CAPÍTULO 27

228 15 4
                                    

Pos'v Jos

No sé porque acepte "hablar" de lo que yo mismo vi, tal vez porque deseo con todas mis fuerzas que esto sea un mal entendido, o una pesadilla, no soportaría perderla.

Estoy conduciendo el auto de ________ rumbo a su casa, ahora fui yo quien encendió la radio y puso todo el volumen a esas canciones tan deprimentes que le encantan a ella. Es gracioso, mientras estamos tristes, buscamos canciones tristes para deprimirnos todavía más... Vemos películas tristes, leemos dramas... En fin, hacemos todo lo que puede hundirnos más en ese sentimiento.

Por el rabillo del ojo la observó por instantes, tiene los brazos cruzados a la altura del pecho y el ceño ligeramente fruncido, su cuerpo está aquí pero su mente en otro lado. Piso el acelerador para acabar pronto con esto, necesito que hable claro para ya no atormentarme con pensamientos dramáticos, solo falta que me consiga una multa por ir a exceso de velocidad.

Estacióno el auto enfrente del edificio donde vive _______, salgo de mi lugar y no puedo evitar caminar hasta la puerta de su lado. Por más enojado que este, he tomado la costumbre de abrir su puerta para ayudarla a bajar, y así lo hago, no puedo evitarlo.

Ella lo sabe, disimula una sonrisa y me agradece el gesto volviendo su vista al frente, intento mantener mi semblante serio y me limito a caminar a su lado. Para mí desgracia, todo mi ser ya está sincronizado al de ella. Apenas damos los primeros pasos, una de mis manos ya está en su cintura sin poderlo controlar, para cuando reacciono, la tengo muy apretada a mi costado rosando mi cuerpo. Aflojo mi agarre y sigo sus pasos, no quiero que piense que soy un fasilote, no señor, también tengo mi dignidad, aunque no lo crean.

Tras abrir la puerta y dejar su mochila en un sillón, se acomoda en otro y me señala el lugar a su lado. Obvio lo hago sin pensar, y no es porque ella me mande, es porque yo quiero, que quede claro. Además aquí yo digo la última palabra.

-Jos/ habla después de dar un largo suspiro/ debi contarte algo desde el principio/ se gira para quedar de frente a mí, sus ojos están ligeramente empañados y eso me apachurra el corazón, se supone que debo estar enojado, justo ahora solo quiero abrazarla.

-Puedes hacerlo ahora/ respondo, tomo una de sus pequeñas y frías manos entre las mías y espero a que continúe.

-Mira/ exhala sonoramente/ te conté que nunca he tenido buena relación con mi hermana/ asiento/ pero nunca hice nada para ganarme su odio, lo juro/ su voz apenas es un susurro cuando dice lo último, me muevo un poco desesperado y vuelvo mi atención a ella.

-Cuando papá y mamá murieron, las cosas entre nosotras fueron empeorando cada vez más, Vianey y su madre siempre fueron mi único apoyo, poco tiempo después, Ana conoció a Alan / su expresión es de enojo y algo se remueve en mí de solo escuchar ese nombre/ después de muy poco él ya estaba viviendo en nuestra casa, mi hermana parecía muy feliz con eso y para mí estuvo bien porque dejó de molestarme un poco/ su risa no tiene ni un poquito de humor.

-Siempre hubo algo en él que no me termino de agradar/  me mira como si estuviera pensando si debe o no seguir hablando/ para no hacer el cuento más largo, te diré que yo prefería estar lo menos posible en casa, para evitar encontrármelo a cada rato. Cuando Ana no lo veía... Él... Él me insinuaba cosas/ agacha la cara y eso hace que algún presentimiento malo se apodere de mi por lo que pueda decir.

-Ya sabes, ese tipo de cosas incorrectas/ aprieto los dientes imaginando esas escenas, pero no digo nada/ nunca lo provoque. Por las noches hasta me encerraba con llave en mi habitación por si acaso se le ocurría intenta algo.../  no pude escuchar más, estoy pensando en que ese desgraciado me las va a pagar cuando lo tenga enfrente de nuevo, puedo ver los labios de ella moverse mientras sigue hablando, pero no logro poner atención. Sus gestos cambian de tristeza, odio, tristeza de nuevo, frustración, es hasta que sus ojos se empañan de nuevo es que logró salir de mi trance.

Amor a Primera Vista (Jos Canela)Where stories live. Discover now