Demasido tarde

Capítulo 34

Ahí estaba.

Sentado en la orilla de su cama, dudando si lo que iba a hacer a continuación tuviera la respuesta que estaba buscando. Después de todo, si Sans estaba en lo correcto... Lo que estaba pasando era más grave de lo que podía imaginar.

Pero aún le daba muchas vueltas. Era normal en él pensar en una cosa demasiado al punto en el que el tiempo que pasaba le angustiaba aún más que encontrar lo que estaba buscando.

En sus manos tenía un obscuro y roto celular, que, no era el suyo. Era de Reaper.

Entre todas las cosas que había olvidado, el que lo tuviera era importante; pues él no tenía el suyo. Además estaba roto e inservible.

Con unos cuantos ajustes, logró que funcionará decentemente,  pero aún temía que en el dispositivo revelará lo peor que se temía; sin embargo, en el fondo, deseaba ver a aquel que le había ayudado tanto por tantos años.

Determinado, encendió la pantalla y con nostalgia observó unos minutos el protector: una foto de ellos riendo. Era una foto antigua, pero era valiosa para ambos pues en esa época fue en la que Geno podía decir que fue realmente feliz...

Suspiró pesadamente y continuó con su búsqueda en el dispositivo. Pero como temía, la mayoría de la información había sido eliminada: registros, mensajes, fotos, entre otros.

El albino dejó el objeto a un lado para frotar sus manos en su rostro. Era frustrante no saber lo que estaba ocurriendo.

También estaba enojado. Pues, su pérdida de memoria no se debía a algo psicológico, sino que, había recibido un fuerte golpe que le provocó amnesia temporal; esto lo supo por Sans ya que su familia se negaba a decirle más por su estado.

Tenía muchas cosas que pensar, pero antes de hundirse buscando una respuesta lógica y coherente, el celular empezó a vibrar.

Geno se sorprendió y rapidamemte contestó sin mirar el número de la llamada entrante.

-Diga- dijo con voz sería para después regañarse internamente por la tontería que había hecho.

-¿uhm?- un gesto de una voz masculina pero afeminada se escuchó del otro lado de la línea -¿Reaper, cariño? ¿Estas bien?-

Muy dentro del albino, algo se rompió.

-¿Quién eres tú? - Fueron las palabras que pronunció el de bufanda ignorando el nudo el la garganta que habían provocado la ira y la tristeza que sentía en ese momento.