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Wanda casi no había dormido, entre las preocupaciones, las tristezas y las nauseas con suerte había podido pegar los ojos un par de veces, su alfa no dejaba de mimarla y mordisquear su marca, quería que su tierna omega volviera a tener brillo nuevamente en sus ojos.

- Quiero ir con mi padre – solicitó Wanda mientras se levantaba de golpe – ¿esposa me acompañas?

– Claro – asistió la pelirroja no muy convencida - ¿con Charles? – pues no sabía a cuál de sus padres se refería.

– ¡Oh dios no! – su omega expresó como si se tratase de un sacrilegio, Natasha se sintió mal por su suegro, no le gustaba la forma en la cual su omega lo había tratado, ella lo que quería era que aclararan las cosas – iré con Erik, conocer a mi verdadero padre. Charles me mintió ya no merece mi amor, tampoco Peter si está de su lado – su voz comenzó a temblar, como si ella no estuviera convencida de sus propias palabras.

– Omega – la alfa se acercó y le beso el cuello – deberías darle una oportunidad, deja que te explique con calma – pidió Natasha, luego la tomó de la cama y le dio una sonrisa, quería ser el apoyo para su omega, estar siempre de su lado, pero tampoco la quería llevar a cometer errores, ella no sería cómplice de eso.

La joven pareja de mujeres golpeó más de una vez la puerta, pero al no escuchar respuesta decidieron entrar, lo primero que las golpeo fue el fuerte aroma a tristeza por parte del alfa, era una esencia cargada de dolor, junto a esta se sentía el aroma del alcohol. De inmediato notaron como la sala estaba hecha un desastre, las cosas estaban tiradas y rotas, como si en el lugar se hubiera desatado una pelea, Wanda pensó en el peor.

No falto mucho para que lo encontraran, Erik estaba sentado sobre el suelo con una botella de champan en la mano y otras de distintos alcoholes rodeándolo, todas absolutamente vacias. El hombre estaba con la camisa rota y no dejaba de hablarle a su botella, mientras daba grandes tragos de esta.

– Erik...¿Erik? – preguntó Wanda con voz de duda, de inmediato los ojos se posaron en ella, así la omega pudo notar las grandes ojeras que estaban bajo sus ojos, los cuales en esos momentos se habían anegados en lágrimas.

– Soy un bastardo, un hijo de puta – respondió él con sorna tomando nuevamente de la botella.

La alfa lo quedó mirando, era más que obvio que Lehnsherr estaba ebrio y que necesitaba un buen baño, estaba apestando el lugar. La mujer pidió a su omega que preparara algo de comida, quizás un buen café despertaría del todo a Lehnsherr, ella por su lado lo llevó hasta el baño tirándolo a la bañera para luego tirar agua con fuerza.

El alfa en ningún momento protesto, más bien se veía abatido, perdido en sus pensamientos y Natasha pensó en el peor. Lo dejó vestirse en su habitación y le extrañó no encontrar a Charles, lo buscó por el resto de la mansión, pero el omega no estaba ahí, aunque aún se podía sentir una débil estela del omega, una llena carcajada de dolor y tristeza.

Se encontró a Wanda ordenando un par de cosas, su omega se veía abatida, quizás ya había buscado a su padre. La pareja se giró al sentir un ruido en el salón, al girarse se encontraron con Erik que se veía absolutamente desgarbado no con su típica pose elegante y seductora de siempre, el hombre las miraba apenado y lleno de dolor. Wanda le extendió el café, con sus manos temblando no se atrevía a mirar a las mujeres, pero podía notar con ellas lo estaban mirando de forma penetrante.

– ¿Y Charles? – Wanda preguntó de forma fría, ni siquiera quería mencionar que era su padre.

– Tú...tú padre – su voz se quebró y de inmediato llamó la atención de las mujeres, era raro ver a un alfa demostrar sus sentimientos, mucho más uno como Erik Lehnsherr – se está muriendo – un sollozo salió de su boca mientras su esencia se hacía mucho más fuerte, era tanta la carga emotiva en ella que Wanda tuvo que correr al baño a vomitar, las nauseas de su embarazo ya la tenían mal pero al oler a Erik éstas sólo se intensificaron. Nat salió corriendo tras su omega, le sostenía el cabello e intentaba calmarla, Wanda en ese momento estaba llorando y se temía un ataque de pánico, ayudándola a volver al salón se enfrentó a Lehnsherr quien es ese momento tenía los codos apoyados sobre la mesa y se tomaba la cabeza con fuerza, estaba claro de que el hombre estaba llorando.

De bailes y rencores [Omegaverse -Cherik & Wolvesilver]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora