la verdad de lo inesperado

Mi razón de vivir.

En mi mente empezaron a llegar ideas no concisas, pero si me ayudaban en algo, aún no puedo creer lo que estaba pasando, por qué a mi? yo tenía una vida tranquila, tenía un padre que aunque no era de sangre, me amaba de corazón, lo quiero ver, enserio me hace mucha falta, no sé por que lo abandoné, ¡soy un desagradecido! no pude resistir el llanto, y mis lagrimas salen con mucha fuerza, mi rostro se torna a rojo, y entre todas esas ideas, también llega una de rendirme, y dejar que las cosas fluyan, si me tengo que morir lo hago, ya no tengo a nadie, me he quedado solo, y tan solo soy un niño de 15 años, en realidad no sé que decisión tomar, mi corazón ya no tiene fuerzas para seguir luchando con un ser que debería amarme, y que en el fondo de mi corazón también quiero.

Ya son las 3:00 a.m., y entre mi llanto, mis ojos se cierran adoloridos, mi cuerpo queda en un sueño profundo, hasta que el sol  y un dolor de cabeza insoportable me despertaron, y en el fondo alcanzo a escuchar la voz de un niño mas o menos de mi edad, abro la puerta cuidadosamente para evitar que paren la conversación y veo que es el niño de la pintura y estaba sentado en las piernas de Felipe, mi padre, parecía ser Pablo, mi hermanastro, el era feliz, se le notaba en el rostro, el si tiene a su familia unida, que aunque me han hecho tanto daño, el parece ser inocente de las cosas, y siento algo extraño, porque es como si él hubiera estado a mi lado siempre, en esos momentos Felipe grita amablemente mi nombre, y con una sonrisa enorme me presenta a mi hermano, al vernos a los ojos sentimos una conexión impresionante, y  desde ese entonces nos hicimos muy amigos, quien lo iba a pensar, el fruto del engaño de mi padre, se convirtió en mi única razón de seguir viviendo, pero ya era diferente, ya no pensaba en vengarme, pero eso no significaba que mi padre haya dejado de pensar en deshacerse de mi, en mi corazón ya no había dolor, solo pensaba en proteger a mi hermano, y nuestro padre lo notaba, mercedes si nunca hizo ni el mínimo esfuerzo de caerme bien, pero no me importa, YO estaba sintiendo que tenía una familia, nuestro padre nos llevaba regalos, e íbamos a jugar en el patio de atrás, en esos momentos solo quería que el tiempo se detuviera, y fuéramos una familia feliz por siempre, en realidad eso es lo único que me ha importado, todavía pienso en mi querida madre, me hace mucha falta, y cuando me siento solo me acuesto en mi habitación a ver la foto y detallar el cofre que estuvo entre sus manos. No les había contado, pero en la memoria que encontré, tiene descargada la música favorita de mamá, y la escucho todas las noches para conciliar el sueño.