lll. Well done, Lahey.

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El timbre sonaba a cada hora para marcar el fin de la clase. Después de un par de horas, los estudiantes comenzaban a inquietarse por querer ir a la cafetería a devorar lo que les sirvieran. En la hora de Álgebra, Malia caminó hasta su casillero para cambiar su libro de Química por su libreta de apuntes. Abrió lentamente la rectangular puerta metálica, la cual tenía algunos papeles pequeños con recordatorios, su horario, algunas fotos con sus amigos y varias con Stiles.

-Dime que yo no he dicho algo malo como para que aún no pase nada con Scott.- Murmuró Kira, algo dolida mientras se recargaba contra los casilleros continuos.

-No lo creo, o bueno.. No lo se.- Malia se encogió de hombros algo confundida, haciendo el intercambio de sus libros para después cerrar su casillero. -Supongo que no ha dicho nada porque sigue pensando en Allison.-

-Claro que sigue pensando en Allison, Malia.- Apretó los labios de mala gana y suspiró pesadamente -Si tu ex novia muere en tus brazos, no creo que puedas olvidarlo tan rápido.-

-Entonces no te lo tomes personal, estoy segura que Scott te quiere pero aún no está preparado para iniciar otra relación.- Malia hizo una mueca con los labios y suspiró, poniendo una mano sobre el hombro de la otra chica -Tranquila, ¿si?.-

Una leve sonrisa de lado apareció en el rostro de Kira, quien asintió levemente.

-De acuerdo, gracias.-

-No agradezcas, no fue nada..- La castaña sonrió de igual manera y sujetó su libreta de apuntes con mayor fuerza -Tengo que ir a clase.. Si no Stiles va a destruir toda la escuela con tal de que entre a álgebra.-

Ambas chicas rieron, Malia comenzó a caminar hacia su clase y su amiga continuó recargada sobre los casilleros.

-¡Guardame un lugar en el almuerzo!.- Le gritó Kira a la otra chica, justo antes de que diera la vuelta y la perdiera de vista.

Como siempre, la hora del almuerzo era un mar de gente. El ruido llegaba a aturdir demasiado, las bandejas chocando contra las mesas, las escandalosas voces de las múltiples conversaciones o incluso las mordidas que daban a sus alimentos. Todos se sentaban con sus amigos para correr rumores o quejarse de las tareas que tenían que hacer.

Scott, Stiles y Isaac se encontraban sentados en la mesa del rincón, justo al lado de las maquinas con frituras y dulces. Los hombres lobos cuestionaban la alimentación del humano, quien tenía varias porciones de grasa y azúcar sobre su bandeja. Unos minutos más tarde, Kira, Malia y Lydia se unieron a su mesa causando que se cambiara al tema que ha estado en boca de la mayoría de los estudiantes. Los asesinatos. Cada uno planteaba teorías diferentes, coincidiendo siempre en que debía ser algún acontecimiento sobrenatural. Pasaron más minutos hasta que Malia desvió su mirada, observando por encima del hombro de Scott a la chica nueva sentada sola en una mesa.

-Vamos.- Murmuró la chica coyote, tomando su bandeja para ponerse de pie sin quitar la vista de Kira. -¿Saben lo horrible que se siente estar sola en tu primer día?.- 

-No y tú tampoco, estuve contigo al igual que Scott.- Dijo Stiles, soltando una risa burlona mientras recargaba su brazo sobre la mesa para poder mirar mejor a su novia.

-Exacto, yo tuve a alguien y de seguro ustedes también.- Mencionó la castaña algo malhumorada y se retiró de la mesa, caminando hacia Cameron, quien cuestionaba la frescura de su sandwich de jamón. Al sentir a Malia sentarse, la chica nueva alzó la mirada y le dedicó una tímida sonrisa.

-Eh, hola.- Su voz era suave, sonaba diferente a como antes, cuando se había presentado ante la clase.

-Soy Malia.- La chica ladeó un poco la cabeza hacia la derecha y le sonrió.

-No vamos a dejarla sola, ¿O si?.- Murmuró Kira algo nerviosa, observando a todos en la mesa deteniendose en Scott. Nadie se movió. Kira se puso de pie y caminó hasta la mesa donde se encontraban las dos chicas, tomando asiento al lado de Cameron.

-Soy Kira.- Se presentó la chica, mostrandole los dientes en una sonrisa bastante amistosa.

Dicho esto, Isaac y Scott tomaron asiento al lado de Malia. El Alfa se presentó, dándole también la bienvenida al igual que algunas otras recomendaciones para sus siguientes clases. Isaac solo observaba detenidamente a la chica, sin poner atención a lo que cualquiera de las mujeres, o Scott, decían. Stiles y Lydia se les unieron más tarde, presentándose de igual manera.

-Así que, te llamas Cameron..- Dijo Lydia al mismo tiempo que recargaba ambos codos sobre la mesa, colocando su barbilla sobre sus manos.

-Cameron..- Susurró Malia a un volúmen casi inaudible -¿No es nombre de hombre?.-

Cameron la miró algo confundida, soltó una risa nerviosa y negó con la cabeza para evitar que alguno de ellos notara la incomodidad que ese comentario le había brindando.

-Bueno, mi padre siempre quiso un varón y pues yo tengo que lidiar con sus problemas psicológicos.- Murmuró la chica nueva, apretando sus labios con fuerza.

-Mi hermano se llamaba Cameron.- Dijo repentinamente Isaac.

Los adolescentes sentandos en esa mesa dirigieron su atención hacia Isaac, aguardando a que dijera algo más.

-No se, tal vez lo mataste cuando fue a hacer su servicio y robaste su nombre.- Isaac volvió a hablar, encogiendose de hombros. Todos lo miraron confundidos, a excepción de Cameron que lo veía ¿dolida? Si, dolida. La chica nueva tomó su mochila y se paró de la mesa, saliendo del lugar a toda prisa con sus ojos completamente cristalizados por las lágrimas.

-Isaac.. ¿Qué carajo fue eso?.- Murmuró Lydia, incrédula. 

-¿Qué? Fue una broma, no pensé que se lo fuera a tomar tan a pecho.-

-Pues si lo hizo y más te vale que le pidas disculpas.- Negó Scott con la cabeza y suspiró pesadamente.

Cuando el timbre sonó, todos tomaron sus cosas para dirgirse a su siguiente clase. Isaac estaba dispuesto a pedirle perdón a la chica en cuanto la viera pero eso nunca sucedió. Cameron no estaba en ninguna de sus clases y nadie la vió salir del edificio en ningún momento.

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