𝟭𝟯

377 102 3
                                    

—¿En la tarde iremos a la casa de los padres de Jeno? —pregunté mirando a mis amigos.

—Sí —respindieron al unísono.

—Qué bien —sonreí.

—Hae, ¿tu hermano no te ha llamado?

—Sí, pero tuvo que retrasar su vuelo porqué mi mamá se enfermó y se quedó a cuidarla —sonreí triste.

—No te sientas triste, cuando tu madre se mejore, Mark podrá venir.

—Lo sé, pero siento que mi madre lo hizo a propósito; siempre prefirió a Mark en vez de mí. Nunca hubo igualdad entre nosotros dos con ella. —Bajé la mirada.

—¿Y te dijo cuándo será posible que llegue a Seúl?

—No, dijo que cuando supiera me llamaría. —Los dos asintieron.

El timbre sonó avisando que las clases habían terminado.




☀☀☀

—¿Qué preparas? —preguntó SanHa mirando la sopa en la olla.

—Una sopa para Jeno —terminé de revolver los ingredientes de la sopa y apagué la estufa.

—Ah...

—También hice de comer para nosotros, ya está servido. ¿Puedes llamar a JaeMin, por favor?

—Claro y gracias. —Sonrió y fue con Jae.

—De nada.



🍥🍥🍥

—Buenas tardes, señor Lee —JaeMin, SanHa y yo hicimos una reverencia.

—Buenas tardes, chicos. Pasen, Jeno está en el jardín—. Sonrió y se hizo a un lado para que pudiésemos pasar.

—Gracias. La sopa es para ustedes —sonreí y le entregué la olla.

—Gracias, señorita Lee. —sonrió, le devolví el gesto y acompañé a mis amigos al jardín.

—¡Jeno! —Grité cuando lo vi, ganando una sonrisa de su parte. —Te extrañé —me acerqué a él y lo abracé.

—Yo también te extrañé, bueno, los extrañé a todos —me devolvió el abrazo y cuando nos separamos sonrió —¿SanHa? No estabas...

—Sí... pasaron muchas cosas en tu ausencia, pero te las contaremos —contestó y después empezó a explicar.



WooYeop PDV.

—Está más que claro que él no dirá algo sobre HaEun —murmuró un hombre.

—¿Lo dejamos ir?—preguntó otro hombre.

—Sí. SanHa está colaborando con el plan. No es necesario seguir tratando que el niño hable.

Quítenle las sogas, ya les mandé la dirección de adónde lo dejarán.

Me sentía mareado gracias a las heridas que tenía por todo mi cuerpo.
Por lo menos ya no iban a torturarme.


HaEun PDV.

—¡¡Ah!! ¡Cariño! —se escuchó un grito de pánico  de la madre de Jeno.
Los cuatro ingresamos rápido a la casa para ver lo que había ocasionado ese grito.

—¡WooYeop! Dios, ¿Q~qué le pasó? —Tapé mi boca y cerré fuertemente mis ojos.

—¿Es su amigo? —preguntó el señor Lee.

—Sí, papá. —Contestó Jeno.

—Ya llamamos a una ambulancia. —Nos miró preocupado el señor Lee.

secrets ; sanhaWhere stories live. Discover now