3

4.2K 555 314
                                    


Peter caminaba rápido, no podía creer que su hermana se le hubiera perdido de vista, estaba seguro de que Charles lo regañaría si es que no encontraba a Wanda. Si a su melliza le llegaba a pasar algo no podría perdonárselo jamás.

Iba a paso apresurado, cuando sintió chocar con un fuerte pecho y sólo gracias a la maniobra del hombre que tenía en frente, no terminó sobre sus posaderas. Era un hombre alto y fornido, todo en él vibraba a alfa, Peter de inmediato arrugó la nariz al sentir la pestilente esencia que emanaba aquel tipo que no paraba de mirarlo de forma lujuriosa.

Pero el platinado le hizo caso omiso y haciendo un par de muecas le esquivó, pero dio un respingo cuando una cálida mano le tomo del brazo y le hizo girar de forma un tanto brusca.

- Omega, tu marca – indicó aquel hombre de voz ronca, buscando tanto en su cabeza como en su solapa alguna flor que indicara su condición.

- Idiota, no me importa – fue la respuesta del pequeño Xavier quien rodó los ojos y le gruñó. El alfa sólo pudo abrir los ojos y mirarlo de forma amenazante, era la primera vez que un omega le respondía de aquella forma, se sentía desafiado – pensé que señalábamos lo obvio – agrego Peter con una fingida voz de inocencia mientras hacía una sonrisa irónica.

Sin más diálogo el joven apresuró el paso, necesitaba encontrar a Wanda cuando antes o en última instancia a Charles, de seguro su padre sabría qué hacer.

- Omega espera – escuchó que el alfa intentaba llamar su atención, estaba más que seguro que el muy idiota estaba usando su voz de mando, pues varios omegas bajaron la mirada y adoptaron una postura de sumisión, pero para él era indiferente, habilidad que logró producto del dolor. Siguió a paso apurado, mientras observaba concentrado en busca de algún rastro de su hermana.

- Logan ¿lo viste? Ese omega ignoró mi voz de mando, fue realmente candente –

- Víctor, no me interesa. Los omegas hombres son una aberración –

- No puede ser tan distinto a una mujer – respondió su amigo restándole importancia, mientras fijaba su vista en una hermosa y voluptuosa omega que se pavoneaba alrededor – con su permiso coronel, pero ese par de tetas me necesita –

Logan sólo gruñó ante el descarado comentario de su compañero del ejército, al parecer el hombre aún no sabía comportarse en este tipo de instancias. Si bien a él no le mataban, al menos sabía disimular, aunque no podía negar que agradecería a cualquier dios si en vez de estar bebiendo rodeado de gente estirada, estuviera con una buena jaba de cerveza en alguna cantina de mala muerte.

El coronel Howlett se dedicó a tomar de su copa de forma parsimoniosa, teniéndose que conformar con el espumante, la última moda en la aristocracia inglesa. Ninguna omega podía llamar su atención, además, no podía dejar de sentir una penetrante esencia a lavanda y miel, se sentía desesperado al no poder encontrar a la dueña de semejante aroma.

Charles daba grandes zancadas en búsqueda de sus hijos, aun temblaba por culpa de aquel alfa. Erik Lehnsherr le producía escalofríos, se veía como alguien impenetrable y sin corazón, sin embargo, algo en su mirada se le hacía familiar, pero no podía recordar de dónde podría conocerlo. Sólo necesitaba conocer un poco más de aquel hombre, para luego recurrir a todas sus armas de seducción, lo daría todo de sí con tal de lograr recuperar su mansión, ningún hombre le quitaría lo que por derecho le pertenece.

A lo lejos observó a Peter, se veía nervioso, quizás que idiotez había cometido, rogaba a las divinidades que no se hubiera agarrado a golpes con algún alfa. Apretándose el puente de la nariz e intentando calmarse se acercó a su hijo, quien rápidamente se puso más pálido que lo acostumbrado, la mirada inquisitiva de Charles le hizo hablar.

De bailes y rencores [Omegaverse -Cherik & Wolvesilver]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora