❀. O5

2.1K 268 83
                                    

── ¿Qué le ha pedido ser su Padrino de Bodas? ── un pequeño "Sí" fue escuchado dentro de aquel cuarto, cosa que hizo que aquellos tres presentes guardaran silencio durante unos cuantos momentos. ── Esto va de mal en peor...

ㅤAlejandro solamente pudo sonreír a pesar de seguir teniendo las lágrimas bajando y unos cuantos pétalos alrededor de su asiento.

── No me pude negar, Kiku. No podía hacerle eso... ── México sollozo, e intentó componer su tono a uno más estable luego de escucharse.

── Alejandro-san, ¿Es que acaso no pensó en usted? ¿No pensó en lo mucho que esto afectaría su salud? ── a pesar de la mascara de neutralidad, Japón estaba que se moría de desesperación por dentro. Técnicamente, una de sus mejores amistades había firmado su muerte ahí mismo. ── Usted no puede hacer esto y lo sabe.

El doctor japonés que había atendido a Alejandro desde que Kiku los presentó, estaba impactado de oír por todo lo que el latino estaba pasando.

No pudo evitar sentir pena por él y su situación.

── No es que quiera hacerlo Kiku... Pero debo--..

── Īe. Si usted procede a insistir, me veré en la penosa necesidad de contar todo acerca de su enfermedad a España y Estados Unidos. ── Honda utilizo su mejor tono autoritario, intentando no doblegarse ante el llanto que contenía su amigo. ── Y, de la misma forma, tendré que alejar a Alfred-san y Arthur-san de usted.

Alejandro estuvo a punto de reclamar, pero el médico japones se le adelantó al tomar la palabra por unos cuantos segundos.  ── Honda-sama tiene razón. Usted acaba de firmar su propia muerte con todo lo que esta haciendo, y lo sabe, ¿no?

── Creo yo que esto de "La sentencia de muerte" la llevo encima desde que me enamore de Alfred...

   ── Sí, lo sabe. Y aún así, usted decidió continuar como si nada de esto estuviese pasando, como si usted...  ──  Alejandro arqueó una ceja al notar la expresión de sorpresa que tomaba el doctor. Notó como sus labios se separaron un poco, para finalmente completar su oración.  ── Como si usted quisiera realmente morir...

Japón dio un sonido de sorpresa ante la declaración que su ciudadano acaba de dar. Su vista, rápidamente, se posó en la presencia del latino. Al ver como el mexicano mordía su labio y mantenía la mirada gacha. En ese instante, algo se removió dentro de su representativo ser.

── Alejandro. . . ¿Usted. . .?

──  Japón, sea lo que sea que quieras decir. . . Recuerda que tanto yo como mi gente adoramos y respetamos a la muerte como nadie más.  ── Llevó una de sus manos hasta uno de los pétalos que descansaba en su regazo. Su vista se posó en los mismos que estaban esparcidos en el suelo.  ── Si yo me opero, cual es la única salida dentro de todo este problema, dejaré de poseer la habilidad de amar. Y, Kiku... créeme que prefiero totalmente otras cosas antes de hacer eso.

── ¿Ha pensado que si muere, de todas maneras dejara de amar?

── No sabemos si moriré aún si no realizó la operación. Somos inmortales, y sería algo ilógico que esta enfermedad lograra hacer de las suyas; Claro que sé que si muero dejare de amar, porque es algo natural y normal, pero... ¿Vivir sin amar? ¿Qué tipo de castigo tan cruel sería ese?

Honda notó como el cuerpo del latino comenzaba a temblar, y en ese momento, no supo que hacer. 

── ¿Sabes que es amar? Amar es sufrir, Kiku. Es dar todo aunque nada vaya a funcionar; es esforzarte sin saber si habrá frutos de ello; Es pensar antes en la felicidad de alguien más antes que la tuya. . .  ── Sánchez sonrió, o al menos eso intentó.  ── Yo amo a Estados Unidos, pero él ama a Inglaterra, y se le nota a Kilometros que el cejón ese lo trae cacheteando la banqueta.  ── conforme las palabras salían de sus labios, su tono de voz cada vez menos audible.  ── Y si al menos siendo su "Padrino de Bodas" lo hago feliz... Creo que morir de esta forma no sería tan mala. 

pétalos anaranjados ❀ Latín Hetalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora