Fin del juego ||Paulo Dybala

Capitulo 8: Memories

Semana 2. martes.

Pasaron unos días luego de ese momento. Cata no paraba de pensar en Paulo y el en ella tampoco.

Recordaban los tiempos en pareja y algunos recuerdos no tardaban en atacar la mente de ambos.

-Ni si quiera sos capaz de escucharme -Dijo él. Estaban parados en la puerta del departamento de Cata. Ella del lado de adentro y el del lado de afuera.

- ¿Qué excusa me vas a poner ahora?

-Me tenes cansado, nunca sos capaz de escuchar -Se ponían histéricos. Ninguno dejaba hablar ni escuchar al otro.

-Si estas cansado te podés ir, nadie te llamo

-Vos me llamaste

-No te llame, viniste porque quisiste

- ¿Podes dejar de ser histérica un momento?

- ¿Podes dejar de ser un estúpido un momento?

- ¡Ay flaca me cansaste! - Agarro la manija de la puerta del lado de afuera, donde él se encontraba- ¡Chau! -Cerro la puerta en su cara. Cerró su puerta, en su cara.

Cata reacciono a lo que Paulo hizo del lado de afuera del departamento y volvió a abrir la puerta, pero para cerrarla ella. Al abrirla Paulo seguía en la misma posición, parado enfrente de la puerta, y se quedaron mirándose unos segundos.

Paulo entro al departamento levantando a Cata besándola. Así eran las peleas. Eran un griterío que terminaba en beso y seguramente entre sabanas.

El teléfono lo distrajo de sus recuerdos. Su nueva novia estaba esperando ser atendida.

**

- ¿Qué te pasa? -Dijo al recibirlo en su departamento. La siguió por todo el lugar ya que Cata acomodaba mientras escuchaba.

-Te llame ochenta mil veces- Dijo enojado- deje tres mil mensajes y ni me acuerdo que dije, perdí tantos partidos del FIFA que me da vergüenza decirlo, y me hicieron tantos goles que no quiero ver a mi hermano a la cara -Pauso- y vos me preguntas ¿Qué me pasa?

Ella asintió.

-No nada, no me pasa nada -Levanto los hombros y negó con la cabeza- Solo que mi novia se enojo conmigo por una boludez como siempre. Me enamore de una histérica que me complica la vida de una manera increíble. Pero vine hasta su casa a decirle que la extraño y que si quiere ir a comer algo-Cata reía.

-Yo estoy de novia con un tarado y no me quejo tanto -Se acercó para después besarlo.

Trataba de acordarse porque se habían peleado ese día, seguro era una pelotudez, siempre peleaban por pelotudeces y daba risa. Era una relación muy cómica.

-Cata -Escucho que alguien tocaba la puerta de su habitación - Soy mamá

-Pasa -Dijo y su madre entró- ¿Paso algo?

-Quería saber como estabas -Se sentó en la cama- Digo ¿Cómo te estas sintiendo? Esto sé que es complicado, pero quiero que sepas que cualquier cosa que necesites...

-Estuve mejor -Suspiró- La verdad que volver a ver a Paulo es algo que me mueve el mundo por completo, pero el jueves hablamos y llegamos a la conclusión que era estúpido seguir peleando -La mamá asintió. Estaba totalmente de acuerdo- Y decidimos hacer una tregua, bajar la guardia un toque, al menos hasta que me vaya

- ¿Pensas volver a Londres pronto? -Ella asintió- Pensé que te ibas a quedar unos días más

-Me encantaría, pero quiero volver -Su madre agacho la mirada con tristeza- Sabemos todos perfectamente que solo vine acá por el casamiento de Lali