la verdad de lo inesperado

Mi sol con espadas encandecentes.

Al día siguiente por fin hablo con la hija del amigo de mi padre, es tan bella, sus ojos brillan como el sol, su cabello negro y encaracolado, me hipnotizan cada día que pasa por mi lado, en verdad me siento enamorado, de esa niña que ilumina mis mañanas; y por fin pude escuchar su voz pronunciando mi nombre, casi enloquezco de la emoción, pues las cosas se dieron porque el padre de ella y el mío estaban hablando de negocios y ella tenía que estar con el, pero no querían que escucháramos de que estaban hablando así que nos mandaron al patio trasero, no sabía que ella también se había fijado en mi, es una locura, una de sus amigas si me había comentado, pero decidí no hacerme falsas ilusiones para no salir lastimado, pero ella me lo acaba de confirmar, mientras caminábamos por un bosque pequeño que no estaba tan lejos de mi hogar. 

-No se si te habían dicho, pero desde que llegaste, me has parecido un niño muy interesante, es raro el hecho de saber que Pablo ha tenido un hermano todo este tiempo. Responde ella con su voz angelical, no es por exagerar, pero cuando la miro, veo unos destellos de luz que me hacen sentir placidez.

-¿Te has fijado en mi? Respondo con voz temblorosa. 

-Jaja si, en realidad le pregunto mucho a tu hermano de ti. -Agacha la mirada, intentando disimular lo sonrojada que estaba-

Fue un momento un poco incomodo, hasta que llegamos al centro de la ciudad, había música, las calles estaban vestidas de colores, las personas que aunque tenían necesidades se veían felices, pues ellas de verdad se amaban, seguimos caminando, y en una esquina estaba un artista callejero deleitándonos con su talento al precio que nosotros quisiéramos darle, Megan, mi enamorada, me agarra de la mano y empieza a bailar, como si se fuera a acabar el mundo, cantaba, reía y se notaba que se la estaba gozando, al terminar de tocar aquel hombre, ella saca de su bolso hecho a mano un billete, que aunque no era mucho, era mas de la mitad de lo que tenía, en su rostro se notaba el amor con lo que lo estaba dando, mis ojos brillaron, y mi amor crecía mas y mas, su bondad la hacía ver aún mas hermosa, como ella ve a las demás personas y el amor que les tiene, el hombre admirado, la corresponde con una rosa amarilla, que significa alegría y suerte para toda la vida, de sus ojos cae una pequeña perla brillante, y le da un fuerte abrazo a aquel desconocido.

Eso es lo que mas me gusta de ella, todas las mañana la veo ayudar a su padre, y así como es con su familia es con los demás, en su hogar le enseñaron lo que es estar en los zapatos de otra persona, en su corazón solo hay comprensión, ella ve en las personas lo que otras no, vio en mÍ amor, sabiendo que estoy destrozado y que desde un principio mis intenciones no eran buenas, pero ella quiere estar ahí sobre todas las cosas, ella es ese amor que le gana a todo sentimiento que me hace daño.