Capítulo 36

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-¿A donde vas?- el azabache estaba recargado en el marco de la puerta principal observando cómo su hermano se colocaba apresurado una gabardina negra.

-Por ahí, no tardó... creo- susurro lo último para salir, sin embargo, sintió como el menor le detenía.

-Sueltame - dijo sin mirarle.

-No jodas... No estarías tan apresurado si no se tratara de ese imbécil... Voy contigo-

-No- respondió soltandose del agarre.

-¡Geno!¡Deja de ser tan mamón! ¡Sabes lo que dijo el doc-!-

-¡Me importa una mierda!- grito interrumpiendo a su hermano - ¡Ahora mismo no puedo estar tranquilamente dejando que el tiempo pase sin poder hacer nada! - gritó fuertemente, Error no recordaba que le hubiera gritado así antes por lo que bajó la mirada molesto y dejó ir a su hermano.

En el interior, el de bufanda se sentía culpable de haber tratado de esa manera al menor pero no podía poner en riesgo a su familia por un simple capricho suyo. No quería perder a nadie.

Camino pensando en las posibles consecuencias, entre la calle llena de multitud, los murmullos y el ruido de los automóviles... La hora del reloj principal daban las 4 de la tarde en punto.

Una hora en la que toda la ciudad estaba viva, llena de personas saliendo o entrando del trabajo y estudiantes que salían de la escuela. Las tiendas abiertas y llenas de clientela, lo que traía un poco de nostalgia al de bufanda... Pero tenía cosas que hacer, pararse a recordar era totalmente innecesario.

Entre más se acercaba a aquel barrio, las voces se callaban... El ruido dominaba, e inclusive el sol disminuía su intensidad, ocultándose en los densos edificios.

La calle Tokyo era un callejón entre un largo corredor de viviendas dentro de un barrio inundado de silencio.

Cuando por fin llegó observo a sus lados, sin encontrar a nadie ahí.

Pensó en dar la media vuelta e irse de inmediato, pero antes de poder hacerlo sintió un frío metal que rozaba su espalda; sin poder hacer nada sólo escuchó.

-No hagas nada estúpido y sigueme- Un hombre de traje se adelantó a él, Geno obedeció y le siguió notando que en las ventanas de las viviendas habían personas armadas... No pensó en siquiera averiguar cuantas personas eran.

Caminaron hasta la entrada de un edificio bastante gastado, abandonado. Al entrar era totalmente diferente, pues estaba bien cuidado y tenía una iluminación decente. En medio del "lobby" alguien esperaba sentado detrás de un gran escritorio. 

-Te estabamos esperando joven Crayon- Era la misma voz que tenía el sujeto del teléfono, pero al verle en persona se veía más intimidante, un traje negro y un sombrero... Seguramente era un mafioso y no se equivocaba - No seas tímido y toma asiento - señalo una silla enfrente del escritorio. 

-Vamos cariño ~ - no había notado que encima del escritorio estaba sentado alguien que no podía negarse, olía a prostituta barata.

Geno se sentó para evitar problemas.

-Déjame presentarme... Aunque mi nombre es tan desconocido como todo mi poder en el bajo mundo, todo mundo me llama "Mafia" puedes llamarme así- y sonrió ladinamente ofreciendo su mano.

¡¿Qué rayos hacía Reaper con estas personas?!


//Okey, lo iba a hacer más largo pero hay detalles que quiero explicar y en un solo capítulo sería mucha información xD

Demasido tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora