8.

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Recordé a Radamanthys. Era muy amable conmigo. Un día le pedí que me dejara depilarle la uniceja y, sorprendentemente me dejó. Le dolió mucho, hasta se le salieron unas cuantas lágrimas. Me quería mucho y yo a él.

Un día, cuando él y yo fuimos a una misión junto con Pandora a Bluegrad, terminó muy herido protegiéndome. De Bluegrad habíamos llegado a una enorme biblioteca siguiendo a los caballeros y de ahí fuimos a la Atlántida. Pandora se separó de nosostros para ir por el poder de Poseidón y Radamanthys me escondió de los caballeros detrás de un pilar. Terminó muy herido después de su batalla con el caballero dorado de Escorpio y con el de Cáncer. Eran muy guapos pero hirieron a mi Rada, así que no los perdonaré.

Ese día fracasamos nuestra misión. Hades se molestó mucho, lo sentí dentro de mí.

A veces pienso en los momentos felices que tuve con Alone. En serio era buena persona, lo quería mucho. Pero comencé a odiarlo cuando me contaron que él había asesinado a Aiacos y a Violate. Desde ese momento dejé de hablarle. El insistía mucho en que debía perdonarlo, que me quería demasiado y se arrepentía. Entró en depresión y fue ahí cuando me sentí culpable. Solo le dí un abrazo, que pareció alegrarlo demasiado. De todos modos no lo perdoné jamás.

Desde ese día comencé a escaparme del castillo por las noches. A veces iba al bosque, otras al lago. En una ocasión me encontré con un caballero dorado. El que había herido a Radamanthys junto con Manigoldo. Tenía una trenza francesa en la parte superior de la cabeza y otras dos en los costados, las tres se unían en una coleta alta. Se veía muy atractivo, tengo que admitir. Estaba espiandolo detrás de un árbol pero, como en las películas, pisé una ramita que llamó la atención del dorado. Me vió pero no me hizo daño. Solo apartó la vista. Fue entonces cuando me dí cuenta de que estaba triste.

Me acerqué a él, temerosa debido a que había herido a Rada. Pero no me hizo nada. Él me dijo su nombre, Kardia, y yo le dije el mío. No sé qué hubo entre nosotros, nos hicimos amigos rápidamente, al parecer no era mala persona como creía. Nos pusimos apodos; yo le puse "alacrán" (muy original, ¿no?) Y él me puso "sombra" ya que ese dia llevaba un vestido negro, también porque al principio no había notado mi presencia. Me preguntó muchas cosas, y evadía la mayoría. Me contó que estaba enamorado de Freya, la chica que venía de mi mundo. Ella quería a otro, por eso Kardia estaba triste. Lo consolé durante toda la noche. Cuando nos despedimos llevaba una sonrisa en su rostro. Me había dicho que olvidaría a Freya, ya que ella no lo quería.

| Hélène | Saint Seiya: The Lost CanvasWhere stories live. Discover now