𝟭𝟰

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—El paciente ha entrado en cirugía—dijo la enfermera mirando a los preocupados padres de WooYeop.
—Les avisare cuando esta haya acabado.

—Gracias, enfermera —respondió la madre de WooYeop, al instante la enfermera le dedicó una sonrisa para luego irse.

—Se recuperará —dije a los padres de WooYeop.

—Sí, él es muy fuerte —sonrió Jeno.

—Nos tenemos que ir —anunció la madre de Jeno. —Si pasa algo nos llaman.

—Hae, ya deberíamos irnos. —Dijo JaeMin.

—Tienes razón —nos despedimos de los padres de WooYeop, de Jeno y obviamente de él. Luego JaeMin y yo salimos del hospital.

A mitad del camino recibí una llamada, paré de caminar y contesté; era mi hermano.

Hola HaEun, ¿Cómo estás?

—Bien, gracias ¿y tú?.

Bien... Oye en ¿dónde estás? Vine a la casa de papá pero al parecer no hay nadie, se me hace extraño que hayan cartas en el piso...

¡Ya estás aquí! ¿Por qué no me llamaste? —Exclamé feliz y algo confundida logrando que JaeMin me mirara.

Sí, hace menos de una hora bajé del avión, aún no me dices en dónde estás...

—Estoy yendo a la casa de JaeMin

Entonces te veré allá.  —Dijo y cortó la llamada.

—Era Mark —le sonreí a mi amigo.

—¿Va a ir a la casa?

—Sí, ¿te molesta? —pregunté, aunque Mark era amigo de JaeMin.

—No, no. Está bien que vaya. —Sonrió y asentí.

🍥🍥🍥

—¿Yerim no estaba enferma? —Así se llamaba la señora que me dio a luz pero no se hizo cargo de mí; en cambio se llevó a mi hermano a Canadá, dejándome con mi padre aquí en Seúl.

—Sí, pero cuando me dijo que nuestro padre te dejó sola en Corea, decidí venir permanente.

—Eso quiere decir que...

—Me quedaré a vivir contigo. Nuestros abuelos nos compraron un departamento.

—¿Nos?  —Mis abuelos maternos eran igual que Yerim; parecía que Mark no tenía una hermana menor.

—Bueno me lo compraron pero somos hermanos, tiene tres habitaciones. Hay mucho espacio para los dos.

—No quiero vivir ahí, Mark.

—De seguro le has dado muchos problemas a JaeMin quedándote aquí.  Yerim estará enviándome dinero para los gastos, con el dinero que vaya sobrando podemos ir ahorrandolo y así comprar una casa.

—Bien, iré por mis cosas —suspire y me levanté del sillón.

☁☁☁

—Gracias por todo JaeMin —abracé a mi amigo.

—De nada Hae. Descansen, nos vemos mañana en la escuela.

Mi hermano y yo nos despedimos de Jae.
Mark llamó a un taxi, cuando llegamos a la casa pagó el servicio y nos bajamos del auto.

—Se lucieron —dije al ver el enorme apartamento.

—Sabes como son —suspiro y negó.

—No lo sé, trataré de imaginarlo. —Bufé.

Mark me ayudó a cargar algunas maletas mías.

—Espera, tengo que sacar la llave —. Mi hermano bajó las maletas y buscó en su pantalón las llaves. Cinco minutos después estaba desempacando en mi ahora, habitación.

—Cuando termines, quiero mostrarte algo— dijo desde el marco de mi puerta para luego ir a la cocina.

Terminé y fui a donde mi hermano estaba.

—¿Qué cosa quieres mostrarme? —pregunté.

—Esto. ¿Hay algo de lo que no me he enterado? —Confundido me mostró cinco sobres del mismo color que tenían los sobres de las amenazas que mi padre recibía.

—¿De dónde las sacaste?  —Pregunté abriendo una.

—Estaban en la entrada de la casa dónde vivías antes con nuestro padre.

—¿Yerim no te lo dijo? —Pregunté a lo que él negó. —Nuestro padre los últimos cinco meses estuvo recibiendo amenazas de quién sabe quién. No le tomamos tanta importancia hasta que la empresa se vio afectada al igual que nuestros amigos cercanos. Por ejemplo: en mi caso comenzaron a hacerle daño a SanHa, después a HakMin... Que ahora está... Muerto. Siguieron WooYeop y Jeno.

Mark me miró asombrado.

—Por eso HoSeok se fue a Japón, ahí seguirá trabajando en la otra empresa que tenemos y sin amenazas. Yo no quise irme con él, así que me dejó aquí, lo peor es que ni siquiera pensó en dónde me podría quedar.
Después de pensar varias veces a dónde ir,  contacté a JaeMin y le dije todo lo que había pasado y me dejó quedarme en su casa—. Las ganas de llorar se hicieron presentes, aunque las retuve, al final las lágrimas se deslizaron por mis mejillas.

—HaEun...

Mark se acercó a mí y me abrazó.

—Vamos a solucionar esto. Mañana iré a la policía y levantaré cargos por las amenazas. No te preocupes, se solucionará y podremos vivir con tranquilidad.

—T-te extra-añé —Mis sollozos se hicieron más fuertes.

—Tranquila —Dio suaves palmadas en mi espalda, recordándome a las veces que lo hacía cuando éramos pequeños.

secrets ; sanhaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin