𝟭𝟭

418 109 6
                                    

—¿Aceptarías? —preguntó mirándome preocupado.

—Estás yendo rápido; primero deberíamos ir a citas y después ser una pareja, SanHa.

—Tienes razón... Entonces mañana vayamos a una.

—¿Te sientes bien? —le pregunté preocupada, es un poco extraño su comportamiento.

—S-sí, ¿por qué no lo estaría? —me acerqué a él y puse mi mano en su frente: tenía fiebre.

—SanHa, tu temperatura está alta, iré por un termómetro, mientras puedes acostarte en la cama.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, ahí JaeMin tenía un cajón con medicinas. Saqué el termómetro y una caja con tabletas para que a SanHa le bajaran la fiebre, también serví agua en un vaso.

—Tienes 39 grados de temperatura —dije viendo la cantidad que marcaba el instrumento, —ten —le entregué una tableta—. La pastilla te ayudará a bajar la fiebre.

—Gracias —. SanHa tomó la pastilla con ayuda del agua.

—De nada... ¿Cómo entraste a la casa?

—Fui al hospital, pensé que estarías ahí pero vi a JaeMin. Le pregunté por ti y me dijo que estarías en su casa, así que me dio las llaves para que pudiese entrar...

—¿Te dijo algo sobre la salud de Jeno?

—Sí, me dijo que Jeno no estaba tan herido, o bueno, eso fue lo que le dijeron los doctores. También le dijeron que le darán el alta a Jeno el Sábado.

—¡Qué bueno! —salté de felicidad —Amm... Perdón por todo lo que está pasando, todo es mi culpa.

—No es tu culpa Hae. Por cierto... ¿Has estado yendo al escuela? —preguntó.

—N-no.

La verdad, con tantos problemas que tenía ni siquiera había podido dormir en tres días, hasta hoy, claro.

¡Rayos! Mis faltas afectarán mi promedio.

—Tienes que ir HaEun. Mañana irás, ¿bien?

—P-pero, ¿Jeno?, ¿JaeMin?, ¿WooYeop?. También tú me preocupas, SanHa. ¡Maldita sea! ¡Por qué no tengo preocupaciones como la gente común! En vez de estar preocupada por las vidas de mis amigos debería estar preocupada por lo que comeré o por las calificaciones que saque en mis exámenes— hice una pausa para tomar aire.
—¡Ni mi padre pudo conmigo! —las lágrimas se hicieron presentes en mis mejillas.

—¡Hey! No digas eso... Tu padre es...

—Sigue siendo mi padre aunque técnicamente me abandonó como mi madre lo hizo.

—Tienes que pensar positivamente en momentos como éstos.

—¿Acaso hay algo positivo en estos momentos, SanHa? —pregunté enojada.

Él se quedó en silencio.

—Iré a la cocina —dije molesta y salí de la habitación.

secrets ; sanhaWhere stories live. Discover now