P: The First Time p.2

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Horas habían pasado, y Jungkook solo podía cuestionarse dónde demonios estarían los demás. Si es que jamás había tenido un momento a solas con Yoongi cuando lo había deseado, y justo en aquel instante el mundo parecía haber conspirado por concretar el encuentro.

"Jungkook, ábreme"- continuaba mascullando un agotado Yoongi, sentado en el pasillo contra la puerta, porque el cuerpo del menor sentado exactamente igual, pero del otro lado, le impedía el paso- "¿Podemos hablar?"

Y él solo se mantenía cobarde y silencioso, sin siquiera saber qué lo había enfadado tanto.
¿Las acusaciones? ¿Sus propios sentimientos? ¿O el que Yoongi tuviese razón en todo, sin siquiera saber cuánta tenía?

Repasaba en su mente esos momentos livianos y felices con su mayor, y anhelaba volver el tiempo a todos ellos, y revivirlos una y otra vez, sin jamás llegar a aquel sombrío extremo que habían alcanzado.
Todo se había arruinado, absolutamente todo, en cuanto su mejor amigo había dejado ser la posibilidad de que todo aquello que él sentía, tuviese otro nombre que una simple amistad.

¡Ahí estaba! Ese era el motivo de su enojo con el rubio. Si todo estaba tan bien, si no había problemas, si ambos eran felices, ¿por qué había tenido que complicar todo?
Ahora se sentía culpable; culpable al verlo y sonreír, culpable al querer abrazarlo y acunarlo, culpable al recostarse en sus brazos viendo una película.
Eran amigos, y era tan simple. Él amaba a Yoongi. ¿Por qué deformar aquel sentimiento puro y volverlo algo complicado y frustrante?

Si es que ya se encontraba analizando incluso la intensidad de las chispas que sentía en su interior al abrazarlo, cosa que antes jamás había medido sino disfrutado, y luego comparándolas con las que le producía su novia.

"Por favor Jungkook"

¡Qué demonios Yoongi! Si es que hasta le había reclamado el tener novia, en lugar de alegrarse por él como el resto. Y luego se preguntaba por qué no le había dicho, cuando lo único que Jungkook había querido hacer era proteger los sentimientos de Yoongi, al menos los que él creía tenía.
Estaba harto, siempre soportando insultos de parte de su mayor y para qué, si es que él siempre estaba mal. Estaba mal si era muy cercano a Yoongi, pues este lo malinterpretaba; estaba mal si tenía novia, pues este se ponía celoso; estaba mal si le acusaba de tener sentimientos por él, al menos lo sugería, pues Yoongi se enfadaba ya que él no era gay; y también estaba mal si quería dejar eso atrás y simplemente hacerlo con su novia, porque Yoongi le acusaba de lastimarle.

Siempre era todo así, Yoongi, Yoongi, Yoongi. HwaYoung tal vez tenía razón.

¿Por quién Jungkook buscaba siempre ser el mejor? Por Yoongi.
¿Por quién, también, Jungkook se hacía el idiota y así dejarse dar clases de todo? Por Yoongi.
¿Por quién Jungkook lo daba todo con tal de hacerle feliz? Por Yoongi.
¿Quién era siempre el centro de su atención, aquel a quien cuidaba y le cumplía caprichos, aquel con quien tenía tradiciones inamovibles y recuerdos invaluables? Yoongi.

Y finalmente, ¿Por quién se sentía tan inseguro, escrutando sus propios sentimientos, quién era la causa de que quisiese acostarse con HwaYoung, y a la vez no lo quisiese por nada en el mundo?

Yoongi.

Y él mismo respondió a su pregunta anterior. Yoongi no se lo creía, Yoongi era el centro del mundo. Su mundo.

Y ahí cayó en la cuenta de que tal vez él había complicado las cosas desde el principio.
Tal vez él era quien moría por su mejor amigo, incluso sabiendo lo tóxico que aquel pensamiento era.

Se levantó y abrió la puerta, topándose con dos ojos cansados y un rostro entristecido. Le extendió la mano para que se levantase y al tocarlo el impulso de tirar de él y abrazarlo lo invadio. Y no se sorprendió, si es que sabía que tampoco podía ni deseaba alejarse.

Sin embargo no lo hizo, mas se conformó con la observación de como sus manos eran dos engranajes que encastraban perfectamente, y que hacían que su maquinaria interior se movilizase como nunca.

"Jungkook, perdón por hacer una escena, perdón por gritarte"- comenzó a hablar el mayor, mirándole fijamente a los ojos y tragando saliva- "Perdón por haber sido un mal amigo"

"No fuiste un mal amigo"- admitió, sabiendo que su amistad era tal vez lo más hermoso que había tenido, llevándole incluso al punto de obsesionarse con él, de invadir su mente a cada instante.

"Sí lo fui, y quiero pedirte perdón. Perdón por subestimar tu talento y siempre criticarte, así sea en broma. Perdón por ser distante a veces. Perdón por enojarme contigo y gritarte, siempre estoy haciéndote sentir mal y eso me vuelve a mí un idiota, no a ti"- exclamó sincerándose, sin soltar su mano de la del menor, y mordiendo levemente su labio inferior pensando en que, tarde o temprano, debía decirlo- "Perdón por suponer cosas que no eran, y alejarme de ti, en vez de decirte lo que pensaba. Soy un imbecil, y un mal amigo"

Jungkook solo se limitó a observarle, sabiendo que su hyung realmente sentía todo aquello, mas quedándose algo insatisfecho al pensar que en su interior, deseaba algo más que una disculpa.
Pero Yoongi continuó.

"Pero no digas que me creo el centro del mundo, porque ni una sola vez ha sido así. Jungkook, siempre has sido tú. Tú has sido el centro de mi mundo y lo más importante para mí, por eso sé que hice muchas idioteces por celos, y perdón por enojarme y salir con esa basura moralista, porque tú puedes estar con quien quieras, tu puedes hacer lo que sea"

Sus ojos se llenaron de lágrimas, cayendo en cuenta de todo aquello que había pasado y había desperdiciado, todas aquellas veces que había lastimado a Jungkook sin motivos, y que se había vuelto parte de una farsa que él mismo había montado.

"Te conozco mejor que nadie Jungkook, te quiero más que a nadie. ¿Crees que no sé lo talentoso que eres? ¿O que te haces el tonto a veces solo para que yo pueda explicarte las cosas? ¿Crees que no veo como ayudas a todo el mundo, y como luchas a diario por satisfacer a todos?"

Jungkook sollozó de pronto, tapando su rostro con su mano derecha, y doblegándose levemente, mientras Yoongi se aproximaba más a él, y le abrazaba.

"¿Crees que no sé lo maravilloso que eres? Y que no mereces sufrir jamás, ni fingir, ni ocultar nada, porque todo en ti es perfecto.
Jungkook no mereces hacer algo por miedo, y yo no voy a permitir que nada te abrume y te impida hacer lo que quieras. Estás hecho para brillar y yo voy a abrir tu camino siempre que pueda"- murmuró, apegándose completamente a su cuerpo, envolviendo su cintura y sintiendo las cálidas manos envolver su cuello, mientras un rostro de húmedas mejillas se escondía junto a este- "Mereces que tu primera vez sea con alguien que te ame, que te haga sentir emocionado y feliz. Alguien que te desee tanto como te admira, y que sea capaz de hacer hasta lo imposible por cuidarte"

Y en aquel instante, Jungkook alzó la vista, topándose con una blanca mandibula coronando a aquellos bellos labios rosados, y se acercó tanto como pudo hasta que su respiración era la de él, y qué oportuno que se mezclasen así ambas cosas que le mantuviesen con vida.

"¿Alguien como tú, Yoongi?"- preguntó con un hilo de voz, viendo como este bajaba la vista hasta toparse con aquellos ojos que sin ser los únicos bellos que había visto, ni los únicos cuyo dueño hubiese deseado tanto besar, sí habían sido los únicos que le hubiesen arrebatado risas y suspiros, e incontables secretos.
En aquel instante se dio cuenta de que aquello que tenía con Jungkook no era simple atracción, como tanto se había negado. <No soy gay> había dicho, como si aquella simple frase le salvase del cúmulo de sentimientos que venía coleccionando junto a su mejor amigo, cada pequeño recuerdo, toque, y sonrisa, como un brillante granito de arena, que conformaba lo que ahora era una vasta playa.
Cada secreto, cada abrazo, cada lágrima llorada juntos a altas horas de la madrugada, como una pequeña gota de agua en lo que ahora era un enorme océano.
Se había enamorado, sí. Pero también sentía amor. Un amor profundo e inigualable, que había comenzado a crearse antes de siquiera saber su destino.

"Sí, Jungkook"- respondió- "Mereces estar con quien tu quieras. Pero por favor prométeme que si vas a hacerlo, si vas a entregarte a alguien, que sea a alguien que sea capaz de dártelo todo, que tenga tantos deseos de cuidarte, y que te ame tanto como yo lo hago"

Y en aquel momento Jungkook lo supo.
Yoongi, como siempre, tenía razón. Siempre la había tenido, si es que él era un genio, le dejases o no llevarse el crédito por cosas que ya sabías.
Porque él, Jeon Jungkook, había estado siempre enamorado de su mejor amigo.

I'm Not Gay~ykWhere stories live. Discover now