Quinto capítulo.

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—Luces terrible.

Largos dedos se apoderaron del periódico que Yoongi sostenía y lo apartaron del camino, revelando el rostro somnoliento de Namjoon.

Yoongi no contestó.

Sabía que era cierto, los enormes círculos oscuros bajo sus ojos habían sido difíciles de ignorar a primera hora de la mañana, cuando se disponía a asearse, pero, ¿quién podía culparlo? Él había pasado la noche en vela, incapaz de conciliar el sueño gracias a la enorme cantidad de pensamientos que invadían su cabeza y al constante golpeteo del cabezal de la cama de Jeongguk contra la pared contigua.

Por supuesto que lucía terrible.

—Yoongi. —Namjoon habló con urgencia, obligándolo a levantar la vista nuevamente.

— ¿Sí, Namjoon? —Preguntó, doblando el periódico y situándolo sobre una de las esquinas de la mesa. Pensar en una mañana tranquila era algo imposible desde que Jeongguk se había presentado.

—Estoy preocupado, alfa. Todos lo estamos, nosotros no-

—Namjoon, cariño, por favor, no estoy de humor para sermones ahora, ¿está bien? Agradezco que todos en la manada estén siendo tan considerados, pero esto es algo que debo resolver solo. —Yoongi procuró que su voz se mantuviera baja, pero eso no evitó que el omega se estremeciera ante la furiosa mirada en los ojos del pelinegro.

—No, no lo es —Namjoon insistió—, esto no es algo que debas resolver solo, Yoongi, porque no se trata solo de ti, Jeongguk también está involucrado en este lío y es él quien se ha llevado la peor parte.

Un gruñido reverberó en el pecho de Yoongi ante las osadas palabras de Namjoon. —Oh, por supuesto, porque revolcarse toda la noche en la cama con un omega es jodidamente horrible, ¿no es así? —Espetó, sintiendo la rabia burbujear en la boca de su estómago, amenazando con llevarse el poco sentido común que aún quedaba en su cuerpo cansado. El jadeo sorprendido del menor solo sirvió para volverlo más salvaje y Yoongi temió que su lobo tomara el control de la situación.

— ¿Qué has dicho? —Namjoon le observó con los ojos abiertos de par en par, pero Yoongi solo pudo gruñir a modo de respuesta—. Yoongi, ¿estás molesto porque Jimin está ayudando a Jeongguk con su celo? ¿Es por eso que luces tan decaído?

El pelinegro sacudió la cabeza y se levantó con brusquedad, caminando a paso rápido hacia la puerta. Él no podía continuar hablando con Namjoon, su orgullo ya se encontraba lo suficientemente herido y en ese instante no confiaba en su raciocinio.

— ¡Yoongi! —Una de las manos de Namjoon se envolvió sobre su brazo con un agarre de acero—, detente, deja de huir. —Las uñas del menor se incrustaron en su piel a través de la tela de la camisa cuando intentó avanzar hacia la salida y Yoongi tuvo que reprimir un suspiro derrotado.

—Namjoon, por favor, olvídalo de una vez.

—  ¿Tengo razón, no es así? Sientes celos de Jimin, porque ha tocado lo que es tuyo, es por eso que luces tan angustiado. —Namjoon presionó su pecho contra la espalda de Yoongi, quien se tensó ante el contacto y el súbito aroma a canela apoderándose de la cocina. Namjoon estaba intentando calmarlo con su esencia.

—No me toques.

Sacudiéndose con brusquedad, Yoongi se apartó del agarre del omega. El aroma que un día logró tranquilizarlo en los momentos más difíciles ahora invadía sus fosas nasales, asfixiándolo y embotando todos sus sentidos, y él no pudo evitar compararlo con la esencia de Jeongguk, porque su olor a menta y frutos rojos siempre le hacía sentir tan cálido y acogido...

heartache is a cold place ; kookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora