Yannelly Avoret

3 0 0
                                    

Salía del colegio e iba a su casa, en donde no encontraría un clima acogedor, se despediría de Jacinta, su mejor amiga, con quien en clase de filosofía habría obtenido una ficha, de las cuales al tener tres te suspenderían dos días del colegio, por haber insultado a su compañera Silvia "Puta estúpida de mierda, más te vale estar callada".

Hoy faltó Teodosio. ¿A quién le importa eso? Creo que ni a su familia. ¿Tiene familia? Yo también creí que ya lo habrían abandonado pero no. Su familia es igual de inepta que él. Silencio atrás. Silencio tú perra. Jaja, cállate tú, yo te doy tu trabajo. Cállense enserio. ¿Quién te metió? Cállate o le digo a la pedagoga lo de Aleshe. ¿Ahora vas a usar eso para taparte? ¡Cállense atrás! Perra dile si te atreves. ¿Qué dijiste? ¡Puta estúpida de mierda, más te vale estar callada! ¡Ustedes tres a dirección ahora!

Se sacaría la mochila guinda de la espalda y la pondría frente a ella para buscar su llave, metería su mano en el segundo bolsillo, en el que estaba su llave, la plata de su pasaje para ir y regresar de la escuela y unos polos mojados dentro de una bolsa ya que ese día había tenido su curso de educación física. Abriendo la puerta sonaría un crujido, se limpiaría sus zapatos en el tapete de entrada, con unos bienvenidos muy desgastado, con más de cuatro años de antigüedad. Como cada día, al ella llegar, no estaría alguien, tiraría su mochila en el mueble, su llave la dejaría en la mesa de la sala, y entraría a la cocina, abriría la refrigeradora, sacaría un táper con una etiqueta en este "Yannelly". Metería el táper al microondas y lo podría a calentar durante un minuto y medio. Subiría al segundo piso, levantaría una madera rectangular y entraría al patio, desencadenaría a perro, Sandro, negro con patas y pecho blanco, muy chico, al estar libre se lanzaría sobre ella muy alegre, moviendo la cola de un lado a otro, sacando la lengua y lamiéndose la nariz, como siempre lo hacía, ella sonreiría levemente y le sobaría la cabeza con mucha suavidad. 


Otras historias cortasWhere stories live. Discover now