Luciana

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Creo que es raro. ¿Por qué lo dices? Me siento destruido por dentro pero no sé por qué; cada vez que llego a mi casa, quiero llorar sin control que las gotas solo corran por mí pero mis lágrimas no saben la razón, soy un cristal roto que no sabe quién tiró la piedra; por mí pasó un huracán se llevó casas y calles sin yo saberlo. ¿Lo dices por la enfermedad? No, creo que sea solo eso, por ti tal vez, te fuiste a una semana o también puede ser porque en mi casa solo soy un fantasma y cualquiera pasa por mí, quiero morir y eso a nadie la importa. A mí, me importa; trato de ayudar pero no lo puedo hacer si no me dejas hacerlo. Ya no puedo ser ayudado. No es tarde para eso, aún hay tiempo para ti. Dije que no quería hacer la quimio y mis padres solo lo aceptaron sin refutar, sin llorar, sin lágrimas, sin sentir algo por mí. Pero tus padres no deben definir lo que harás con tu vida, es tu vida no la de ellos. ¿Sabes la única razón por la que aún no me he suicidado todavía? ¿Cuál es? No lo tengo que hacer, la enfermedad ya lo hará en poco más de un año, hasta eso puedo ver cómo la gente sigue con su vida casi sin mí, siendo yo solo alguien que cierta vez conoció. Pero este año puede ser el mejor. Pero también sería el último. De quien me enamoré algún día quería ser músico, escritor, animador, lograr la erudición, quería hacer la diferencia en el mundo ¿Qué pasó con él? Pasó que supo que tiene cáncer, y ya no tiene sentido ser ese quien, ese es quien hubiera vivido los años que me quitó el puto cáncer. Aún tienes tiempo para ser él, para no quedarte como un chico gris más. Pero él no será duradero. La felicidad no es duradera. Y lo único que quisiera es que sí lo fuera. Si tanto quieres matarte hazlo ahora mismo, en este momento, frente a mí, a quien amé ya no está; a quien veo ahora solo es la enfermedad que lo mató. Gracias por la ayuda. Ya no puedes ser ayudado.

Me pararía y dejaría a Hesiodo solo, sentado en su sitio, en donde siempre que tendría que voltear a ver estaría él, cada vez que cada vez que no lo buscaba estaba él, en donde después de un mes ya no estaría y en reemplazo de él habría un chico gris más. Aun pienso que lo pude ayudar que si no hubiese terminado la conversación allí él estaría vivo aún, que si no me hubiera parado e ido, al él ya querer vivir, aún hubiese tenido tiempo y no hubiera sido demasiado tarde. Sé que no fue mi culpa ya que, aunque sea poco, traté de ayudar, no hice la diferencia, pero traté de ayudar y aún con eso me siento culpable. Al menos, Aleshe, mi reemplazo, lo hizo querer vivir mientras aún lo hacía. No debí dejarlo una semana antes de que descubriese su enfermedad, no debí dejarlo ya sabiendo de su enfermedad, no debo dejar ir al recuerdo del chico gris que alguna vez quiso pintarse pero nadie le dio colores.  

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