Capítulo 44

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De alguna manera lo sabía. Quien había llamado no era quien esperaba... Sin embargo, aún tenía muchas preguntas dentro de él que no le permitían descansar.

Papyrus. ¿Por qué el hermano de Reaper tenía su celular?

Aparte, le había dicho algo muy extraño.

"Mañana, a las 5 de la tarde, sabes donde" fue lo único que dijo para después colgar, sin permitirle al de bufanda volver a marcar.

Geno supuso cuál era el lugar al que se refería... ¿Pero sería seguro ir? Porque, claramente, el chico se refería a que se reunieran.

A pesar de todo lo que podía estar en contra, él podía saber e incluso decirle donde estaba Reaper.

Dejando todo a manos del destino y a la suerte, ese día fue a la hora acordada a la cafetería que frecuentaban cuando eran más jóvenes.

Pensó esta vez en avisar a sus hermanos y a su madre, incluso a Mafia para prevenir algo... Que pudiera pasar en aquella reunión. Claro que el mafioso mandaba gente a vigilar de cerca a los Renrink, pero los adinerados también tenían su propio personal. Era peligroso.

El de bufanda espero algo nervioso. Ordenó algo del menú para pasar desapercibido (también tenía hambre) y volvió a esperar releyendo el menú. Sin embargo, al levantar la vista observó al menor entrar con una campera gris, algo peculiar en él.

Se acercó y se sentó enfrente de Geno. El albino no dijo nada, pues quien lo conociera no podía dudar de que aunque pareciera mujer, seguía siendo él.

-No puedo decirte mucho- dijo enseguida.

-No tienes que decírmelo, sólo dime donde está- uso un tono serio pero muy discreto, confiaba en el chico ya que habían sido muchos años los que convivió con la familia de Reaper (Sí podía considerarse que su hermano era su única familia).

-Eso es lo que no puedo decirte, sólo puedo decirte que esta con vida... Pero no será por mucho- Papyrus se notaba realmente nervioso, Geno pese a su desesperación no insistió.

-Entonces... ¿Qué querías decirme?- la mesera interrumpió dejando la orden del mayor. En ese momento, el chico le entregó el móvil al albino con total sigiló.

-Encontrarás algunas respuestas ahí- y rápidamente se fue.

El mayor algo confundido guardo el celular en uno de sus bolsillos sin llamar la atención.

Muy para su sorpresa, en cuanto Papyrus abandonó el lugar, otras personas también lo hicieron y eso aterró a Geno. 

"¿Desde cuándo nos estaban observando?" pensó angustiado. Sudo frío y su vientre empezó a doler levemente; incluso podía escuchar su propio corazón palpitar con fuerza.

Observó a aquella gente retirarse sin más, siguiendo al menor de los Renrink. No podía creer lo lejos que habían llegado con tal de tener esos derechos y atentar contra vidas inocentes.

Pero las sorpresas no acababan ahí. En el cristal de la pueda notó a alguien conocido entrar y sin pensarlo le llamó. Tal vez era debido a que estaba aterrado, o era quizá porque sentía un dolor horrible.

-¡Blard!-

-¡Oh! Eres tu...- se acercó con una enorme sonrisa - H-hola, pensé que ya no te acordabas de mi- dijo con timidez sin recibir respuesta- ¿E-estas bien? Te ves muy pálida...- 

-E-estoy bien... Sólo necesito descansar...- respondió llevando sus manos a su rostro.

-¿S-segura?- se sentó enfrente de él. El contrario tomó sus manos.

-Llévame a tu casa- 

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No Geno no se fue a casa de Blard por puta xd, lo hizo por algo que pocos van a comprender UvU

Demasido tardeWhere stories live. Discover now