Vl. We need each other.

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Si algo odiaba Peter, además de no tener lo que deseaba, era el olor a humedad. Lo consideraba un engaño para el olfato, ya que fácilmente se podía mezclar con otros olores y éste predominaría. El Beta caminaba lentamente por un reducido pasillo de cemento. Conforme avanzaba, el olor a agua comprimida dejaba de fluir por el aire y el olor a desechos y agua podrida, surgía.

Sus pasos eran lentos y precavidos, su oído escuchaba con cuidado cualquier sonido sospechoso y su mirada observaba detalladamente cada rincón del lugar.

Un sonido de rocas estrellándose retumbó en sus oídos. Varias rocas de distintos tamaños y grosores chocaban entre sí. Algo no parecía encajar con los pensamientos del antiguo alfa. Cerró los ojos para oír con mayor agudeza aquel sonido. Él ya había escuchado ese sonido antes y definitivamente no eran piedras.

Huesos.

Instintivamente, Peter abrió los ojos de golpe y volteó su cuerpo tan rápido como pudo, justo a tiempo para ser lanzado contra unos tubos oxidados llenos de moho, abollándolos al instante. Se levantó lentamente, sintiéndose aturdido y verdaderamente confundido. ¿Qué carajo había sido eso? No... No podía ser, hace años que no había visto uno y estaba casi seguro de que habían desaparecido de la faz de la tierra.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una mano le dio un fuerte puñetazo en el rostro, Peter supo que le había roto la mandíbula y… Espera, ¿Mano? Sí, una mano acompañada de residuos de huesos. El hombre lobo llevó su mano hacia su barbilla y la jaló con fuerza, la escuchó tronar y supo que había recuperado su forma natural.

“Esto será divertido” Pensó Hale. El vello comenzó a brotar de su maxilar superior, sus orejas se alargaron causando que las puntas de éstas se volvieran puntiagudas pero no en exceso para que no pareciera duende. En cuestión de segundos, su puente nasal se unió con parte de su frente, causando que su nariz se ensanchara lo suficiente para darle la ligera apariencia de un hocico de lobo. En un parpadeo sus ojos, cuyo color era originalmente de un tono azul grisáceo, cambiaron a un azul turquesa tan claro que parecía que brillaban. A simple vista era un color precioso pero su significado le quitaba toda gota de belleza. Las uñas de su mano comenzaron a alargarse, tomando mayor volumen para que pudieran tener esa pequeña curva mortal.

Peter salió corriendo en dirección del monstruo huesudo, sonriendo para dejar ver sus amenazantes y asesinos colmillos. Se abalanzó sobre lo que parecía ser un hombre enorme, gruñendo al instante en que los huesos de los puños del monstruo atravesaban su camisa blanca, tornándola en un rojo escarlata a causa del agujero en el torso del hombre lobo.

-Basta, cariño… lo necesito vivo.-

Sin pensarlo dos veces, el monstruo sacó su mano de Peter dejándolo caer sobre el agua de caño y dio un par de pasos hacia atrás, causando que un rayo de luz pudiera alumbrar la mitad de su cuerpo mientras la otra parte se refugiaba en la penumbra.

-¿Te gusta mi nuevo juguete? No sabía que eran míos hasta que mi instinto me atrajo hacia acá y ellos estaban esperándome.-

Esa voz. Peter reconocía claramente aquella voz. Esa voz que había matado a más de la mitad de su familia, incluida su hermana. Esa voz que lo había dejado en un coma por 6 años. La voz de esa mujer desataba furia dentro de él y sus deseos de sangre debían ser saciados.

-Así que es verdad, estás viva.- Murmuró Peter, recargándose sobre sus hombros sin tomarse la molestia de levantarse. Una media sonrisa apareció en su rostro, una parte de él siempre supo que no había matado a aquella mujer pero en verdad esperaba que estuviera equivocado.

De las penumbras salió una pierna, segundos después salió la otra pierna acompañada del cuerpo de la mujer. Estaba tal y como la recordaba, aún mantenía esa mirada asesina. Lo único diferente en ella era esa gota de pánico en sus ojos, como si no supiera que estaba haciendo. Claro, aún no podía controlarse y no era algo sencillo.

-Intenta matarme y ellos te matarán primero.- La mujer sonrió cínicamente, ladeando la cabeza hacia la derecha. –Mis berserkers jamás me abandonarían.-

Peter se puso de pie rápidamente, dando un par de pasos hacia la castaña.

-Créeme, nos necesitamos el uno al otro.- El beta entrecerró los ojos, dedicándole una sonrisa de compasión a la antigua cazadora. –Me necesitas vivo, Kate.-

Amazing  | Teen Wolf Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora