Siete. (Final)

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YoonGi dejó salir un profundo suspiro mientras se pasaba el antebrazo por la frente para eliminar el exceso de sudor, volvió a apoyar la mano contra la tierra, mirando el pasto verde, las flores y los hoyos en la tierra mientras iba plantando dos flores mas.

En lo que descansaba leyó el nombre de su esposo en la lápida y suspiró cerrando los ojos.

-Compré tulipanes, para ir variando un poco en flores.- susurró Min en lo que se sentaba junto al pedazo de piedra a observar su entorno.

Han pasado cinco años desde que le había hecho la promesa a Tae de construir su propio camino independiente, habían sido unos años dolorosos y fuertes, recayó sólo una vez y logró volver a estar estable, había días llenos de paz y rosa, otros llenos de conflictos y negro.

Pero lo que si era algo concreto es que YoonGi volvió a ser el mismo de antes, volvió a ser el padre duro pero amoroso que sus hijos amaban, atento y preocupado, sólo se había necesitado de un chico que le diera un fuerte empujón para levántarlo y seguir adelante.

Con el tiempo fue entendiendo muchas razones que el profesor de literatura no le dijo, cómo por ejemplo que sus hijos le habían comentado que YoonGi había cambiado sólo por un hombre y en nueve años no fue capaz de hacerlo por su familia, pero ya podía desmentir aquello, estaba sin el chico, había cambiado por su bien, su salud, proyectos, su familia y por JiMin. Jamás en sus años de miseria pensó que hubiera querido JiMin para ellos, estaba claro que el rubio habría querido que siguieran sin él, pues el chico difunto siempre fue muy alegre y optimista, no hubiera permitido tal deterioro y destrucción de su familia, pero YoonGi lo permitió, se arrepiente, no puede cambiar el pasado, pero si el triste futuro que todos habían impuesto para el, ahora, hombre de cuarenta y cinco años, y como muchos decían, Min YoonGi tenía el secreto de la juventud eterna, ni una arruga, aunque su personalidad y movimiento le hacían ver como un abuelo.

Había vuelto a la composición, volviendo a dar éxitos a la empresa, trabajando como manager, asistente del CEO, dando clases a los trainer de piano, o de rap, volvía a ser un hombre fuerte y exitoso, todos en la empresa amaban a YoonGi, por su honestidad y pasión en el trabajo.

A lo lejos el compositor vio a sus hijos sentados en una banca charlando en lo que su padre arreglaba la tumba de JiMin, le gustaba hacerlo a solas para conversar de forma relajada con su esposo.

SungJoon estaba junto a su novio JeonSang, hermano de Jeon JungKook, actual novio y prometido de KeumJo, JongHyung seguía siendo un niño con sus veinte años, jugando Nintendo y riendo junto a sus hermanos, Hyuk había "optado por la heterosexualidad" había dicho Min, en broma, el amor era amor. Los gemelos estaban estudiando enfermería, KeumJo danza y Hyuk música.

Min estaba buscando una pequeña pala para sacar la tierra, justo cuándo la iba a tomar, una diminuta mano la tomó y salió corriendo torpemente. Min vió a una niña de quizas un año, muy gordita, con un vestido celeste y cabello lacio y largo. La niña cayó al piso pero rápidamente un chico fue a tomarla en brazos, quitándole la pala de las manos.

-Creo que esto es suyo, señor.- dijo el chico sonriendo de forma amplia mientras iba caminando a YoonGi extendiendo la pala.

El compositor recibió la pala de forma lenta en lo que veía al chico, temblando de nervios.

-Gracias, TaeHyung...

-Mi hija es muy traviesa.- Dijo Tae sonriendo muy amplio, viendo a la niña para apretarla y darle tantos besos que la niña gritó fastiadada por el hostigamiento de su padre.

-Es una niña preciosa.- susurró Min poniendo de pié de forma lenta. Vio al profesor de literatura ya con treinta años, con un cabello rubio brillante, haciendo resaltar sus ojos azules.

-¿Arreglando la tumba de su esposo, señor Min? -preguntó Tae meciendo a su hija, moviendo su cuerpo de adelante a atrás de forma lenta.

Min vió a Tae nuevamente y sonrió asintiendo con lágrimas en los ojos.

-Así es, cómo cada mes.- hizo saber Min volviendo la vista a la lápida breves segundos.

-Veo que los años no pasan por ti, Min YoonGi, tan joven y delicado cómo siempre.

-Los genes... No sé, suerte.

-Estas igual de guapo que hace cinco años....

-¡Papá! -Gritó la niña pequeña en brazos de Tae, alargando los brazos hacia YoonGi, ambos soltaron tiernas risas viendo a la pequeña que movía las manos emocionada hacia el azabache.

-¿Qué pasa, Hye? ¿Quieres ir con papá YoonGi? -preguntó Tae sonriendo tan amplio que el azabache sintió su corazón derretir.

-Hye siempre me ha preferido, señor Kim...- hizo saber Min tomando a la pequeña en sus brazos, a su hija adoptiva.

-Soy el señor Min...- dijo un amurrado Tae con los labios estirados como pato, cruzándose de brazos luego de entregarle la pequeña a su padre, a YoonGi.

-Sí, min señor Min.- se corrigió YoonGi asintiendo entre risas y amplias sonrisas.

-Tu esposo.- volvió a insitir Tae dando dos pasos para acortar la distancia entre YoonGi y él.

-Mi esposo...- susurró Min viendo embobado los labios de Min TaeHyung, su esposo.

-Hace ya dos años... Feliz aniverzario, cariño.- sonrió el rubio inclinandose a besar los delgados y rosados labios de su esposo Min YoonGi, un beso fuerte y apasionado.

-Feliz aniversario, Min TaeHyung.- dijo entre lágrimas el compositor al alejarse de su esposo, viendo los intensos ojos azules de su profesor, tan hermoso e profundos, esos mismos ojos que conoció hace cinco años, el mismo brillo cuándo volvió e hicieron el amor una noche completa luego de dos años lejos, y la misma felicidad cuando TaeHyung le pidió matrimonio hace dos años y medio. Ellos maduraron y resolvieron todos sus problemas, para ahora preocuparse de amarse por lo que les quedaba de vida, Min YoonGi logró armar su camino, y estaba listo para amar a Tae el resto de su vida.

-¿Min TaeHyung? - le llamó YoonGi entre leves suspiros en lo que su bello esposo le besaba sin resultados de saciarse.

-¿Sí? Qué pasa mi esposo hermoso precioso.- susurró Tae contra la boca de YoonGi.

-Gracias por salvarme.

-Lo seguiré haciendo el resto de mi vida, Min YoonGi.

-Te amo, Min TaeHyung.

-Y yo te amo a ti, Kim YoonGi.

I'm here to save you. (TaeGi/ YoonMin.)Where stories live. Discover now