Capítulo 10

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A lo lejos, a través de la pared de sonidos que se está erigiendo a su alrededor, Harry oye a alguien golpeando la puerta. Poniendo volumen en sus auriculares, Harry se da la vuelta, de espaldas a la puerta, y rodea su cuerpo con una de las almohadas que venían con la cama del hotel. Cuatro almohadas. Cama extragrande, un edredón enorme en el que él, sólo, podría perderse.

Su risa ahogada debe sonar extraña en la habitación vacía, pero la música que lo rodea le impide escucharlo. Es casi suficiente para ahogar sus pensamientos.

En el silencio doloroso entre una canción y la siguiente, su estómago da una sacudida extraña. Él piensa que podría ser hambre, pero levantarse, incluso simplemente levantar el teléfono para pedir servicio a la habitación, parece demasiado molesto.

Con retraso, se da cuenta de que el golpeteo en la puerta debe haberse detenido en algún momento.

Lo que sea.


***


Harry da un respingo por el brillo repentino que inunda la habitación. Cuando se queda sentado, Niall lo mira con el ceño fruncido, una tarjeta atrapada entre el pulgar y el índice, pero no es hasta que Niall da dos pasos rápidos y le quita los auriculares que Harry sintoniza la sarta de palabrotas que Niall está murmurando en voz baja.

"Qué", dice Harry, igualando su voz y sin inflexiones, mientras los auriculares siguen sonando, un eco metálico ahora que están tirados en la cama.

"Puto infierno." Niall entrecierra los ojos a los auriculares como si lo hubieran ofendido personalmente. Apaga el iPod de Harry, el que Louis le había devuelto con una selección salvajemente aleatoria de música añadida a la lista. "¿Estás intentando volar tus tímpanos hasta convertirlos en polvo?" Niall continúa. "Porque creo que podría estar funcionando, por la forma en que me ignoraste. Gilipollas".

"Imbécil", Harry responde automáticamente. "¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y quién te dio mi llave?"

"Una chica encantadora en la recepción sabía quién era yo. Su hermana es fan". La sonrisa de Niall es breve, y Harry la devuelve por impulso porque sí, la hermana, siempre es la hermana. Entonces Harry recuerda la primera vez que conoció a Louis, como algunas de las primeras palabras de Harry a Louis fueron: "Déjame adivinar, solo estás aquí por tu hermana", y Louis lo había mirado con auténtica confusión.

La hermana de Louis. La hermana de Louis, que lanzó lo que se suponía que era un momento muy privado para que el mundo lo viera.

Oh, joder.

Poniendo un brazo sobre sus ojos, Harry busca a ciegas la mano de Niall para tirar de él hacia la cama. Por todo lo que Harry pensó que no quería ver a nadie, ahora que Niall está aquí, no quiere que se vaya.

"¿Qué estás haciendo aquí?" Harry repite, tirando, y Niall ni siquiera duda en trepar a la cama a su lado. Se envuelve alrededor de Harry como la persona maravillosa y perfecta que es, tira del edredón para que los cubra a ambos hasta la barbilla y responde solo cuando han llegado a un acuerdo que les conviene a ambos.

"Estoy comprobando si todavía estás vivo o desmayado con una intoxicación por alcohol o corriendo de cabeza contra las paredes o lo que sea".

"No soy suicida", protesta Harry.

"Claro, amigo". Niall aprieta la cintura de Harry, y Harry se enfoca en la calidez de su toque, trata de olvidar todo lo que se encuentra más allá de este capullo improvisado. "Tampoco estás revolcándote en la autocompasión ni nada por el estilo".

Fall Into Your Gravity / Larry Stylinson (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora