III

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Era esa sin duda alguna.

Abrió la puerta y entro, observo nuevamente el lugar. La cama, unas cuantas gotas de un liquido negro, las cadenas en el suelo y algunos muebles y cojines cerca de una ventana. Jeff se acerco a esta, y coloco su rodilla en el marco, para así estar dispuesto a saltar.

¿Era alto? Claro que si, calculo unos cinco metros.

Pero cerca, se encontraba una rama de un árbol, se miraba resistente. Jeff volvió a sonreír.

Parece que todo estaba actuando a su favor el día de hoy. Estaba a punto de saltar, pero una retorcida idea se cruzo por su mente.

Miro de reojo la pared.

Era de mala educación irse, y no dejar un recado.

[...]

Slenderman había terminado de regenerar su tentáculo, y la contusión en su No-Rostro ya había sanado. Estaba sentado detrás de su escritorio turquesa, tenia una de sus manos masajeando su cien; trataba de tranquilizarse, era mas que obvio que no iba hacer la primera ni la ultima pelea que ambos tendrían.

Tenia en su mente una pequeña disputa, era obvio que necesitaba a Jeff, pero, tampoco soportaría tanto sus estupideces y altanería. No es de esos que tienen tanta paciencia.

El, a pesar de ser un fenómeno surrealista, es uno de los Creepypastas mas fuertes, su rango de poder es mucho mayor que el de Jeff, obviamente; pero el hecho de conocer a alguien que tiene el descaro de hablarle como si fuera cualquier cosa, lo odia.

Los pensamientos del Ender se vieron interrumpidos por dos golpes en el piso superior, junto a pisadas apuradas alejarse... Eso, le hizo recordar el segundo motivo por el cual había entrado a su oficina.

Un quejido de dolor se escucho claramente. Esa era la señal de que estaba despertando; pero ¿Quien?

No es de importar realmente, pues solo es otro idiota aventurero que intento robar sus preciadas notas. Lo encontró la noche anterior, antes que a Jeff.

Sus Proxys lo habían dejado inconsciente, y fue justo a tiempo, pues, al parecer solo le faltaba una nota para poder escapar de sus dominios.

Inaceptable.

El joven, que no parecía mas de veinte años, estaba sujetado de sus tobillos, con una cuerda bien asegurada en el techo.

Su cabeza estaba a un metro de distancia del suelo y estaba amordazado. Era alto, muy corpulento, y tenia su piel bastante bronceada, pero no tanta; tenia un cabello entre marrón y negro, a excepción de un pequeño y rebelde mechón color azul como flequillo.

El típico estereotipo de imbéciles que no tienen nada mejor que hacer,  que estar husmeando como ratas en propiedad privada.

El joven abrió lentamente los ojos, solo para divisar el No-Rostro del Ender, este solo lo observo en silencio, distinguiendo el pánico de su víctima.

Usualmente el no hace esto.

Siempre son sus lacayos que terminan la labor; pero esta vez era diferente. En un intento de no ser capturado, rasgo levemente la quinta hoja.

Eso lo enfado de sobre manera.

Teniendo ese recuerdo, saco dos de sus tentáculos y sin mas, los inserto con brutalidad en las cuencas de los ojos de su víctima, esta dio un grito desgarrador, el cual fue silenciado por su mordaza; el cuerpo colgante choco contra una de las paredes, se removía con esmero, en un vano esfuerzo por liberarse.

El aire presento un leve olor a orina.

El liquido caliente resbalo de los pantalones hasta su torso y finalmente a la cabeza.

¿Me Amas?. Jeff The Killer X Slenderman [PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora