I'm Not Gay~yk

P: The First Time p.1

Los pensamientos fluían insaciables por su mente, cual río estrepitoso y desprolijo que con rapidez recorre su cauce, chocando piedras y guijarros y fluctuando sin detenerse. Así se sentía él en ese momento, como un cuerpo que imparable se movía de forma torpe y errática a su destino, tropezándose con dudas y temores y sentimientos encontrados; desarmándose, girando, doblegándose y trastabillando contra sus propios límites, y la balanza entre el bien y el mal.
¿Es que acaso estaba depositando demasiada ciencia a algo que era tan natural como respirar? ¿Dudando como si de aquello se valiese su vida, cuando posiblemente no sería de mayor importancia en un futuro?

Se detuvo en seco tres veces en todo su trayecto; primero frente al perchero de la entrada, para tomar la chaqueta y las llaves. Recordó entonces.

"¿Tienes frío?"- preguntó su mayor, observando por el rabillo del ojo como sus manos se posaban sobre sus antebrazos, moviéndose frenéticamente para generar algo de calor.

"Mmm no, ¿tú crees?"- preguntó el sarcásticamente, con una sonrisa gélida y algo estática por el frío. A pesar de haber sido un día muy caluroso, la brisa marina solía hacer que la temperatura descendiese por las noches, por lo que entrada la madrugada era lógico que se necesitase abrigo.

Yoongi rió sonoramente, mientras se quitaba la campera, y se la entregaba a su menor.

"Ten, no vayas a enfermarte, el clima aquí es muy frío porque estamos en la costa"- Jungkook ya sabía eso- "¿Sabías?"

"No"- respondió el sonriente, calzándose la chaqueta de su mayor, y posando su mano sobre el delgado hombro del contrario- "Usted de verdad es muy inteligente hyung"

Yoongi solo se limitó a sonreír, y bajar la cabeza- "Gracias Jungkook"

Amaba aquello, amaba ver como a Yoongi le hacía feliz sentirse interesante e inteligente.

En cuanto volvió a la realidad, ignorando aquel bonito recuerdo del nacimiento de su amistad con Yoongi, se aseguró de cerrar bien el departamento, y continuó su camino.

La segunda vez que se detuvo fue en la puerta de entrada de su edificio, para abrirla y poder salir a la calle. Y en cuanto la brisa exterior golpeó su frente, haciendo bailar su perfectamente peinado flequillo, es que se vio sumergido nuevamente en aquella tarde de otoño, en la que luego de su sesión de fotos, y más tarde bromear un rato junto a su mejor amigo, debió consolarle tras una pelea con el fotógrafo y el jefe de imagen.

"¿Qué diablos hiciste Yoongi? Mira tu flequillo. Estabas perfecto y listo para las fotografías. Todos tus compañeros pudieron hacer sus tomas perfectamente, ¿pero tú? Siempre debes causar problemas"- le acusaba el jefe de imagen, apuntándole con su dedo anular, casi tocando su pecho y empujándolo- "No eres capaz de hacer nada sin ser una molestia, ahora porque decidiste ir a jugar junto al lago debes como siempre tener un tratamiento especial, que te arreglen y maquillen nuevamente, y nos haces perder tiempo y dinero"

Jungkook observaba aquella escena y a cada instante la rabia crecía en su interior. Yoongi era una persona, tal vez algo terco e independiente, pero no por eso no poseía sentimientos. Estaba harto de ver como lo trataban como a un simple objeto de consumo, algo bonito que decorar y explotar al máximo para generar ganancias. Y aún así, su amigo miraba a aquel hombre a los ojos, sin dejar que su mirada se torciese un solo segundo, y ¡oh diablos! Jungkook admiraba tanto a aquel ser humano.
En cuanto todo aquello acabó, y mientras los demás miembros de la banda bajaban la mirada haciendo como si nada, tal vez intentando alivianar el ambiente, Jungkook se decidió a aproximarse a Yoongi, posar su mano en su hombro para presionarlo levemente y acariciarle, y observarle con cariño y condescendencia.