2. 68. OBJETIVOS.

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---------CASY----------

Camino sin parar un maldito segundo, me duelen los pies y aun así no paro, porque no puedo y no quiero.

En mi mente miles de excusas se forman y ninguna parece tener sentido, lo que me frustra mucho. Me siento demasiado mal porque estoy con Zeus y le fui infiel...

Me doy asco, pensé que nunca haría ni sería nada parecida a mi hermana, pero... Al menos creo que la entiendo ahora, estoy con alguien a quien no quiero perder porque lo quiero demasiado... pero no lo amo.

¡Así que la historia se repite!, lo único salvable en esto es que yo no voy a ceder, no voy a ir por Dorian, yo me quedaré con Zeus y trataré de no odiarme demasiado.

Sonrío vagamente cuando veo mi casa a lo lejos, y corro hasta el pórtico, lo subo con emoción. Saco mis llaves del bolsillo y abro la puerta.

—¿Dónde estabas?, ¿Qué paso?, ¿Estás bien? —Zeus me bombardea con preguntas, sostiene un café entre sus manos y se apoya en la pared cercana a la puerta, a leguas se nota que me estaba esperando.

Zeus me había estado esperando y yo... yo... no merecía esto.

—Perdón —le pido en voz baja, no espera más y me abraza, yo aún con las llaves en la mano no lo correspondo por lo mal que me siento.

Me suelta en unos segundos y cierra la puerta, camino tratando de fingir que todo anda bien, aunque solo quiero llorar.

—Alaska irá a la escuela en unos minutos, le pedí a James que la deje, así nosotros podemos hablar —me explica sonriendo levemente.

Tengo que decirle, no soy tan fuerte para engañarlo y verlo todos los días por el resto de mi vida, hay una diferencia entre mi hermana y yo, y es que yo no soy egoísta, yo si amo a Dorian y aprecio mucho a Zeus, no nos puedo hacer esto.

—Yo te---

—¡¡Mami!! —grita Alaska bajando las escaleras, me abraza y la acaparo con ambos brazos.

—Mi pequeña —beso su frente y parece inmensamente feliz de verme.

—Hoy haré hermosos dibujos —sonríe y miro a Zeus, que me sonríe alegre.

Me besa en la mejilla y Zeus se la lleva de la mano, ambos salen de la casa así que aprovecho para subir las escaleras un poco rápido para ir al cuarto, me quito la ropa y me enredo una toalla alrededor del cuerpo. Entro a la ducha a bañarme y a pensar.

Ocultar algo así es lastimarme a mí y lastimar a alguien que no lo merece. Apago la bañera y salgo enredándome la toalla alrededor del cuerpo, en eso la puerta se abre, es Zeus, que se apoya en el marco, de brazos cruzados y con una leve sonrisa a boca cerrada.

—Hablemos —le pido, pero doy dos pasos antes de retrocederlos hasta estar con la espalda sobre la pared porque se abalanza a besarme.

No me da tiempo a nada sujetándome la cintura. Le pongo las manos en el pecho, y aleja la boca sonriendo.

—Aprovechemos la mañana —murmura, su mirada se intercala entre mis ojos y mis labios.

—Por favor hablemos —le repito, mi corazón late con fuerza porque no me quiero sentirme así de mal.

Él estuvo para mí, no me dejó sola y aún después de las estúpidas peleas por pequeñas cosas, por las que la mayoría de las veces tenía razón, se disculpó todas las veces, aunque ambos sabíamos que era mi culpa. Le sonrío levemente al recordarlo.

—Gracias por estar en mi vida —le acaricio el pecho.

—Gracias a ti porque sé que no fue fácil —me besa en la mejilla y se va.

YUANFEN. (#1)Where stories live. Discover now