XXII

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Liu se vio por ultima vez en el espejo, parpadeando lentamente. Estaba limpiando su nariz luego de lo desastroso que fue su amena charla con el Espectro. 

A simple vista, era como un conjunto de carne sin vida, sin movimiento, un muñeco vacío; hasta su respirar parecía forzoso.

Su mirada era fría y levemente confundida, perdida en sus propios pensamientos; bajo su rostro, el agua se mezclaba con su sangre, dando vueltas en torno al desagüe y siendo succionado por este rápidamente.

Pero su mente dañada, estaba totalmente en blanco.

No daba crédito a lo que había pasado hace ya varios minutos, no podía asimilar lo que sus cálculos le gritaban.

¿Eyeless Jack con sentimientos hacia él?.

¿Que clase de broma bizarra y repugnante era esa?.

Entrecerró sus ojos, moviendo al fin sus manos hasta llegar a su barbilla, limpio el agua que se negaba a abandonar su piel, las gotas le daban comezón.

Cerro sus ojos, alineando su cuello con sus manos, cubriéndose en un abrazo reconfortante individual.

No había visto señales de Eyeless después de eso.

No quiera pensar que en verdad...

Volvió a negar, ni siquiera podía volver a repetir aquello, aun fuera dentro de su cerebro.

Respiro profundo y dejo escapar el aire retenido con un bufido de molestia.

Estaba tan fatigado mentalmente ¿Que clase de respuestas debería sentir por esto?.

¿Asco?, ¿Alago?, ¿Repulsión?, ¿Molestia?.

Detuve el chorro de agua que seguía en movimiento, las aspas del grifo rechinaron por el oxido y salio del baño del pasillo.

El frio de la madrugada choco en su rostro humedecido, por alguna razón ese frio le gustaba.

Por inercia giro su rostro al cuarto de Eyeless, que estaba un poco mas alejado del suyo, la puerta estaba cerrada y posiblemente con el pestillo igual. Negó suavemente, no era momento de ir y hablar, la ultima vez no funciono, solo le daría su espacio.

Cerro la puerta del baño y se dirigió a las escaleras, estaba dispuesto ir a la cocina y matar el tiempo, tal vez se prepararía algo de comer o usaría ese tiempo para volver a leer las indicaciones de su próximo trabajo, aunque la ultima opción no se vería tan tentadora.

Estaba por llegar a los últimos escalones cuando el Proxy Hoodie se atravesó en su camino.

Alzo su vista.

Tenia puesta su pasamontañas con su característica cara triste dibujada sobre la tela oscura, vestía con su habitual atuendo, pantalones azules y sudadera amarilla, que por cierto estaba sucia y manchada de sangre; por lo tanto cree que salio a hacer algún encargo de Slenderman.

Su teoría se vio reforzada al ver que tenia una mochila grande en su espalda y las salpicaduras de aquella sustancia carmesí vital que se tornaban en pequeñas lineas, que deshincan con lentitud por su torso.

Lo saludo con un leve asentimiento de cabeza, el Proxy no se movió.

—Liu, que bien que te encuentro. Comento el Proxy, tan serio como de costumbre.— Tengo lo que me encargaste.

Liu le miro confundido un momento, tratando de hacer memoria. Hoodie suspiro, le hizo un ademan de ir a la cocina, este asintió.

Ambos hombres entraron y Liu se dispuso a abrir el refrigerador, tal vez había algo para cocinar.

¿Me Amas?. Jeff The Killer X Slenderman [PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora