Capítulo 10

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Ya eran las 5 y media de la mañana y lo único que había evitado que Aitana se quedase dormida en la calle hasta el mediodía fue el sonido de los truenos que indicaban la proximidad de una tormenta. Abrió los ojos rápidamente y se dio cuenta de que efectivamente se había quedado dormida a la puerta de su casa. Todavía somnolienta y absorta en sus pensamientos de anoche, abrió la puerta con todo el cuidado posible para no despertar a Pablo y Vicente.

Nada más entrar, se tiró en el sofá y se cubrió la cara con uno de los muchos cojines que estaban esparcidos por el mismo. Hubiera preferido no despertarse, se sentía idiota, y no le gustaba para nada todo aquello. Cerró los ojos para volver a su estado anterior, pero, como se imaginaba, no logró nada. Aunque no se movió de ahí, esperando que por un casual pudiese conciliar el sueño y descansar algo en las 2h que le quedaban hasta que llegase la hora de llevar a sus primos a clase.

Nerea también estaba despierta, pero por un motivo diferente: hoy entraba muy pronto a trabajar. Aunque, al igual que Aitana, no había dormido más de 3 horas. Lo único que la diferenciaba en ese momento de su compañera de insomnio era que no estaba intentando para nada no pensar en ella. Notaba como el lugar que Aitana ocupaba en su mente era cada vez mayor, y no iba a hacer nada por evitarlo. La había descolocado por completo en unos pocos días.

Empezaba a ponerse feliz con el simple hecho de verla, a pesar de que la noche anterior no había sido precisamente perfecta, y que había tenido que quedarse sola porque Aitana se fue prácticamente corriendo. Pero en el fondo, la entendía. Sabía de sobra que, aunque ella lo negase, se había sentido desplazada. Pero tampoco era su culpa, ¿no? Y, por otro lado, ¿por qué Aitana se había molestado tanto, si la conversación que mantuvo con Luis no llegó a los tres minutos? Era menor que ella, eso es verdad. Pero no mucho. Aunque sí que era más cría, lo cual hace que las cosas le afecten de manera diferente. Nerea no sabía si comprender a Aitana, pasar del tema, o molestarse por el hecho de que la susodicha se hubiese molestado y la hubiese dejado sola en aquel banco. Por un lado, sabía que era una tontería molestarse por eso, pero por el otro: ¿no era una tontería también lo que había molestado a Aitana?

Pero bueno.

La entendía.

O quería entenderla.

Beep Beep.

Un sonido proveniente de su mesita de noche fue lo que hizo que Nerea saliese de sus pensamientos, en los que llevaba absorta más de media hora.

—¡Mierda! —exclamó al darse cuenta de esto, y encontrarse a sí misma mirando a la nada sin haber acabado siquiera de prepararse.

Agarró el móvil sin pararse a leer el mensaje, se puso las lentillas como buenamente pudo y salió de casa a la velocidad del rayo, convencida de que se olvidaba algo pero sin tiempo para pararse a revisar qué era.

Aitana se preparaba con más calma. Un top y vaqueros largos, lo más sencillo que podía encontrar para dar un par de pasos hacia la academia y luego meterse en la cafetería a estudiar. Mientras rebuscaba entre sus cosas para preparar la mochila en la cual llevaba todos sus apuntes de matemáticas, encontró un papel que la hizo desviar la mente hacia la persona en la que menos quería pensar.

'CASTINGS TRIUNFO OPERARIO: 26 de agosto en Barcelona'

Tenía pensado darle ese folleto a Nerea, pero se le había olvidado por completo. Ahora seguro que ni podría dárselo, estaba convencida de que se había enfadado con ella. Y no le extrañaba. Se había comportado como una auténtica cría. Y se sentía, de nuevo, idiota.

Estas horas había estado pensando en mandarle un mensaje, decirle algo, pero cada vez que desbloqueaba el móvil y abría Whatsapp, se quedaba en blanco. Sabía de sobra que no debía haberla dejado tirada. Pero bueno, ella fue primera en eso de dejarla tirada, ¿no?

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⏰ Last updated: Jun 30, 2018 ⏰

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