Capítulo 3 ♡Andrés♡

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Abrí mis ojos me había quedado dormido, estaba atónito aún bastó 30 segundos para saber que  estaba en el pecho de alguien tenía pectorales y su aroma era dulce  y embriagador, a recobrar  todos mis sentido estaba en el pecho de Miguel que también estaba dormido ¿él me había dejado dormir así?si fuese así pues aprovecho, además ya no veré más a este apuesto chico. Me acomodé en el pecho de Miguel sin hacer mucho ruido era tan suave y duro que me quedé dormido al instante.

Sentí unas manos cálidas en mi cabello estaba jugando con este, la verdad no sabía que hacer si hacerme el dormido o levantarme y entonces inhale fuertemente separándome de Miguel y restregando mi mano en mis ojos.

-Buenos días- dijo Miguel.

Al fin mis ojos encontraron los suyos.

-Buenos días- dije y le sonreí- ¿Ya llegamos?.

-Aun no- dijo dibujando una sonrisa en su rostro.

-¿Qué hora es?- dije evitando su atractiva mirada.

-Las 8 am -dijo casi en un susurro- ¿Y dormiste bien en mi pecho?- soltó una carcajada.

Que le pasa a este degenerado a preguntar semejante estupidez, además, desde cuando hay tanta confianza. Aquello me dejó en seco y sentí arder mis mejillas, pensándolo bien el degenerado soy yo como pude dejar que pasara esto -pensé-

-Pues....yoo..bien -dije tartamudeando.

-Jajajajaja, valla porque te pones nervioso- dijo con esa sonrisa desafiante.

-Lo siento- dije con las mejillas roja.

-¿Porqué? ¿Por haberme utilizado como almohada?, no te preocupes por eso, vale - dijo en una carcajada.

-Ok- dije entre dientes y aún con la vergüenza que se notaba bastante.

Después de unos 20 minutos llegamos a Los Ángeles y consigo comenzar aquí mi aventura. Miguel tiene 17 pero se comporta aún como un niño como yo, la diferencia es que Miguel no tuvo infancia.
Este chico me hizo correr con el hasta la salida del avión y gracias a esto estamos siendo reprendido por un guardia del aeropuerto, me puse algo triste cuando me tocó despedirme de él quería que se quedara conmigo. Mi tía ya estaba esperándome y pues la verdad desearía que se hubiera demorado un poco al menos hasta que recogieran a Miguel.

-Fue un gusto- dijo Miguel dándome un abrazo y se le notaba tristeza en su mirada.

-El placer fue mío- dije con mi voz entrecortada y recibiendo ese abrazo, un abrazo cálido y reconfortante no quería separarme de este pero lamentablemente cuando recobré el sentido de nuevo ya estaba suelto y el se fue a esperar a su hermana a los asientos sin mirar atrás.

Aunque olvidara el tacto de su piel, siempre recordaría ese cálido abrazo. Fuí a reunirme con mi tía que me esperaba, me recibió con un fuerte abrazo me alegraba volver a ver alguien de la familia y más a mi tía que se parece a mi madre, y como no se va a parecer si son hermanas gemelas son dos gotas de agua pero son tan diferentes, mi madre es como toda  madre que quiere controlar la vida de su hijo y que debes hacer esto y esto no pero mi tía era como yo me entendía, ella tenía espíritu aventurero aveces quisiera que mi tía fuera mi madre pero lamentablemente no es así y soy feliz con eso después de todo mi madre tampoco era  tan controladora también tenía su parte dulce y sentimental y eso me agradaba de ella.

-¿Cómo está mi sobrino favorito?- dijo mi tía con una gran sonrisa y dándome un enorme abrazo.

-Bien tía aunque algo triste, mis padres de seguro se volverán locos - dije con una sonrisa triste.

-Hey, no te  preocupes ellos van a entender, creo - dijo tratando de animarme pero sabía que no iba a funcionar, la culpa era grande y pesaba en mí pero trate de dar el mejor interés por su intento.

- Y bien Lasny ¿a dónde vamos?-dije
Psdta: Lasny es el nombre de mi tía.

- Pues si, aún no he desayunado así que iremos a comer en un restaurante con comida deliciosa que queda cerca del departamento en que me estoy quedando, ¿vamos?- dijo con una sonrisa contagiosa.

-Claro, me muero de hambre- contesté inmediatamente.

Habíamos llegado al restaurante, era de muy buen ambiente y habían bastante personas tomando un café, no aguantaba más estar de pie y me senté en la primera mesa disponible. Después de haber salido del aeropuerto fuimos a tomar el metro y estuvimos esperando 10 minutos de pie  y, después de entrar a este iba muy lleno y estuve  con Lasny de pie 30 minutos hasta llegar y 5 minutos que nos llevo caminar hasta el restaurante pues mis pies ya no pueden. Lasny se sentó al lado mío y estuvimos mirando que podríamos pedir, claro, si estaba en nuestro presupuesto puesto que la comida aquí era  barata así que pedimos unos sándwich completos, un chocolate caliente y para Lasny café. Una señora muy bonita con unos ojos que yo conocía salió a atendernos.

- Hola, Lasny en que podemos ayudarte- dijo la señora.

- Hola, Kate necesito dos sándwich completos, un chocolate caliente y un café cargado con 2 de azúcar, por favor- dijo mi linda tía con esa sonrisa contagiosa.

En eso a la señora le llega una llamada y pidió disculpa para atenderla, me puse hablar con Lasny sobre lo increíble que será  comenzar esta aventura y los lugares que visitaremos y los grandes recuerdos que íbamos a crear y sobre todo lo más importante de mi viaje a encontrarme; saber lo que soy en realidad lo que puedo lograr, mis sueños que quiero realizar y los logros que pretendo alcanzar. Después de unos minutos salió Kate apurada y se nos acercó.

-Chicos tendrá que disculparme me he olvidado de recoger a mi hermano en el aeropuerto y resulta que me está esperando hace 1 hora, su pedido ya se lo trae mi esposo ¿vale?- dijo angustiada y salió del restaurante y entró a un coche plomo.

-descuida- dije yo y Lasny en un unísono y reímos.

Al poco rato se nos acerca un hombre con nuestro pedido, super atractivo, pelo castaño, ojos miel, fornido de esos que quieres despertar con él todas las  mañanas.

-Aquí esta su pedido- dijo con una voz super varonil.

-Vale gracias- dijo Lasny con una sonrisa, yo estaba atónito a tanta belleza me lo estaba comiendo con los ojos hasta que Lasny me sacó de mi trance y me ordenó comer o sino ella terminaría devorar mi sándwich, por lo tanto, no iba a dejar que eso sucediera así que le dí una mordida a ese manjar de la naturaleza mientras veía a ese Dios griego alejarse de mi.

Finding meWhere stories live. Discover now