El misterio ronda "El aparecimiento de una nueva mujer"

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Ella se había ido de nuevo, esta vez no supe nada de ella, sin rumbo fijo, quizás como no supe y pude ayudarla con su verdadero problema, de escucharme tanto hablar, se había cansado de mí. Esta vez se fue como un huracán que cuando pasa por uno, se lo lleva todo –se había llevado toda una parte de mi ser, ese sentimiento que aun no lo podía explicar de una manera precisa, pero que en los latidos de mi corazón los sentía de una forma hermosa-

Tomé la decisión de marcharme (tenía la sensación de que el camino iba a ser largo, pues la soledad me invadía) aquella mujer, me había dejado en blanco y negro-qué extraño era, pues el panorama externo era de lo más hermoso, la naturaleza y sus lindos colores "las pinceladas que nos regala Dios", me pregunté a mi mismo: ¿Qué estaba pasándome?...

Después de un momento de puro silencio, algo pasó, escuché una voz acercarse lentamente a mí, a lo lejos la figura de una mujer, pero no era de quien esperaba, ésta era otra mujer, una distinta (vestida totalmente de blanco, así como los ángeles que Dios manda del cielo), ¿Qué quería de mí? Era la pregunta que rondaba en ese momento; no dudé en preguntar quién era-así mismo como la otra, se rehusó a decirme su nombre- que misteriosas son las chicas de hoy ¿verdad? ¿Por qué ocultar su nombre?-Pero bueno seguí dirigiéndome a ella-De repente, (sin dejarme decir lo que venía a continuación) dijo esto sobre mí, sin pensarlo, me dijo: "Quizás seas muy sentimentalista, para tener la valentía de decirle lo que sientes a ella (se refería a la mujer que había desaparecido antes de marcharme)"

Esperen, esperen... ¿Recién la vi y ya sabe eso de mí? ¿Sabrá esta nueva mujer algo más?, en ese momento eso pasaba por mi cabeza- Sentí la curiosidad de saberlo

-¿Sabes algo más? le pregunté

La respuesta de ella fue algo inesperado...

-¡Claro que sí! Sé lo que sientes, no hay que estar presentes para saber si sientes algo verdadero por alguien, es más cada pálpito que dabas cuando estabas con aquella mujer era del amor más puro que ella haya podido conocer, ese sentimiento ronda en el aire, te puede llegar con el soplar del viento, con la brisa del mar, y con la lluvia en pleno invierno, en distintos ambientes, pero el sentimiento sigue allí, eso no se va, mientras lleves a la chica contigo dentro de tu corazón y tus pensamientos, lo que sientes estará presente en cada latino, cada suspiro...

Quedé admirado, estaba perplejo de las palabras, es como haberme encontrado a mí mismo, pero versión femenina, la forma en que hablaba, lo profunda que era, cada vez se me hacía más misteriosa.

-¿Por qué hablar así tan segura de lo que me estaba pasando? ¿Quizás me conocía desde mi infancia, o quizás era de esas mujeres que te predicen lo que va a ocurrir? –Siempre me hacía las preguntas en mi mente, más no se las llegaba a decir, pero por su mirada, creía saberlo todo, (en ese entonces pensaba que era capaz de leer hasta mi mente)...

Me pareció interesante la forma en que manejaba la conversación y le propuse que me acompañara en todo el camino para regresar a casa.

-Me contestó: "No hay problema, pero quiero saber más de ti" (Con esto que me dijo, me quité de la cabeza la idea que era una adivinadora de mente, pues si fuera una de esas no quisiera saber más de mí porque ella ya lo supiera todo)

Entonces, le dije: -Está bien, te contaré lo que pienso y siento acerca de la vida, de mi vida.

El camino era muy largo por recorrer hacia llegar a casa, pero con ella, sabía que me iba a entretener contándoles historias que me venían día a día.

Escritos Pasajeros & Algo MásWhere stories live. Discover now