Aprobado.ㅏJeon Jungkook.

D X C E

—Jungkook, me gustas.
-¿Que?- Oh mierda.

🍪

—No lo hice, no no no, díganme que no.

Todo estaba borroso, comenzaba a marearse, escapó de los brazos de Jungkook y salió corriendo, tambaleándose, a tropezones, empujando a las personas, hasta que paro un taxi para ir a su casa.

Al llegar, se sacó su abrigo, te desató el cabello, se miro al espejo de la puerta, era un desastre, dejo su cartera en el suelo, y sus zapatillas había volado hacia quien sabe donde, grito, grito fuerte, porque estaba enojada, triste, y hasta desesperada.

Fue hasta su cocina, directo a la heladera, saco unas cervezas, abrió una y se preparó ramen, que mejor forma de descargar todo que en alcohol y comida. Se tiró al sofá y prendió la televisión, algo, aunque sea noticias sobre la economía del país debían estar pasando, y nada, el cable estaba cortado.

Estuvo tomando cervezas hasta que se le acabaron por completo y ramen no para preparar no quedaba, decidió dormir, bueno, mirar el techo y pensar en distintos momentos donde se alejaba comoletamente de Jungkook y no volvían a hablar.

Pasaron, quizás horas, minutos, no lo sabía, el tiempo pasaba lento, pero rápido, no tenía noción de nada, su teléfono comenzó a sonar en su bolso, con pereza, como sino tuviera nada porque vivir, lo fue a buscar, ni siquiera vió el remitente, solo contesto.

—No quiero tarjetas o nuevos celulares, tampoco firmar sus peticiones o darles mis datos privados, tengo todas mis cuotas pagas, hola.

—Tzuyu.—Esa voz, no era nada buena, no en ese momento.

—Jung-Jungkook.

—No me dejaste hablar, te fuiste corriendo, necesito decirte algo importante.

—¿Que tienes para decirme Jungkook? ¿Que no te gusto? ¿Que no ientes lo mismo por mi? ¿Que deberíamos tomarnos un tiempo y luego no hablar nunca más? ¿Que tu no saltarinas un puente por mi? ¿Que no perderían la oportunidad de ir a una excursión en Marte por mi? ¿Que donarias toda la lotería por mi? ¿Que? ¿Que me quieres decir? ¿Que me odias? ¿Qué soy patética? Ya lo sé, no tienes gracias, pero no quiero escuchar nada, no estoy...

—Si no callas no puedo hablar, Tzuyu por favor.

—Apurate por favor.

—Venia a decirte que navegaria hasta el Titanic por ti, que iría a Marte solo para poder hacer que vivas, que haría cualquier cosa por ti, que también me gustas, no eres patética, creo que más patético soy yo por haber dejado que te vayas, por no haberte parado, por no haberme adelantado a confesarlo.—Y con esa confección, Tzuyu imagino que moría, pero no, estaba demasiado tranquila, mucho a decir verdad.

Pasaron unos minutos en los que todo quedó en blanco, ella no respondía, no le salían las palabras, todo se volvió negro de repente.

—Sigue—

—Tzuyu, Tzuyu, Tzuyu, despierta por favor.—Escuchaba, parecía lejano al mismo tiempo que muy cerca.

De repente abrió los ojos, todo estaba blanco, con luces calidas de un color naranja, todo era desconocido, pero supo rápidamente donde estaba ; hospital.