Seis.

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Dos meses, han pasado dos malditos meses desde que Min YoonGi no tiene idea de que le pudo pasar al profesor de literatura, se lo tragó la tierra, un día como si nada dejó de venir, se maldijo por no pedir el número telefónico de Tae, de maldijo por no haber oído sus palabras.

¿Y si también estaba enfermo? Tal cómo a JiMin, que de un día a otro había enfermado muy mal.

Suspiró dejándose caer en la cama, mirando su reflejo , sintiéndose completamente idiota en esos momentos. Se abrazó los codos mirando su ropa, hace mucho no se arreglaba, y ahora estaba usando un suerter rosado y unos jeans negros, zapatos bajos y cabello desarreglado.

No supo como se dejó convencer por sus hijos, pero estos habían invitado al profesor de biología a cenar, una especie de cita entre el profesor y compositor.

El hombre oía a sus hijos ir poniendo los platos, arreglando el lugar para que luciera decente a pesar que fuera un hogar pequeño, el último tiempo se había vuelto acogedor.

YoonGi no permitió que la partida de TaeHyung le afectara, al menos no frente a sus hijos, por lo que ellos pensaban que su padre realmente estaba listo para un nuevo comienzo, a lo cuál planearon aquella cita.

Pero YoonGi... Uff, YoonGi no dejaba de mortificarse al menos una vez por día, sufría pequeños ataques de enojo cuándo sus hijos partían al colegio, lloraba y se frustraba con rapidez deseando que Tae apareciera de una u otra forma. También puteó al profesor mil veces, las almohadas se convertían en una representación del chico literario a lo que Min las golpeaba pregúntandoles el por qué de su partida, de dónde demonios estaba ¡Se estaban estaba volviendo loco! Quería ver al puto profesor.

¿YoonGi cambió? Lo iba haciendo de a poco, iba a los grupos de apoyo, de deshizo de su droga, ya ese último año tampoco consumía muy recurrente, hasta para ello había perdido los ánimos, esta le llevaba a un mundo de fantasía que al perder sus efectos volvía a al realidad, por lo que depresión aumentaba y YoonGi se volvió consciente de ello.

Se volvió consciente de sus actos y pudo mejorar de a poco, pequeños detalles, hacer el desayuno a sus hijos, llevarlos al colegio, ir por ellos y comprarles un helado de regreso, pasar tiempo a su lado, hasta jugar, Min YoonGi se comenzaba a acostumbrar al dolor, pero aun no de la ausencia del profesor.


-¡Papá! Llegó el profesor Jung.- JongHyung entró a la habitación sin tocar y vio a su padre luciendo tan apuesto y joven.- ¡Te ves super guapo! - exclamó dando aplaudos con una sincera sonrisa en sus labios. Caminó un par de pasos para tomar el brazo de su progenitor y tirar de éste fuera de su habitación.

Afuera y en fila estaban los demas hermanos, JongHyung luego de dejar a su padre frente al profesor de puso en la fila, todos parecían niños buenos y YoonGi les sonrió.

El mayor miró al profesor frente a él, era alto, sólo un poco mas que el, delgado, estaba con un pantalón negro, polera blanca, unos suspensores y chaqueta verde, sonreía con mucha amplitud.

-Señor Min, soy Jung HoSeok, profesor de sus hijos, es un placer conocer al padre de estos niños, son mis mejores alumnos.

-¿Lo dice en serio o por cortesía?- dijo Min frunciendo el ceño a Jung, quién ladeó la cabeza y dejó salir una risa nerviosa.

-Es... En serio, KeumJo y Hyuk son de dieces, son muy educados y amables, SungJoon es un poco mas rebelde pero me responde cuándo exijo resultados y JongHyung es todo un chico dulce e inteligente.- hizo saber el chico biólogo volviendo a reir nervioso. Le dio unas mirada a sus alumnos moviendo inquieto las manos tras la espalda.

I'm here to save you. (TaeGi/ YoonMin.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora