31 3 0
                                    

Lexion miraba la puerta del baño algo impaciente. La pelirroja había entrado hacia aproximadamente treinta minutos y ni se oía. No había posibilidad alguna de que pudiera escapar por el baño pero estaba sintiéndose ansioso.

-¿Humana? -pronunció.

-En breve salgo. -oyó su voz y se calmó.

Limpió el plato en el cual ella había comido, su casa estaba siendo inundada por el aroma femenino y la fragancia que ella utilizaba. No estaba acostumbrado a ello pero no le molestaba, tranquilamente podría vivir con el aroma de ella llenando su nariz.

-No hay recepción aquí. -murmuró Scarlett al salir del baño mirando su celular.

-Aquí no usamos esos móviles a los que tanto necesitan ustedes. -respondió Lexion.

-Mira, no sé ya cómo decirlo pero tengo que volver a mí hogar, mí vida. -intentó convencerlo la pelirroja.

-Sabes de nosotros, no me arriesgaré y ya di mi última palabra. - gruñó Lexion.

-Ni siquiera sé cómo llegamos a tu pueblo, dormí todo el camino. -replicó ella.

-No voy a discutir el tema de nuevo y no me hagas perder la maldita paciencia. - advirtió Lexion.

Scarlett bufó. Su jefe, diablos. Perdería el trabajo, eso era seguro pero y su familia, ¿cómo les haría saber que estaba bien? Joder, la situación era una mierda y no sabía siquiera donde estaban. No tenía manera alguna de escapar de ahí y si podía escapar, ¿a dónde iría? Seguro y en el camino se la comía alguna de esas panteras.

- Maldito el momento en que acepte ésto... - refunfuñó Scarlett y Lexion la miró divertido.

Ella hacia unas caras muy graciosas y tiernas. La humana era muy pequeña, seguro no llegaba al metro sesenta y además de que se veía delgada y curvilínea.

- ¿No tienes más hambre? Eres muy delgada. - opinó Lexion y Scarlet le miró.

- Cuido mi figura. - respondió ella y el frunció el ceño.

Las mujeres de su clan eran más hanchas, fibrosas y musculosas, por supuesto tambiénn le llevaban veinte centímetros más de altura.

- Quiero volver a casa, tengo una familia que me espera. - murmuró Scarlett.

- ¿Tienes un hombre? - preguntó Lexion y ella lo miró sorprendida.

- Oh entiendo, te refieres a un esposo y eso. Pues no, dedico demasiado tiempo a mi trabajo. - respondió Scarlett.

- Entonces estás sola. - murmuró él.- Nadie ha de esperarte entonces.

Scarlett suspiró, era cierto que la relación con su familia era muy escasa, ella misma se había alejado de sus padres e incluso había perdido todo contacto con su hermana menor. Era una adicta al trabajo y gracias a eso estaba sola.
Lexion se alejó de la mujer pensando en que dentro de poco comenzaba la temporada de calor en su clan, si ella era una mujer sola cualquier macho podría intentar reclamarla. Miro su cuerpo sin disimulo y bufó, ella no resistiría el tipo de sexo que tenían los de su especie, eran demasiado rudos y brutos. Debía hacer que la humana emanara otro aroma, el suyo era demasiado atrayente y delicioso al olfato.

- Te buscaré una fragancia distinta. - murmuró Lexion y la pelirroja lo miro sorprendida.

- ¿Disculpa huelo mal? - preguntó ella.

- No, ese es el problema. Hueles demasiado bien. - gruñó Lexion.- Mi hermana vendrá a cuidarte mientras salgo. No intentes estupideces, mi hermana no dudará en dormirte.

Scarlett quedó sorprendida con sus palabras. ¿Dormirla? Joder, dónde diablos había terminado por su estúpido trabajo. Tenía tan solo veinticinco años, no tenía una pareja estable siquiera, ni siquiera las amistades le duraban.
El hombre se fue y la dejó sumida en sus pensamientos, una mujer la observaba desde la puerta sonriendo, la humana era atractiva y seguro que tendría química con su hermano. Scarlett quiso preguntar en qué momento la llamo pero decidió guardar silencio.

- ¿No volveré nunca a casa? - se animó a preguntar Scarlett por lo bajo.

La mujer ante ella suspiró y negó.

- Lo siento. - dijo ella y Scarlett asintió.

Escapar era una opción pero la más estúpida, no sabía dónde estaba y tampoco hacia donde ir. Observó la acogedora morada en la que estaba y se encerró en la primera habitación que encontró, afligida por la situación se sumió en un profundo sueño.

...

- Kellan. - hablo Lexion a su soldado de guardia.

- Alfa. - mostró sus respetos el aludido.

- La humana. Deben traer sus cosas. - dijo Lexion.

- De acuerdo, le diré a Sparks. - respondió Kellan.- Si los humanos son inteligentes, ya no deben estar ahí.

- Bien. Si esos humanos vuelven a acercarse a los límites, quiero sus cabezas. - gruñó Lexion y se marchó.

Busco hierbas y flores, debía usar una fragancia para la chica pero tampoco quería que ella apestara. Mientras elegía que flores tenían buen aroma, sintió a alguien a sus espaldas.

- Querido. - saludó Naigra.

- Hola Naigra. - saludó Lexion.- ¿Necesitas algo?

- No falta mucho para el celo... Quiero pasarlo contigo Lexion, ya hemos comprobado nuestra compatibilidad. - ronroneó la mujer y el sonrió de lado.

- No planeo aprovechar este celo. Tengo cosas más importantes Naigra, debes buscar otro compañero. - dijo Lexion y se marchó dejando sola a la hembra.

Cuando estaba a solo cinco metros de su casa, el aroma de la pelirroja inundó sus fosas nasales y ronroneó, ella estaba por comenzar a ovular.

- Infiernos. - gruñó Lexion.

Su aroma se volvería mucho más fuerte e irresistible. Su casa estaba en lo más alto del pueblo, todos a su alrededor podrían sentir el aroma y eso llevaría a muchos machos volviéndose locos. Comenzarían a desafiarse para ver quién podría tener el honor de estar con la humana. Sería un caos y no estaba dispuesto a lidiar con ello. Debía prevenir.

- Makira. - miró Lexion a su hermana y ella dejó de estar sumida en sus pensamientos.

- Debes cuidar a la humana, he oído que tienden a entrar en depresión cuando están alejados de los suyos por mucho tiempo e incluso se suicidan por eso. Ella ahora duerme pero la ví irse triste. - murmuró ella a su hermano y el asintió.- Debes tener más tacto con ella, no es una de las nuestras.

- Haré lo mejor que pueda pero la mujer logra llevarme al límite con mi paciencia. - murmuró Lexion.

- Siempre has sido bueno para engatuzar a las femeninas, no creo sea difícil esta vez. - sugirió sutilmente Makira retirándose y dejando a un Lexion demasiado pensativo.

Continuará...


LEXION (Pantera 1)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora