Capítulo 8 ♤Miguel♡

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Andrés se impulsó y me dio un fuerte abrazo, me dolió un poco pero la sensación era tranquilizante y triste; ese abrazo fue cálido como el que nos dimos en el aeropuerto. Andrés se separaba lentamente de mi hasta que quedamos cara a cara, el estaba a pocos centímetros de la mía; pude escuchar su respiración entrecortada, mi corazón empezó a latir rápido y nuestras miradas fijas; esos ojos azul celeste que inquietaba a cualquiera al menos a mí, nos íbamos a besar, ¡caray!.

Cada vez nos aproximabamos más para el impacto, yo había cerrado mis ojos y abierto mi boca precisamente para recibir su beso, en realidad estaba pasando y los dos lo deseábamos, quería sentir esos labios rojo pálido en mi boca, su aliento olía menta  fresca y ya sentía el roce de sus labios con los míos cuando las luces de la habitación se prendieron, Andrés se separó inmediatamente y miré a la enfermera en el umbral

-Tu tía te está esperando abajo- dijo ella mientras se acercaba a cerrar las cortinas de la ventana

- Esta bien, gracias por el recado- respondió Andres alejándose de mi y saliendo de la habitación, sentía que todo se estaba yendo a la mierda, hasta que se detuvo en el umbral de la puerta y me miró, yo por supuesto le regalé una sonrisa en símbolo que todo estaba bien, talvez más que bien, sin embargo, el no hizo lo mismo ya que no devolvió mi sonrisa y pude escuchar un "adiós" de parte de él frío y seco que iban como flechas que lastimaban mi corazón, y después salió de la habitación como si nada ¿Que rayos me pasa con ese chico?.

-¿Todo bien?- dijo la enfermera acercándose a mi para ponerme un termómetro

-Eso creo- respondí en seco

-¿El chico es tu novio?- dijo mirándome frente

- ¿Se puede ser novio de alguien que no hace muchos días conocen?- respondí incómodo

- Cuando hay romance, si- respondió mientras sacaba el termómetro

-¿Usted cree que la hay?- dije ahora yo mirándola fijamente

-Eso fue lo que mis ojos vieron chico, tienes temperatura normal ahora tomate esta pastilla para el dolor, si hay mejoría mañana mismo te dan de alta- dijo regalandome una sincera sonrisa

-Gracias- respondí devolviendole la sonrisa mientras cogía el vaso de agua de la mesita de a lado

- De nada chico y suerte con tu romance- dijo mientras salía de la habitación

Y otra vez me encontraba con mi soledad, no tengo ni idea que hacer cuando salga. Si la tengo pero resulta que el chico con quien iba a acompañarle esta enojado conmigo o eso creo, en verdad lo arruiné -suspiré- y después de un rato me quedé dormido

- No debes temer hijo, siempre estaré contigo incluso cuando te sientas sólo

-Mami, ¿qué está pasando?- dije asustado

-Jeremy llevatelo, salva a mi hijo porfavor- ordenó sollozando

-¡Mamá! ¡Quiero estar contigo! -exclamé tratando de sacarme del sujeto que me llevaba
Sonido de la bala "pum, pum"

¡Mamá no te vallas!- exclamé mientra volvía a la realidad

-Tranquilo, Miguel sólo fue una  pesadilla- escuche una voz familiar
Estaba empapado de sudor y mi respiración entrecortada, me delataba

-Estoy bien- respondí aún agitado

- No mientas, al menos no a tu hermana, no- dijo acercándose al lado de mi cama

- Es que...aún no lo supero, el pasado me vive atormentado cada noche- dije exaltado apunto de reventar en llanto

- Miguel, hermanito como es posible que aún no me habías dicho de tus pesadillas- dijo mientras me abrazaba y no pude aguantar, me derrumbé

- No quería preocuparte con mis problemas, es que todo esto es mi culpa- dije mientras sollozaba en su hombro

- ¿Como que no querías preocuparme?, eres mi hermano y no puedo dejar pasar por alto tus problemas- dijo tiernamente

- Disculpame, se que lo arruino todo..-dije pero ella no me dejó terminar hablar

- No te disculpes y no vuelvas a decir que eres un problema, porque no lo eres, no tienes la culpa de lo que pasó hace años, ni lo que ocurre ahora- dijo mientras se apartaba para mirarme fijamente

-  Enserio traté de olvidar, de superar pero es tan difícil, simplemente no puedo- dije con los ojos llorosos

- Lo vas a superar, y te lo digo porque no vas a estar sólo, irás a rehabilitaciones y te atenderá un psicólogo- dijo tratando de animarme, yo asentí y la abracé, esa noche me aferré a mi hermana, no la solté por nada en el mundo; hasta haberme quedado dormido en su regazo y por esa noche pude dormir tranquilo.

Cuando abrí los ojos mi hermana ya no estaba, supongo que salió a ducharse o quien sabe que estaría haciendo -me senté- mire a  mi alrededor y todo estaba intacto, mis ojos se fijaron en la cajita de galletas que había traído Andrés no pude haber comido una ayer, por las visitas pero ahora si y en verdad que tengo mucha hambre.
Cogí la cajita de la mesita y la puse en mi regazo, rasgue en papel de regalo y abrí la cajita, tomé una  galleta y me la comí , en verdad estaban deliciosas y crujientes, después de in rato entró el médico

- Hola Miguel ¿como te sientes?- dijo acercándose a mi

- Pues bien, ya los golpes no me duelen tanto- dije mientras dejaba las galletas aún lado

- Bien, entonces hoy mismo te daremos de alta, pero antes debes caminar ya que tus piernas han reposado mucho y debes ejercitarlas- dijo cauteloso

- Perfecto- respondí educadamente

- La enfermera vendrá ayudarte con los ejercicios, después vendré a verte para llenar la solicitud de alta y algunas indicaciones- dijo el doctor mirándome

- Esta bien- dije atento

El Doctor sólo asintió con la cabeza y salió de la habitación, al fin podré irme de este lugar, descansar y después ver a Andy, me pregunto ¿aún estará enojado conmigo? ¿Me querrá ver después de lo sucedido?, tantas preguntas formulaba mi cabeza, mientras más seguía formulando más terror me daba, la idea  de perder la amistad de Andrés era muy dolorosa para mí, rayos Miguel ¿en verdad te enamoraste de Andy? ¿Por qué le esto y diciendo Andy en vez de Andrés? - ya basta- dije en mi mente- si sigo así me va a dar un fuerte dolor de cabeza y hasta podría cancelar mi salida, en verdad quiero salir de estas cuatro paredes.

La misma enfermera de ayer entró después de un rato a ayudarme con los ejercicios

- Haber vamos a empezar con estiramiento de piernas, flexiona y estira, ok- dijo colocándose en frente y ayudándome a ejercitar

- Bien- respondí y de inmediato me puse hacer lo dicho

- ¿Te duele?- dijo mientras reflexionaba y estiraba

- Un poco- respondí

- ¿Vas a buscarlo?- preguntó cambiando el tema

- ¿A quien?- dije arqueando una ceja

- Al chico de ayer- respondió la enfermera

- No será necesario- dije con una sonrisa

- ¿Por qué?- preguntó curiosamente la enfermera

- Por lo que tengo entendido vive al frente de mi casa- dije mientras mordía mi labio inferior.

-Preparate para lo que se viene- respondió la enfermera mientras me guiñaba un ojo.


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