Scarlett caminaba quejándose del ambiente húmedo y frío de los bosques de Alaska. Maldecía a su jefe y la ocurrencia de su compañero Josh por enviarla a una travesía de locos. ¿Quién en su sano juicio creería que unas panteras de dos metros existían? ¡Era ilógico!
-Señorita Kellan, acamparemos aquí. -dijo el guía, llamado Steven.
-De acuerdo, hemos caminado por horas y sinceramente no creo poder avanzar más. -admitió la pelirroja.
-Descuide, nosotros montaremos las tiendas.
Ella asintió y tomó un gran sorbo de agua. Algo en su interior le decía que estar ahí no era bueno, sentía cierta desconfianza pero la paga sería buena y posiblemente tendría el ascenso por el cual había luchado casi tres años.
El tiempo pasó y cuando Scarlett lo notó, el grupo había armado el campamento, eran cinco, un guía, tres guardias y su camarógrafo. Scarlett tenía una tienda montada sólo y exclusivamente para ella.-¿A qué hora retomaremos el camino mañana? -preguntó Scarlett.
-Cerca de las ocho, señorita. Descanse, mañana caminaremos aproximadamente tres horas. -le informó Jackson.
Ella asintió y se metió en la tienda designada para su uso. Tomó su piyama y se lo colocó, ella era una chica de ciudad y definitivamente no estaba acostumbrada a estas cosas. Comió una barra baja en calorías como cena y decidió acomodarse en la bolsa para dormir, grande fue su sorpresa cuando dos horas más tarde despertó por las voces provenientes del exterior.
-¡Sólo estamos de paso, explorando el lugar! -habló quien reconoció como David, su camarógrafo y compañero.
-¿Para qué las armas y dardos tranquilizantes entonces? -oyó una voz grave, firme que le erizó la piel.
-Por si encontramos algún lobo u oso, no matamos animales, así que solo lo sedariamos y continuaríamos nuestro camino. -explicó Jackson.
-¿Quién duerme en esa tienda? No ha salido. -preguntó otra voz desconocida para Scarlett.
-Es una mujer, no tiene importancia, ella podría entrar en pánico es mejor que no salga. Está durmiendo. -dijo Steven.
-Llámala. -ordenó la primera voz desconocida.
-Pero... -intentó protestar Steven y se escuchó claramente un tipo de gruñido animal.
¿Qué sucedía ahí fuera? Seguro eran cazadores que andaban con perros y buscaban intimidar a su equipo de trabajo.
-¡Scarlett! ¡Scarlett! ¡Sal por favor! -gritó Steven.
Ella se alarmó y temiendo lo peor, rápidamente salió de la tienda encontrándose a los chicos que venían con ella en frente de dos tipos enormes. Podrían ser hermanos por el enorme parecido pero no era momento de pensar en ello. Vestían vaqueros y no llevaban remera con el enorme frío que hacía en Alaska.
Todo en ellos gritaba peligro, eran puro músculo por donde se los viese, con facciones muy varoniles y una altura sorprendente, seguramente medían dos metros.-¿Eres la única mujer aquí? -preguntó uno de ellos, el cabello negro le llegaba hasta la cintura, tenía barba y unos asombrosos ojos verdes.
-Sí, ¿pueden decirme qué sucede? Tenemos un permiso legal para estar aquí y no somos cazadores, simplemente estamos haciendo un reportaje de supervivencia en el bosque. -dijo ella y se alegró de su tono seguro y sin titubeos.
-Estan cerca del límite de nuestro territorio, no hay permiso legal que les permita ingresar a nuestras tierras, mujer. -explicó el segundo machote, con cabello rubio recogido en una coleta y ojos oscuros.
-Lo sentimos, no éramos conscientes de ello. -habló Jackson.
-Les perdonaremos, no les romperemos ningún hueso a modo de advertencia si nos dan a la hembra. -dijo el castaño y ella frunció el ceño horrorizada.
-¿Qué demonios? -exclamó Kevin, uno de los guardias.- ¡Están dementes!
-Pueden luchar los cinco pero sus posibilidades de vencernos son nulas, son simples humanos sin ningún don y sólo conseguirán lastimarse. Entreguen a la hembra y no tendrán daños físicos por su ignorancia. -habló nuevamente el castaño.
-¿Están escuchando la mierda qué dicen? ¡Esa mujer no es ningún objeto para reclamarla así! Es una persona y no la entregaremos. -respondió Steven.
El hombre castaño miró a su compañero rubio y ambos sonrieron. Las ganas de correr de Scarlett eran casi imposible de resistir pero no podía abandonar a los muchachos, después de todo ellos la estaban defendiendo del par de hombre de las cavernas.
De repente en un rápido movimiento los dos guardias, Jackson y Kevin fueron enviados contra los árboles volando un par de metros y cayendo inconscientes al suelo.-Siguen ustedes pero tenemos honor y están desarmados, ellos tenían armas. -dijo el rubio.
David la miró y articuló un lo siento con los labios para finalmente mirar a la mole de músculos castaña.
-Llevatela, ella no nos pertenece... Sólo no la maten. -dijo en un fino tono de voz a causa del miedo y Scarlett se sintió morir, no había escapatoria, seguro esos dos conocían el bosque.
-Yo... ¡David! ¡Por favor no! -dijo siendo presa del pánico.
-Es pequeña pero podría servir de algo. -musitó el rubio y río.
De un momento a otro, a una velocidad increíble se encontraba encerrada entre los dos hombres, el castaño le sonrió y la tomó de la cintura echándole sobre su hombro como un bolsa de cemento.
-¡Gracias por cooperar! -exclamó el rubio y Scarlett algo aturdida por lo sucedido vió como se alejaban de lo que era su campamento.
-Ella va a desmayarse, está teniendo un ataque de pánico. -murmuró el rubio y el castaño gruñó.
-No estoy seguro de que tan buena idea sea ésto Sparks, pero ya nos metimos en la mierda. -murmuró y el rubio rió.
-Kegan, todo saldrá bien.
Scarlett quería gritar, llorar, patalear entre los brazos del idiota que la cargaba pero su cuerpo no respondía a sus órdenes y simplemente iba como peso muerto sobre el hombro del que aparentemente se llamaba Kegan. Miles de cosas cruzaron su cabeza en ese momento y el pánico fue peor, ¿la iban a violar? ¿harían un sacrificio humano con ella? ¿la volverían su esclava? Scarlett simplemente rezaba, incluso la muerte era mejor que todo eso.
-Ayu...da... -susurró y se perdió en la oscuridad de la inconsciencia.
Continuará...
Nueva idea, nueva propuesta. Actualizaré semanalmente, espero les agrade ♥️ Saludos.
Ara
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LEXION (Pantera 1)
Science FictionSabía que no había sido buena idea aventurarse en los bosques de Alaska en busca del reportaje de un tipo de felino gigante de pelaje negro, similar a las panteras negras. Scarlett no tenía nada que perder en ir hasta allí representando la firma de...