Capítulo 4 -Un extraño en el bosque.

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          El calor le escocia la piel, casi no podía respirar por la gran cantidad de humo que la rodeaba y la asfixiaba, podía escuchar con demasiada claridad la madera crujir al ser consumida por las llamas, las cenizas flotaban a su alrededor como nieve cayendo en invierno, su casa estaba envuelta casi completamente por un velo rojo, amarillo y gris, creyó que era una pesadilla, de esas que había tenido ya un montón de veces desde que su amiga Anna le había contado de los malos que pueden llegar a ser los monstruos que se esconden bajo las camas de los niños pequeños.

Su amiga Anna era una niña mayor, regordeta de cabello rubio el cual siempre tenía atado en dos trenzas mal peinadas, le había dicho que tenía ocho años, el doble que ella, y como su madre le había dicho que debía respetar las opiniones de las personas mayores, le creyó cuando le dijo que por las noches grandes y horrendos monstruos que Vivian debajo de las camas salían para hacer travesuras o simplemente comerse a los niños llorones y mal portados , eso le asusto mucho, ya que ella solía llorar mucho, sobre todo ese día, ya que había hecho una rabieta a su madre porque no le había querido comprar un caramelo, y ahora temía que el gran monstruo que vivía bajo su cama viniera a comérsela, así que se cubrió por completo con sus cobijas esperando que así no le pudiera encontrar.

-Lilly, hija despierta- suspiro con alivio al escuchar la voz de su madre, después sintió como la destapaban, vio que su madre respiraba rápido como si estuviera asustada por algo; ¿acaso ella si había visto al horrible monstruo que vivía debajo de su cama?, no tuvo tiempo de pensar más en eso ya que su madre la alzo en brazos corrió fuera de la habitación, bajo las escalera de madera a toda prisa pero sin tropezar.

Al llegar al primer piso pudo ver con mayor claridad lo que estaba sucediendo, la casa estaba incendiada, había fuego por todas partes y no pudo evitar toser por el espeso humo que rodeaba la habitación, su madre intentaba con sus brazos protegerla mientras su padre intentaba derribar la puerta incendiada para así poder salir, gritos resonaba a lo lejos al parecer las personas corrían buscando ponerse a salvo. Vio a sus padres mirarse a los ojos justo cuando la puerta de madera en llamas de la entrada de su hogar caía al suelo, sintió los frágiles brazos de su madre levantarla con sus brazos mientras su padre vigilaba la puerta, su madre era más lenta que la mayoría de las mujeres ya que estaba embarazada de seis meses así que no podía sobre esforzarse. Lograron salir de su pequeña y humilde casa ahora incendiada para afrontar lo que sucedía en las caóticas calles de su pequeño pueblo, aún era de día pero ya se podía ver en el cielo aquel naranja característico del atardecer, las personas corrían de un lugar a otro gritando intentando escapar pero era inútil, el fuego y los soldados los alcanzaba sin que pudieran hacer nada para evitarlo. De repente un soldado apareció delante de ellos; era un hombre alto con el rosto cubierto dejando ver únicamente sus ojos los cuales les miraban fijamente y con ira pura, no pudo ver claramente de qué color eran ya que estaba asustada, estaba vestido completamente de negro, desde sus botas de piel hasta la enorme gabardina negra con capucha que le cubría la cabeza, era el típico traje que caracterizaba a los soldados, todos vestían igual, su madre estaba realmente asustada al tener a aquel hombre delante, temblaba bastante y la envolvía aún más fuerte en sus brazos.

De repente su padre se puso delante de ellas en señal de protección y ataco al soldado, esa acción le dio tiempo a su madre de dar media vuelta y huir lo más rápido que pudo hacia un callejón, pudo ver el momento en que aquel soldado hirió a su padre con la espada de metal negro que tenía en la mano derecha, pudo escuchar su grito de dolor y ver como caía al suelo antes de que su madre entrara en el callejón. Al llegar al final del callejón su madre la puso en el suelo y se apresuró a abrir una vieja tapa de alcantarillado que estaba justo a sus pies, parecía bastante pesada pues su tamaño era bastante considerable, después de mucho esfuerzo su madre la tomo de las manos y la bajo cuidadosa mente hacia el hoyo que había debajo de la tapa.

Fénix Libro 1: Aqua et Terra.Where stories live. Discover now