YUANFEN. (#1)

31. FRAGMENTOS DE LA VERDAD.

-----ANDREA------

—Ahora no puedo —le contesto—. Y voy a perdonar a Wiliam, quisiera llamarlo —me saco el teléfono del bolsillo—, no tengo batería, ¿Me prestas el tuyo?

—¿Qué tú qué? No vas a hacer eso —sentencia James, lo miro incrédula, él me mira enojado.

«¿Desde cuándo necesito su permiso?»

—No recuerdo haberte echo una pregunta a ti —le respondo con cierta gracia.

—¿Eres inteligente? Entonces no lo hagas, te investigó y salió contigo solo por negocios, jamás quiso algo real, hazle un favor a tu hermano y no lo metas en líos —añade como lo que creo, es una excusa por la acelerada reacción que tuvo.

«¿Yo causarle problemas a Neithan?» Los causaría, sí, pero William no y salir con él no le va a causar problemas a nadie, dado que ese fuese el caso, que no lo es, «¿De qué negocio habla?» Se está volviendo loco y me está volviendo loca de paso.

—Tú no sabes si él quiso algo real o no, no lo conoces.

Me siento un poco mal por cómo se dieron las cosas, y si lo perdono no es por él, es por mí, no porque se lo merece, sino porque yo me merezco no quedarme con eso, no quiero recordarlo o verlo y sentir resentimiento.

—No tienes idea de la basura que es William —se fastidia—, estoy seguro de que te investigó para chantajearte y obtener información sobre Netihan —supone, su mirada no me muestra emoción alguna, es como si le estuviera echando agua al fuego, solo se apagó de un momento a otro.

—¿Qué demonios tiene que ver Neithan? —le reclamo sin entender.

Su mandíbula se tensa y así vuelve a encenderse el fuego.

—Chicos, por favor no peleen ahora —nos pide Dorian concentrado en la carretera.

—Casy, dame tu teléfono —le insisto estirando la mano abierta, ella tiene la intención de dármelo, pero la palma de James se posa sobre la mía dándome una descarga.

—No regreses con él —su tono sin emoción no les llega a sus ojos ansiosos.

Bajo la mirada a su mano sobre la mía, la descarga se expande lentamente por el resto de mi cuerpo «¿Qué es esto?».

—Jamás dije que regresaría con él —mi voz sale inestable, temblorosa, mientras su piel me quema y solo quiero besarlo.

Suelta mi mano carraspeando para después cruzarse de brazos, Dorian se ríe y Casy lo miro con una sonrisa cómplice.

—Da igual, no lo llames —reitera desviando la mirada hacia la ventana de su lado.

—Eres imposible —me recuesto sobre el cuero del asiento de nuevo—, esto te va a costar —le informo, voltea el rostro hacia mí con una sonrisa que me arrebata un respiro.

Esto que tenemos es un tira y afloja por parte y parte, me pregunto si acabará bien como quiero, o mal como él espera. Me volteo para mirar por la ventana, hay un poco de neblina en la carretera desolada.

—Son unos niños —dice Dorian.

—Lo sé —expresa Casy y se ríen.

Los miro hablar, de reojo noto que James también los ve atentamente.

—¿Quién es Johan? —indaga el conductor, quien debería solo estar interesado en mirar al frente y no a mi amiga.

—Un chico guapo.

—¿Más que yo? —la mira con una dulce sonrisa por un par de segundos. «Y las vidas en sus manos que se jodan».

—Claro que no, nadie te supera —le dice ella apenada.