittarackur, ¿no tienes hambre? yo me dirijo a la cocina.

- .... No.- Me respondió y emprendió su camino.

- Ok, entonces adiós.- Gire mi cabeza para ver al tipo inconsciente, me acerqué y le dí la patada que tanto le quería dar, este despertó de su inconsciencia y volvió a desmayarse, con eso no podrá tener descendencia, creo que le acabe de hacer un favor al mundo. Me fui a comer y descansar un poco para la siguiente prueba.

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