Capitulo 3: Buenas noches.

3.8K 149 38
                                    




Todo este casamiento me estresaba mucho más de la cuenta y eso que no era el mío. Le rogué al cielo que los comentarios de mi tía cesaran, pero si Dios no me escucho cuando quería que pase algo con el vuelo, no me va a escuchar ahora. Seamos realistas.

-Esa mujer siempre tiene algo que argumentar -Dije mientras estábamos lavando los platos sucios en la cocina -Me tiene harta, le hubiera revoleado la bocha de helado por la cara

-Yo le hubiera revoleado la silla. Que helado ni que helado, la silla -Dijo Gonzalo, a lo que asentí. El helado no tenia la culpa de que yo tenga una familiar tan chusma y maligna.

-Me había olvidado de Noah -Dijo mi hermana- Siguen compartiendo departamento

-Si -Sonreí tontamente- A penas el primer mes que me fui, cayó en la empresa e hicimos buenas migas que se yo, los alquileres en Londres son carísimos y más en el centro. Encontramos uno que nos era cómodo y lo mantenemos los dos

- ¿Y no pasó nada? -Mi futuro cuñado levanto las cejas.

-Es un amigo... es como el hombre perfecto, pero no lo veo de esa forma -Enjuague el ultimo plato, al fin, eran como ochenta.

-Qué raro -Dijo Lara.

-La amistad entre el hombre y la mujer existe, por favor -Chasquee los dedos- Siglo veintiuno

Lara se fue y yo puse a hacerme un té. Sentía fuego en el estómago, pero no por la cena, sino por los nervios. Gonzalo seguía en la cocina en silencio. Hasta que lo rompió.

-Lo pensé muchas veces antes de elegirlo -Me di vuelta para mirarlo- Pensaba que por ahí no ibas a venir, o que me ibas a odiar, o que no ibas a volver nunca más... Por eso decidí no decirte nada pensando que Lara iba a hablar con vos, decirte y convencerte -Rio nervioso- No pensé que te ibas a enterar acá

-Esta todo bien, es su boda -Busque una taza en la alacena.

-Busque muchas personas, pero ninguna podía estar un mes antes, y bueno -Seguía justificándose.

- ¡Ey! No necesito explicación de nada, es tu boda y la de mi hermana -Puse la taza en la mesada y busqué la pava.

-El va a venir la semana próxima -Serví el agua en la taza con el saquito de té.

-Perfecto

-Con Oriana -La pava se me desvió haciendo que el agua me quemara un poco la mano al escuchar eso- Probablemente...

-Conmigo va a venir Noah -Dije y puse la pava en su lugar- Así que sola no voy a estar, no te preocupes por eso

-Cualquier cosa que te incomode o te haga sentir mal me avisas y te volves si queres -Lo mire ante su oferton. Ni empezó esto y yo ya la había pasado mal unas cuatro veces y no había pasado ni un día- No quiero que la pases mal Cata

-No me va a pasar nada, tranquilo -Lara entró a la cocina nuevamente.

- ¿La mamadera? -Buscó y la encontró en la mesada- Te toca gordo

- ¿Discúlpame? ¿Gordo me dijiste? -Dijo Gonzalo ofendido. Lara asintió.

-Dale gordo -Imité el tono de mi hermana.

-Ah se juntaron -Nos apuntó- Listo -Se fue ofendido de la cocina y yo reí. Era un caso.

Los días pasaron volando. La prueba de vestido programada para el día siguiente se paso para el miércoles, para mi mejor que quería dormir como morsa ochenta años.

No sé qué me pasaba, pero estaba rodeada de mi familia e igual me sentía sola. Mi mamá me hablaba de la boda, mi hermana también. Yo solo miraba la nada sin prestar atención a lo que todos hacían, pero todos prestaban atención en mí, lo que me molestaba.

Fin del juego ||Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora